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Septiembre 2025


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“La movilidad estudiantil representa una estrategia fundamental para la formación de profesionales capaces de desenvolverse en contextos globales. La experiencia de Yeshua en Colombia ejemplifica nuestro compromiso con la educación sin fronteras.”

 

Yeshua Hassan Toledo Bautista, estudiante destacado de la Licenciatura en Ciencias Administrativas del Campus IX ubicada geográficamente en el municipio de Arriaga de nuestra universidad, realiza una movilidad académica en la Universidad de Boyacá, Colombia, como parte del Programa de Intercambio Estudiantil que ambas instituciones mantienen vigente.

Este programa, alineado con los objetivos de internacionalización de la UNACH, ofrece a las y los estudiantes la oportunidad de complementar su formación profesional mediante la inmersión en sistemas educativos y culturales diversos, fortaleciendo las competencias globales necesarias en el entorno laboral contemporáneo.

La estancia, correspondiente al semestre 2025-B, contempla la acreditación de materias afines al plan de estudios de la licenciatura, la participación en proyectos de investigación colaborativa, así como actividades de vinculación con el entorno socioeconómico de la región boyacense.

Yeshua Hassan Toledo forma parte de un grupo selecto de estudiantes que han cumplido con los requisitos académicos y de dominio lingüístico establecidos por la Universidad, reflejando el compromiso institucional con la excelencia y la formación integral.

La Universidad de Boyacá, fundada en 1979, es reconocida a nivel nacional por la calidad de sus programas en ciencias administrativas y económicas, lo que enriquece significativamente la experiencia formativa del estudiante chiapaneco.

Por su parte, la UNACH, a través de la Coordinación General de Relaciones Interinstitucionales, mantiene activos más de 35 convenios de colaboración con instituciones de educación superior en 12 países, consolidándose como una de las universidades públicas mexicanas con mayor proyección en movilidad estudiantil en América Latina.

Contexto institucional

  • La UNACH cuenta con 42 programas de licenciatura y 55 de posgrado.
  • Mantiene convenios de colaboración con instituciones en España, Francia, Argentina, Brasil, Canadá y Colombia, entre otros países.
  • El 12% de su matrícula de licenciatura participa en programas de movilidad nacional e internacional.

 

Texto: Yadira Fontes García.

Imágenes: CGRI UNACH



Publicado en Septiembre

Nuestra alma mater y el Ayuntamiento de Pijijiapan firmaron un Convenio General de Colaboración para la realización del Estudio Técnico que permitirá obtener la Indicación Geográfica (I.G.) del Quesillo de Pijijiapan, un producto emblemático de la región costera de Chiapas y símbolo de la riqueza cultural y gastronómica local.

 

El acuerdo fue suscrito por el rector, doctor Oswaldo Chacón Rojas, y el presidente municipal, Carlos Alberto Albores Lima, en un acto acompañado por el subsecretario de Comercio de la Secretaría de Economía y Trabajo, Conrado de la Cruz Selvas, así como por miembros del Cabildo, quienes respaldaron esta iniciativa orientada a proteger y valorizar nuestro patrimonio alimentario.

 

Durante su intervención, el rector destacó que la universidad mantiene un compromiso firme con el desarrollo económico y social de Chiapas, identificando potenciales productivos y fortaleciendo la vinculación con los sectores estratégicos del estado. En sus palabras, “este convenio refleja cómo nuestra institución puede contribuir directamente a la proyección y consolidación de los productos locales, impulsando tanto la economía como la identidad cultural”.

 

Por su parte, el presidente municipal Albores Lima subrayó que el quesillo de Pijijiapan es mucho más que una fuente de empleo: es un elemento central de la identidad de la comunidad, y su reconocimiento mediante la Indicación Geográfica permitirá fortalecer su presencia a nivel nacional e internacional, generando oportunidades para productores y artesanos locales.

 

El subsecretario Conrado de la Cruz Selvas destacó que este acuerdo establece un precedente en la protección de la propiedad industrial de los productos chiapanecos, contribuye a profesionalizar a los productores y garantiza la autenticidad del quesillo para los consumidores, asegurando que el sabor y la tradición de este emblemático alimento continúen siendo reconocidos como patrimonio cultural y gastronómico.

