Durante la primera semana de abril, en una jornada marcada por el impulso a la educación superior, la ciencia aplicada y el desarrollo productivo, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y el Gobierno del Estado de Chiapas reafirmaron su alianza estratégica mediante la inauguración de nuevos espacios universitarios, la firma de convenios y el diálogo directo con la comunidad académica de los campus IV y IX.
Encabezada por el rector Oswaldo Chacón Rojas, la agenda de trabajo tuvo como epicentro el Campus IV de la UNACH, en Tapachula, donde el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y autoridades universitarias inauguraron el Aula Digital Inmersiva, un proyecto concebido desde la Rectoría en coordinación con la Facultad de Negocios, Santander Universidades y su Patronato. Esta aula representa un salto cualitativo en la infraestructura tecnológica de la UNACH, al ofrecer entornos digitales avanzados que facilitarán el aprendizaje interactivo y la formación de competencias en entornos virtuales.
La jornada continuó con la apertura oficial del UNACH–SciTech Lab “Ciencia y Tecnología al servicio de Chiapas”, un complejo integrado por siete laboratorios especializados que brindarán más de 250 servicios técnicos y científicos al sector productivo. Este centro de innovación se proyecta como una plataforma para el desarrollo de soluciones aplicadas, orientadas a las necesidades regionales en materia de agroindustria, ingeniería, salud y procesos tecnológicos.
Como parte de esta estrategia de vinculación con impacto social, la UNACH firmó convenios de colaboración con la Asociación Agrícola de Productores de Plátano del Soconusco, A.C., y con el Clúster Agroindustrial de Chiapas, lo que permitirá articular proyectos conjuntos en beneficio de la investigación aplicada, la transferencia tecnológica y la formación práctica de los estudiantes. En palabras del rector Chacón Rojas, estos acuerdos buscan que la universidad se consolide como “un actor estratégico en los procesos de industrialización del sector agroalimentario, aportando talento, conocimiento y acompañamiento técnico”.
Además de las ceremonias inaugurales, el rector sostuvo una reunión con directivos del Campus IV, en la que escuchó directamente las inquietudes y propuestas de las unidades académicas, reiterando su compromiso con una gestión cercana, participativa y orientada a resultados. Esta dinámica de trabajo continuó en el Campus IX, región Istmo-Costa, donde visitó la Escuela de Ciencias y Procesos Agropecuarios Industriales, con sede en Arriaga, constatando los avances en formación y transferencia de tecnología agroindustrial.
En Tonalá, la gira concluyó con un encuentro en la Escuela de Ciencias Administrativas Istmo-Costa, donde el rector convivió con estudiantes y docentes, acompañado del director Eduardo Ortiz Hernández y la secretaria de Inclusión Social y Diversidad Cultural, Jazmín González González.
Esta serie de actividades demuestra el firme compromiso de la UNACH por fortalecer su papel en el desarrollo regional, al tiempo que consolida su modelo educativo basado en la innovación, la vinculación productiva y la responsabilidad social. Con una visión incluyente y transformadora, la universidad reafirma que su misión no solo está en las aulas, sino en cada rincón de Chiapas donde el conocimiento puede hacer la diferencia.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada
Fotos: SIRESU y DCS
En un avance significativo para la investigación en ciencias del envejecimiento, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) se convirtió en miembro fundador de la Red Latinoamericana y Caribeña de Investigadoras e Investigadores en Ciencias del Envejecimiento y Gerontología (RED-LYCIICEG). Esta integración, formalizada en una ceremonia celebrada en el auditorio "Carlos Cuesy Pola" de la Facultad de Medicina Humana, marca un paso firme en el compromiso de la universidad por fortalecer la investigación interdisciplinaria y mejorar la atención a la creciente población de adultos mayores en la región.
