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El Ocelote: Símbolo de Identidad Universitaria en la UNACH

El ocelote, pequeño felino ágil y fuerte, ha sido durante décadas un símbolo de identidad para la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). El pasado 13 de enero de 2025, durante su discurso de toma de protesta, el rector Oswaldo Chacón Rojas marcó el regreso de este emblema al corazón de la comunidad universitaria al proclamar: "¡Que vivan los Ocelotes de la UNACH!". Este gesto simboliza la restauración de un ícono que encarna la historia, los valores y el espíritu de la universidad.

 

Historia y Evolución del Ocelote en la UNACH

 

La identidad universitaria de la UNACH se ha construido a lo largo de sus más de cinco décadas de existencia, anclada en valores, símbolos y tradiciones. En 1975, a pocos años de su fundación, se sentaron las bases de esta identidad con la creación del lema y el escudo universitarios, aprobados por el Honorable Consejo Universitario bajo la rectoría de Federico Salazar Narváez. Poco tiempo después, los estudiantes comenzaron a buscar una mascota que representara su esencia. Inspirados en el simbolismo de la fauna regional, eligieron al ocelote, un felino representativo del sureste mexicano.

 

Desde entonces, el ocelote no solo representó a los equipos deportivos de la universidad, sino que también se convirtió en un emblema de unión y pertenencia para toda la comunidad unachense. En 2002, la creación formal del Club Deportivo Ocelotes fortaleció aún más este vínculo, llevando el nombre y la identidad universitaria a las competencias deportivas nacionales.

 

Restaurando la Identidad Universitaria

 

En los últimos años, la representación del ocelote había quedado relegada en la identidad institucional. Sin embargo, con motivo del 50 aniversario de la UNACH, su restauración simboliza una vuelta a los valores fundacionales de la universidad. El ocelote es mucho más que una mascota; es una manifestación de los ideales de fortaleza, perseverancia y resiliencia que caracterizan a la comunidad universitaria.

 

El rector Oswaldo Chacón Rojas destacó la importancia de preservar y revitalizar los símbolos que han dado sentido a la historia de la UNACH. Este regreso del ocelote no solo busca reconectar con las raíces de la institución, sino también inspirar a las nuevas generaciones de estudiantes, docentes y administrativos a construir un futuro lleno de orgullo y compromiso.

 

La restauración del ocelote es un acto cargado de simbolismo que busca fortalecer el sentido de pertenencia y unidad entre los miembros de la comunidad universitaria. Este paso se alinea con la visión de la UNACH como una institución comprometida con la excelencia académica, el desarrollo social y la construcción de una identidad sólida que sea referente en Chiapas y en el país.

 

Hoy, el ocelote vuelve a rugir como símbolo de la UNACH, invitando a su comunidad a mirar hacia el futuro con esperanza y determinación. Su regreso es un recordatorio de que la fortaleza de la universidad reside en su capacidad para reconocer su legado, aprender de su historia y trabajar en conjunto por un porvenir próspero.

 

"Que vivan los Ocelotes de la UNACH", no solo como un grito de identidad, sino como un llamado a construir, juntos, una universidad sólida, incluyente y llena de logros.