Nativo digital, semilla y fruto de una de las generaciones más brillantes, en un momento cumbre de la civilización humana, Roliber Escobar, estudiante de la Escuela de Ciencias Químicas de Ocozocuautla, con su dedicación y visión conquistó el Space Settlement Design Tournament 2024 (SSDT) y representó a México en una competencia internacional organizada por la NASA.
Su historia, marcada por la convicción de que "desde pequeño supe que la ciencia puede cambiar realidades, empezando por la mía", es una fuente de inspiración a toda la comunidad universitaria.
Un Proyecto Visionario para la Humanidad
Desde hace un año, Roliber colabora con SpacePort MX en el diseño de hábitats espaciales innovadores. Su proyecto, “Un asentamiento autosustentable en Marte”, incluye sistemas de reciclaje de agua, producción de alimentos y protección contra la radiación, utilizando materiales locales para garantizar su viabilidad a largo plazo.
"Nuestro objetivo es crear soluciones prácticas para habitar otros planetas. Es un honor competir en Florida (EE.UU.) del 25 al 30 de julio, compartiendo ideas con expertos de la NASA y equipos de todo el mundo", comenta Roliber.
Orgullo de Origen: Unión Buenavista
Originario de Unión Buenavista, una comunidad en la Sierra Madre de Chiapas, Roliber demuestra que los sueños no tienen fronteras:
"Vengo de un rinconcito olvidado del país, pero eso no limita lo que podemos lograr. Quiero inspirar a otros jóvenes a creer que el lugar donde nacen no define hasta dónde pueden llegar."
Reconocimiento Internacional
Su destacada participación en el SSDT 2024 ha sido avalada con un certificado firmado por:
- Catalina Ramírez Vázquez, CEO de SpacePort MX.
- Dr. Fredrich Jenet, Director Ejecutivo de Expanding Frontiers.
Este logro valida su innovación en diseño espacial y abre puertas a oportunidades académicas y profesionales en el ámbito aeroespacial.
Mensaje a las Nuevas Generaciones
Con voz emocionada, Roliber comparte un mensaje contundente para los jóvenes de Chiapas y México: "La ciencia necesita sus manos, sus ideas y su pasión. El futuro no se espera... ¡se construye! No importa de dónde vengas, lo que cuenta es la actitud, el trabajo duro y las ganas de aprender."
Roliber no se detendrá aquí. Su próximo objetivo es especializarse en bioingeniería y hábitats extremos, con la meta de colaborar en agencias como la NASA o la ESA. "Este torneo es solo el comienzo. Quiero seguir aportando a la exploración espacial y demostrar que México tiene mucho que ofrecer al mundo", concluye.
Portar la camiseta Ocelote de la UNACH y representar a Chiapas en escenarios globales es, para Roliber, un símbolo de compromiso, esfuerzo y la prueba de que los sueños más grandes pueden alcanzarse desde cualquier lugar.
Texto: Claudia I. González Farrera
Imágenes: UNACH