Una red de colaboración regional
RED-LYCIICEG se constituye con el objetivo principal de promover el intercambio académico entre las instituciones de América Latina y el Caribe, mejorando la formación profesional en gerontología y desarrollando políticas públicas basadas en evidencia científica. Con la participación de 32 instituciones provenientes de 15 países de la región, la red busca generar nuevas soluciones para los desafíos que enfrenta el envejecimiento en nuestras sociedades, además de ofrecer una plataforma para fortalecer el trabajo colaborativo en investigación y desarrollo social.
La adhesión de la UNACH a esta red no solo implica un honor, sino también la oportunidad de actualizar los programas académicos y mejorar la calidad educativa. En específico, se prevé la actualización curricular del programa de Gerontología, asegurando que los estudiantes y docentes de la institución puedan acceder a los más recientes avances científicos y a modelos de atención innovadores. Este esfuerzo, además, propiciará la movilidad académica, beneficiando tanto a estudiantes como a profesores de la universidad.
Compromiso con los adultos mayores y las políticas públicas
Durante la ceremonia de incorporación, los expertos destacaron la importancia de prestar atención a las políticas gerontológicas, especialmente en un estado como Chiapas, donde el envejecimiento de la población plantea retos significativos en cuanto a infraestructura y atención médica. En este contexto, se subrayó que la participación de la UNACH en la RED-LYCIICEG representa una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en la región, promoviendo soluciones basadas en los últimos hallazgos de la investigación internacional y adaptadas a las realidades locales.
El rector de la UNACH, Oswaldo Chacón Rojas, destacó en su mensaje virtual que la inclusión de la universidad en esta red refleja el compromiso institucional con el bienestar social, la innovación educativa y el fortalecimiento de las políticas públicas en salud y atención a la tercera edad. Junto a él, participaron también Roberto Escalante Semerena, secretario general de la UDUAL, Florentino Pérez Pérez, secretario académico de la UNACH, y Carlos Miranda Videgaray, coordinador de la red, quienes coincidieron en la relevancia de trabajar de manera conjunta para resolver los desafíos que enfrenta la población envejecida de América Latina.
Texto: Yadira Fontes G.
Imagen: Facultad de Medicina Humana, Campus II
Hace quince años, la Universidad Autónoma de Chiapas dio un paso que marcaría su rumbo, apostó por la educación a distancia cuando aún era vista con escepticismo por muchos. En 2010, al integrarse al Sistema Nacional de Educación a Distancia (SINED) de la ANUIES, la UNACH se colocó a la vanguardia en el uso de tecnologías de la información y la comunicación como herramientas para llevar educación de calidad a todos los rincones del estado. Entonces, ya hablábamos de cobertura, de equidad, de modelos educativos propios y adaptados al contexto chiapaneco, diseñados para trascender barreras geográficas y sociales.
Hoy, en pleno 2025, esa visión se expande y se fortalece. La UNACH se reinventa con fuerza, con dirección y con propósito. Bajo el liderazgo del rector Oswaldo Chacón Rojas, la universidad ha emprendido una transformación profunda de su modelo educativo, alineado a los desafíos del siglo XXI. El nuevo proyecto, “Reinventando la UNACH”, no es solo un cambio de planes de estudio; es una apuesta por formar profesionales con sentido crítico, con conciencia ética y con competencias digitales que les permitan ser protagonistas del desarrollo.
Y en este nuevo modelo, la inteligencia artificial ocupa un lugar central. Ya no basta con usar la tecnología: ahora hay que comprenderla, aplicarla, innovar con ella. La UNACH no teme al cambio, lo abraza, y propone formar a sus estudiantes en un entorno donde la IA sea una herramienta para transformar la educación, la ciencia, la salud, la administración pública y todos los sectores productivos del país.
Esta reinvención no surge desde arriba, sino desde el diálogo. Se está construyendo con la participación de estudiantes, docentes, investigadores, egresados y aliados sociales. Se reconoce que la educación superior debe estar conectada con la realidad, con los sueños y con las necesidades de quienes viven en ella. Por eso, el nuevo modelo impulsa también una cultura de innovación digital, con visión ética y con un profundo compromiso social.
