Con la creación de una red académica sobre cambio climático, la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), da un paso decisivo para liderar, desde la academia, la respuesta a uno de los mayores retos de nuestro tiempo. En un contexto donde el impacto ambiental ya golpea con fuerza a las comunidades chiapanecas, esta iniciativa busca articular investigación, docencia y vinculación con un enfoque sostenible y comprometido con el territorio. La UNACH no solo reacciona, sino que también propone, coordina y construye soluciones desde el conocimiento y la acción colectiva.
El maestro Jenner Rodas Trejo, director de la Escuela de Estudios Agropecuarios Mezcalapa, subraya la urgencia de actuar. Con una trayectoria que inició en 1999, ha trabajado en la conservación de especies, en el desarrollo sustentable en regiones como la Selva Lacandona y Palenque, y se ha desempeñado como director de Cambio Climático y Economía Ambiental en la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas. Además, ha sido pieza clave en la creación de políticas públicas como la instalación del primer comité de contingencia ambiental por calidad del aire en Tuxtla Gutiérrez. Su trabajo es muestra de que en la UNACH hay experiencia, compromiso, claridad y visión.
Bajo el liderazgo del secretario académico Florentino Pérez Pérez, esta red académica impulsa la elaboración de un libro titulado “La UNACH: el papel de la universidad ante el cambio climático”, una obra colectiva que reúne la diversidad de esfuerzos realizados en aulas, laboratorios y territorios. Este proyecto fomenta un enfoque multidisciplinario, formando estudiantes conscientes del impacto ambiental, diseñando proyectos de extensión para productores y transformando a la UNACH en un modelo de sostenibilidad, con acciones como reducir la tala y quema, optimizar recursos y promover energías limpias.
Chiapas, con su riqueza natural pero vulnerable a los efectos climáticos, requiere soluciones adaptadas a sus regiones, desde Copainalá hasta Palenque, pasando por entornos urbanos y comunidades indígenas. La UNACH se compromete a formar profesionales capaces de gestionar su territorio de manera sostenible, abordando la desigualdad de género que afecta especialmente a mujeres indígenas. Iniciativas como huertos de traspatio y una gestión equitativa del agua, abundante pero mal distribuido, refuerzan esta misión a través de educación, capacitación y divulgación.
Con una visión mesoamericana, la UNACH extiende su alcance a universidades de Guatemala, El Salvador y Oaxaca, organizando un seminario internacional para discutir gobernanza del agua, seguridad alimentaria, salud, vectores de enfermedades y marcos jurídicos. Este encuentro, con mesas multidisciplinarias, buscará respuestas integrales desde lo social, lo agropecuario, lo legal y lo ingenieril, fortaleciendo la colaboración regional.
El llamado de Jenner Rodas es a la acción responsable: informarse sin caer en alarmismos, adoptar hábitos como reducir plásticos, cuidar el agua, sembrar árboles y consumir local. Desde las aulas, los docentes integrarán la perspectiva ambiental en todas las disciplinas, incluso en áreas como el derecho, promoviendo una formación integral que transforme actitudes. Los estudiantes, eje de esta iniciativa, son invitados a investigar, participar en redes y desarrollar proyectos de impacto, combatiendo el cambio climático con ciencia, voluntad y comunidad.
Con esta red académica y el seminario en puerta, la UNACH no solo enfrenta el cambio climático, sino que se posiciona como líder desde Chiapas, proyectando una mirada regional hacia un futuro sostenible y equitativo para todos.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada.
Imágenes: Luis Fabián Marín Nucamendi.