La UNACH de hoy camina hacia un futuro benévolo y de calidad. Con la misma esencia que hace 15 años la llevó a crear su propio modelo de educación a distancia, hoy mira al horizonte con ambición y responsabilidad. No se trata de moda tecnológica, sino de evolución consciente. La universidad no sólo forma profesionistas: forma ciudadanos capaces de transformar su entorno.
Reinventarse no es olvidar lo andado. Es tener la valentía de imaginar nuevos caminos y construirlos en comunidad. Y eso, justamente, es lo que está haciendo la UNACH: una universidad pública, con identidad chiapaneca, pero con los ojos puestos en el mundo.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada
Imágenes: archivo
La Universidad Autónoma de Chiapas reconoce con profundo orgullo la trayectoria y aportaciones de la Dra. María de Lourdes Gutiérrez Aceves, investigadora de la Facultad de Lenguas de nuestra casa y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI Nivel I), quien se ha consolidado como una voz imprescindible en la construcción de entornos educativos verdaderamente inclusivos en México.
Durante su participación en el programa institucional Investigación con Sello UNACH, la Dra. Gutiérrez compartió hallazgos que interpelan de manera directa a la comunidad educativa: aunque el 100% del profesorado en Chiapas se declara comprometido con la inclusión, subsisten importantes retos en la atención de estudiantes con autismo, TDAH, dislexia y otras diversidades funcionales.
“La inclusión no puede quedarse en el terreno de las buenas intenciones; requiere herramientas pedagógicas concretas, sistemáticas y sensibles”, subrayó con firmeza.
Su trabajo ha trascendido las aulas y los marcos institucionales. Uno de sus logros más significativos es el Programa Institucional de Educación Inclusiva diseñado para la Universidad de Quintana Roo, un proyecto que posiciona a la UNACH como referente nacional. Además, desde las Unidades de Vinculación Docente, ha formado a múltiples generaciones de profesores, quienes hoy desarrollan materiales didácticos innovadores que permiten transformar la teoría de la inclusión en una realidad cotidiana.
Las investigaciones de la Dra. Gutiérrez, publicadas en revistas especializadas como Lenguas en Contexto y Mesoamericana, son lectura obligada para quienes trabajan en la frontera entre la docencia y la equidad educativa. En sus textos, advierte sobre los desafíos que traerá consigo la implementación del Programa Rechazo Cero, señalando que:
“La mayor barrera no es económica ni tecnológica: es actitudinal. Si no cambiamos la forma en que vemos la diferencia, no cambiaremos nada.”
Con una mirada crítica y una convicción ética, la Dra. Gutiérrez ha recordado que “incluir no es un adjetivo, es un verbo que exige acción constante”. Su paso por la UNACH no solo deja huella académica, sino una semilla de transformación para los sistemas educativos del sur del país y más allá. Su labor, generosa y firme, inspira a docentes de todo México a comprender que la verdadera excelencia educativa se mide en la capacidad de hacer espacio para todos.
La comunidad interesada en conocer más sobre sus investigaciones puede acudir a la Facultad de Lenguas de la UNACH o consultar sus publicaciones disponibles en repositorios especializados.
"En la UNACH, la inclusión no es una meta futura: es un presente que construimos todos los días."
Texto: Claudia I. González Farrera
Imagen: UNACH
En el marco de la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) en Tuxtla Gutiérrez, el Gobernador del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, destacó un momento significativo en la historia de nuestra institución: la reforma constitucional que integró a la UNACH formalmente en la estructura orgánica del poder público del estado, asegurando su solidez y permanencia dentro del marco legal de Chiapas.
Con la mirada puesta en el futuro y en el fortalecimiento continuo de la UNACH, el Gobernador propuso al presidente del Congreso del Estado, Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, que la universidad sea distinguida con el título de "Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas". Esta distinción busca reconocer la invaluable contribución de la UNACH a la educación y al desarrollo del estado, resaltando su compromiso con la formación de profesionales y ciudadanos que transforman positivamente su entorno.
El título de "Benemérita" es un reconocimiento honorífico otorgado a instituciones que han prestado servicios eminentes a la sociedad. En México, algunas universidades que ostentan este título son la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Este reconocimiento no solo enaltece el prestigio de la institución, sino que también refuerza su compromiso con la sociedad y su papel en el desarrollo educativo y cultural de la región.
Además del reconocimiento simbólico, el título de benemérita fortalece la identidad institucional y el prestigio académico de estas universidades, lo que facilita la vinculación con otras instituciones nacionales e internacionales, abre oportunidades de cooperación interinstitucional, y respalda su legitimidad en la gestión de recursos y programas educativos. En contextos de evaluación y financiamiento, esta distinción puede ser un factor relevante para obtener apoyos extraordinarios o ampliar su influencia en políticas públicas de educación superior, consolidándolas como referentes del quehacer universitario en México.
La comunidad universitaria y la sociedad chiapaneca en general expresan su respaldo a esta iniciativa, considerando que la UNACH ha sido un pilar fundamental en la formación de profesionales comprometidos con el progreso de la entidad. Otorgar el título de "Benemérita" a la UNACH sería un justo reconocimiento a su trayectoria y aportaciones, además de fortalecer su identidad y prestigio a nivel nacional e internacional.
Esta iniciativa no solo reconoce el legado y la contribución de la UNACH, sino que también refuerza el compromiso de las autoridades con una educación superior de vanguardia. Al impulsar su crecimiento y prestigio, se fortalece su papel como un pilar clave en el desarrollo académico.
Texto: María del Carmen Nucamendi
imagen: UNACH
Por primera vez en la historia de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), una mujer ocupó la cátedra en la emblemática silla magna de madera, un espacio que hasta ahora había sido exclusivamente masculino. María del Carmen Alanís, consultora internacional en materia de derechos de las mujeres y democracia, impartió una conferencia sobre los derechos de las mujeres en la Constitución, destacando los avances y desafíos que persisten en la sociedad.
Este momento histórico se dio en el marco de la Cátedra “La Constitución y los derechos de las mujeres en México”, presentada en el Campus III de San Cristóbal de Las Casas. Donde Alanís Figueroa enfatizó que el avance en los derechos de las mujeres ha sido producto del esfuerzo de aquellas que denunciaron, se organizaron y visibilizaron la violencia de género. Gracias a ellas, se han logrado transformaciones jurisdiccionales y legales que han abierto espacios a otras mujeres.
Durante su intervención, Alanís enfatizó la brecha entre el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres y su aplicación en la vida cotidiana. Aunque México ha sido pionero en legislar sobre igualdad de género y derechos de las mujeres, en la realidad aún existen prácticas que obstaculizan su participación plena en la política y en la toma de decisiones. Uno de los ejemplos más notorios es la persistencia de la "pareja presidencial" en las alcaldías, donde las mujeres electas frecuentemente ven su autoridad desplazada por sus esposos o familiares.
En la lucha por la equidad Chiapas ha sido un estado que ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, especialmente en el ámbito de los sistemas normativos internos de las comunidades indígenas. Sin embargo, Alanís señaló que la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave en todo el país, y que el acceso a la justicia para las víctimas de violencia de género aún es insuficiente. La consultora destacó que es necesario fortalecer las instituciones encargadas de garantizar los derechos de las mujeres y fomentar un modelo de justicia que realmente proteja y repare los daños causados.
Alanís Figueroa subrayó la importancia de que las mujeres no solo participen en las elecciones, sino que también busquen espacios de toma de decisiones en los ámbitos académico, político y social. "Si nosotros no ejercemos ese derecho de votar, entonces se lo estamos dejando a otras personas, normalmente a otros hombres", afirmó. El derecho al voto no fue un regalo, sino una conquista histórica que ha costado décadas de lucha.
El panorama electoral actual presenta nuevos desafíos, especialmente con la reforma judicial en marcha. La experta criticó la forma en que se han afectado las carreras de muchas mujeres en el Poder Judicial, ya que sus trayectorias han sido desechadas sin considerar sus años de esfuerzo y experiencia. A su juicio, el objetivo de la paridad de género no es desplazar a los hombres, sino garantizar que mujeres y hombres compitan en igualdad de condiciones.
Con esta conferencia se dejó claro que, aunque existen avances legislativos importantes, la verdadera igualdad sólo será alcanzada cuando las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos sin miedo ni obstáculos, La UNACH, como formadora de nuevas generaciones de profesionales del derecho, tiene una responsabilidad clave en la promoción y defensa de estos valores.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada
Fotos: Luis Fabian Marín
En un contexto donde las desigualdades y las violencias estructurales siguen marcando la vida de millones de personas, la academia enfrenta un dilema ineludible: ¿es posible mantener una postura neutral ante las injusticias sociales? Para la Dra. Aída Hernández Castillo, profesora investigadora titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la respuesta es clara: el conocimiento debe ser una herramienta de transformación.
Bajo esta premisa, la Facultad de Ciencias Sociales de San Cristóbal de Las Casas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) se convirtió en el escenario de una profunda reflexión sobre el papel de la antropología feminista en la construcción de sociedades más justas. Durante la conferencia magistral Antropología feminista e investigación activista, la Dra. Hernández Castillo no solo compartió su experiencia de más de cuatro décadas en la intersección entre academia y activismo, sino que también hizo un llamado a las universidades, en particular a la UNACH, a asumir un papel más comprometido con la realidad social.
Para la investigadora, la antropología feminista no es solo un marco teórico, sino una propuesta metodológica, ética y política que desafía las estructuras de poder y busca incidir en la vida de las comunidades. Su intervención fue contundente: la academia no puede seguir siendo un espacio de producción de conocimiento descontextualizado, alejado de las problemáticas que afectan a los sectores más vulnerables. En este sentido, urge un replanteamiento profundo de la educación superior, donde la enseñanza y la investigación sean entendidas como un acto de compromiso con la justicia social.
Uno de los ejes centrales de su ponencia fue la necesidad de descolonizar los planes de estudio. La Dra. Hernández Castillo subrayó que las universidades mexicanas continúan dependiendo de teorías y enfoques desarrollados en el norte global, sin reconocer el valor del conocimiento producido por comunidades indígenas y sectores históricamente marginados. Incorporar estas perspectivas no solo enriquecería la formación de los estudiantes, sino que también contribuiría a la construcción de una academia más inclusiva y pertinente para la realidad latinoamericana.
El compromiso universitario, sin embargo, no puede limitarse a cambios curriculares. La investigadora enfatizó la importancia de que las instituciones de educación superior asuman un rol activo en la defensa de los derechos humanos. En este sentido, recordó el papel que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desempeñado en el acompañamiento de casos de feminicidio y violencia de género, no solo desde el ámbito legal, sino también mediante pronunciamientos públicos y acciones institucionales concretas. Su mensaje para la UNACH fue claro: es momento de que la universidad asuma su responsabilidad en la protección de su comunidad y en la generación de estrategias efectivas contra la violencia.
Más allá de un ejercicio académico, la conferencia de la Dra. Hernández Castillo representó un llamado urgente a repensar el papel de la universidad en la sociedad. En tiempos de crisis, la academia no puede ser un espacio de mera observación; debe ser un agente de cambio, un puente entre el conocimiento y la acción, un territorio donde la justicia y la equidad sean principios fundamentales. La UNACH tiene la oportunidad de consolidarse como una universidad comprometida con la transformación social. Para ello, es necesario que sus docentes, estudiantes e investigadores asuman el reto de construir un conocimiento que no solo explique la realidad, sino que también ayude a transformarla.
TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada
FOTOS: Luis Fabián Marín Madrigal
Con la convicción de que el liderazgo femenino transforma comunidades y fortalece instituciones, la nuestra universidad en marco a las conmemoraciones del mes de marzo puso en marcha el Taller de Acompañamiento para Mujeres Líderes Universitarias en el Sur de México, una iniciativa orientada a fortalecer las habilidades de liderazgo de docentes y administrativas que fungen como mentoras dentro de la universidad.
Coordinado por las profesoras investigadoras Ivonne Álvarez y Julieta Grajales, este programa reúne a 32 mentoras que desempeñan un papel clave en el acompañamiento académico y profesional de mujeres universitarias en áreas de STE+AM y Humanidades, incluyendo a estudiantes provenientes de comunidades indígenas. La propuesta toma como base la experiencia del proyecto "Mentoría en Acción", desarrollado en el marco del programa Mentoras en Ciencias para la Educación Superior, con financiamiento del British Council México 2023-2024.
El objetivo central de este taller es potenciar las capacidades de liderazgo de las participantes, proporcionándoles herramientas para guiar, inspirar y acompañar a nuevas generaciones de universitarias en su trayectoria académica y profesional. Más allá de la instrucción técnica, el programa busca consolidar una red de apoyo entre mujeres, donde la mentoría se convierta en un espacio de crecimiento mutuo y de impulso para el desarrollo profesional en un contexto marcado por desigualdades estructurales.
Un aspecto fundamental de esta iniciativa es su enfoque inclusivo, que considera las realidades específicas de las mujeres indígenas dentro de la educación superior. En este sentido, el taller se articula con estrategias que visibilizan y fortalecen la participación de estas estudiantes, promoviendo su acceso a oportunidades de formación y desarrollo profesional en igualdad de condiciones.
A lo largo del taller, las participantes abordarán estrategias de mentoría, liderazgo con perspectiva de género y desarrollo de habilidades interpersonales, con la intención de generar modelos de acompañamiento que puedan replicarse en distintas unidades académicas. Además, se fomentará la reflexión en torno a los desafíos que enfrentan las mujeres en la educación superior y en el ámbito profesional, proponiendo soluciones que reduzcan brechas de género y propicien entornos universitarios más equitativos.
El impacto de este programa trasciende las aulas, ya que contribuye al fortalecimiento de una comunidad universitaria más inclusiva, donde las mujeres puedan acceder, permanecer y destacar en sus áreas de estudio y trabajo. La mentoría no solo proporciona herramientas académicas y profesionales, sino que también refuerza la confianza y la autonomía de las estudiantes, permitiéndoles enfrentar con mayor seguridad los retos de su formación y su futura inserción laboral.
Con este esfuerzo, la UNACH reafirma su compromiso con la equidad de género, consolidando su papel como una institución promotora del liderazgo femenino en la educación superior. A través de iniciativas como esta, la universidad avanza en la construcción de un modelo educativo más inclusivo, solidario y equitativo, donde las mujeres tengan un papel central en la producción del conocimiento y en la transformación social.
Texto: Yadira Fontes García
Imágen: UNACH
Introducción
El Día Internacional de la Mujer, tiene sus raíces en las luchas de las mujeres por la igualdad, la justicia y condiciones laborales dignas. Uno de los eventos más simbólicos es el incendio ocurrido el 25 de marzo de 1911 en la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, donde murieron 146 trabajadoras, en su mayoría jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años, debido a las precarias condiciones laborales y a que las puertas de salida estaban cerradas para evitar robos y descansos no autorizados (NFPA, 2024). Este hecho estremeció a la sociedad y se convirtió en un emblema de la lucha obrera femenina. Previamente, el 28 de febrero de 1909, Estados Unidos celebró el primer Día Nacional de la Mujer, organizado por el Partido Socialista de América, y en 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, se propuso instaurar un día internacional de la mujer trabajadora (Amilpas, 2023).
La propuesta fue acogida por más de 100 mujeres de 17 países y se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en varias naciones europeas (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, 2018). Más adelante, en 1917, las protestas de mujeres rusas bajo el lema “Pan y Paz” desencadenaron una huelga masiva que marcó el inicio de la Revolución Rusa; ese día fue el 8 de marzo según el calendario gregoriano, consolidando la fecha como símbolo de lucha y resistencia (Fernandez Astobiza, 2022). La Organización de las Naciones Unidas adoptó oficialmente el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer en 1977, reconociendo su importancia como jornada de reflexión y acción por los derechos de las mujeres (ONU Mujeres, 2025; UNESCO, 2025). Por lo que esta fecha no debe ser vista como una celebración, sino como una conmemoración de la memoria histórica de miles de mujeres que han luchado y en muchas ocasiones han dado su vida por un mundo más justo e igualitario.
El 8M y la memoria histórica ausente
Cada año, el 8 de marzo satura las redes sociales digitales con mensajes e imágenes coloridas, flores, felicitaciones y frases como “Feliz Día de la Mujer”, pero ¿cuántas personas saben realmente por qué se conmemora esta fecha?
Como profesores universitarios de las licenciaturas en Ingeniería en Desarrollo y Tecnologías de Software y Sistemas Computacionales de la Universidad Autónoma de Chiapas decidimos realizar una encuesta rápida entre estudiantes y colegas con el propósito de conocer cuántas personas comprenden realmente el significado del 8 de marzo. La motivación surgió ante la saturación de redes sociales con mensajes de felicitación por el “Día de la Mujer” y la réplica de quienes enfatizan que no es una fecha para felicitar, sino para conmemorar la lucha histórica por los derechos de las mujeres. La encuesta, inicialmente dirigida a la comunidad universitaria, se compartió ampliamente entre conocidos y en redes sociales, alcanzando un total de 794 respondientes.
Sus resultados revelaron datos significativos sobre el nivel de conocimiento de la conmemoración. Aunque el 99.5% de los participantes identificó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, un 32.8% aún cree que la fecha puede celebrarse con fiestas y felicitaciones, lo que indica una comprensión parcial de su significado. Además, el 48.1% de los encuestados no pudo mencionar algún acontecimiento histórico que diera origen a esta conmemoración, lo que sugiere la necesidad de reforzar la educación y difusión sobre la historia y el contexto de la lucha por los derechos de las mujeres.
Estos datos evidencian un fenómeno común: recordamos la superficie, pero no el fondo. El incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, las huelgas obreras y las movilizaciones feministas del siglo XX han quedado fuera del conocimiento colectivo, posiblemente porque rara vez se abordan en las aulas o medios de comunicación.
¿Conmemoración o celebración?
Uno de los hallazgos más reveladores es la confusión entre conmemorar y celebrar: 92% de los encuestados consideró que el 8M es una conmemoración, no un festejo. No obstante, al preguntar sobre la forma de celebrarlo, muchos todavía optan por regalar flores o felicitar “por ser mujer”, prácticas que diluyen el propósito fundamental de este día.
Esta dualidad en las respuestas pone en evidencia cómo la desinformación que se disemina a través de las redes sociales digitales han convertido esta fecha en un evento social. Como sociedad, es necesario reflexionar si la frase “Feliz Día” es la más adecuada, o si se debiese optar por mensajes como “Sigamos luchando por la equidad de género”.
¿Cómo debería conmemorarse el 8M?
A pesar de los desaciertos, hay señales positivas ya que más del 85% considera que lo más importante del 8 de marzo es reflexionar sobre los derechos y la igualdad de género, y la mayoría señaló que asistir a conferencias o participar en actividades educativas es una forma significativa de conmemorar la fecha.
Este dato abre una oportunidad: la educación y la participación activa siguen siendo caminos posibles para resignificar el 8M, especialmente entre las juventudes. Sin embargo, para lograr un cambio profundo, es necesario que estas iniciativas trasciendan las aulas y se conviertan en políticas públicas y campañas constantes, no solo eventos anuales alusivos a esta fecha.
¿Quiénes entienden mejor el 8M?
El análisis cruzado por sexo biológico y edad muestra que las mujeres jóvenes entre 15 a 25 años, tienen mayor claridad sobre el significado del 8 de marzo, mientras que algunos hombres y personas de mayor edad tienden a verlo más como una fecha para celebrar con regalos.
Este patrón sugiere que las nuevas generaciones están más expuestas a discursos feministas y educación con perspectiva de género, aunque todavía existen resistencias culturales que dificultan su plena comprensión y apropiación crítica.
Conclusión
El 8 de marzo no es una fecha para regalar flores, sino para visibilizar desigualdades, denunciar violencias y exigir derechos. Si bien los datos reflejan avances en la conciencia colectiva, también evidencian vacíos informativos que se deben de atender con urgencia. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de rescatar el sentido original del 8M: una lucha histórica que aún no termina. Cambiar la narrativa, dejar de felicitar y empezar a actuar, podría ser el primer paso para honrar verdaderamente a las mujeres que han luchado por los derechos de las mujeres.
Referencias:
UNESCO. (2025, marzo 8). Día Internacional de la Mujer. https://www.unesco.org/es/days/women
Texto: Gutiérrez Espinosa Enrique; Garzón Clemente Rebeca; Trujillo Santos Luis Alejandro; González Scarpulli Daniel
Imágen: IA
La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) destaca el papel fundamental de las mujeres en la educación superior, donde actualmente representan la mitad de la comunidad estudiantil. Según datos de la Dirección General de Planeación, en los últimos años se ha registrado un incremento significativo en la matrícula femenina, consolidando su presencia en la academia y su impacto como agentes de cambio. Este crecimiento refleja no solo el avance hacia la igualdad de oportunidades, sino también el talento, la dedicación y la determinación de las estudiantes unachenses.
El impacto de este crecimiento se refleja en el egreso y la titulación, donde las mujeres han demostrado una presencia destacada. En el nivel de pregrado, el 50.8% de las personas egresadas son mujeres, lo que equivale a 2,112 de un total de 4,157 estudiantes. En cuanto a la titulación, el 44.78% de los graduados son mujeres, sobresaliendo en modalidades como seminario y tesis. Estos datos reflejan no solo el esfuerzo académico de las estudiantes, sino también la importancia de seguir impulsando políticas que fortalezcan su permanencia y desarrollo profesional.
En términos de representación por áreas del conocimiento, las mujeres han logrado consolidarse en disciplinas como educación y humanidades, donde constituyen el 67.07% del total de egresados, así como en ciencias sociales y administrativas, con un 55.28%, y en ciencias de la salud, con un 56.04%. Sin embargo, persisten brechas de género en otras áreas como ciencias agropecuarias, donde solo el 36.88% de los egresados son mujeres, ciencias naturales y exactas, con un 27.50%, e ingeniería y tecnología, donde la presencia femenina alcanza apenas el 30%.
En términos de titulación, las cifras reflejan tendencias similares, con un predominio femenino en educación y humanidades, mientras que en ciencias agropecuarias y en ciencias naturales y exactas, la proporción sigue siendo menor en comparación con sus compañeros varones.
Conscientes de la importancia de reducir estas brechas y fortalecer la equidad en la educación superior, la UNACH ha implementado diversas iniciativas para fomentar la participación de las mujeres en todas las áreas del conocimiento. Una de estas acciones es el curso "Participación de las Mujeres en las Distintas Disciplinas: Causas y Consecuencias de su Ausencia", dirigido a personal docente y administrativo, con el propósito de visibilizar el papel fundamental de las mujeres en la academia y generar estrategias que promuevan su inclusión en todos los ámbitos del quehacer universitario.
La UNACH continúa trabajando en la transversalización de la perspectiva de género en sus planes de estudio, en la creación de espacios más equitativos y en el reconocimiento del talento femenino en todas sus disciplinas.
TEXTO: María del Carmen Nucamendi estrada.
CARTEL: Planeación