 

Este convenio reafirma la vocación de nuestra universidad, la más grande de Chiapas, de vincular la academia con el desarrollo regional, impulsando proyectos que combinan conocimiento, identidad y sostenibilidad, en beneficio de la comunidad felina y de toda la región costera.

 

 

Texto: Yadira Fontes García

Imágenes: UNACH

Publicado en Septiembre

Hablar de suicidio nunca es fácil, pero es necesario. En las universidades, donde la juventud debería ser sinónimo de sueños y proyectos, también se libran batallas silenciosas que pocas veces se nombran. Ricardo Montoya, psicólogo con amplia formación en desarrollo humano, psicología clínica, de la salud y educación, de la Secretaría para la Inclusión Social y Diversidad Cultural (SISyDIC) de esta casa de estudios, compartió con la comunidad universitaria algunas reflexiones sobre este tema que nos interesa a todos.



Montoya explica que identificar a un joven en riesgo de suicidio no siempre es fácil, pues muchos no muestran señales claras. Sin embargo, frases como “ya no quiero vivir” deben tomarse con total seriedad, porque pueden cumplirse. Entre las alertas están el bajo rendimiento escolar, ausencias constantes, aislamiento o cambios drásticos en el ánimo, ya sea tristeza profunda o enojo. Para el psicólogo, es urgente romper el mito de que “el que lo dice solo busca la atención de los demás”.

 

El reto de construir una red de apoyo

 

En la universidad, los estudiantes conviven más tiempo con sus maestros y compañeros que con sus propias familias. Sin embargo, muchos profesores no intervienen al considerar que los universitarios ya son adultos. A esto se suma que gran parte de los alumnos son foráneos y viven solos, sin familiares cercanos a quienes acudir en caso de crisis.

 

Montoya propone que las universidades pidan a mitad del semestre contactos de confianza de cada estudiante, para tener a quién acudir si deja de asistir o muestra cambios preocupantes. Muchas veces detrás de una crisis hay problemas de pareja, drogas o violencia que los jóvenes prefieren ocultar y que por lo general los amigos son quienes saben.

Asimismo, señala que el docente es clave porque es quien observa de cerca al alumno, si llora, se aísla o cambia de conducta. Su papel no es resolverlo todo, sino canalizarlo a las instancias adecuadas. Hoy, a diferencia del pasado, hay más apertura institucional para cuidar a los estudiantes.

Avances en la UNACH

 

En la UNACH ya se han dado pasos importantes. Existe un área de acompañamiento psicoemocional en cada unidad académica, con al menos una psicóloga para atender casos de manera breve el entrevistado nos comenta que son cinco sesiones aproximadamente que se les ofrece a los estudiante y despues se canaliza cuando es necesario. También se organizan pláticas, talleres y conversatorios de carácter preventivo.

 

El reto, reconoce Montoya, es que muchos alumnos aún no saben a dónde acudir ni qué alcance tiene este apoyo. La difusión y la cercanía siguen siendo tareas pendientes.



Uno de los grandes obstáculos es la idea de que pedir ayuda es signo de debilidad. Muchos jóvenes traen la enseñanza de no llorar, ni quejarse, ni pedir ayuda. Aquí debemos decirles lo contrario, pueden hablar, pueden buscar apoyo, y no serán juzgados.

 

Las causas detrás de un intento suicida, en muchos casos, son temas que sí pueden manejarse, ya sea una ruptura de pareja que se vive como un divorcio, la presión de reprobar materias, un chantaje, o el sentimiento de no estar cumpliendo las expectativas de éxito que imponen las redes sociales.

 

“Lo más triste, afirma Montoya, es que son problemas manejables, pero los jóvenes se sienten solos para enfrentarlos”.



Segun datos del INEGI en su comunicado de prensa de la estadística a propósito del día mundial del suicidio, emitida el  8 de septiembre de 2025. señalan que en 2024 se registraron 8,856 suicidios en México, una tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes, mayor que en años anteriores. 

 

La cifra fue más alta en hombres (11.2) que en mujeres (2.6). El grupo más afectado es de 15 a 29 años (10.2), seguido del de 30 a 44 (10.7). Los estados con mayores tasas fueron Chihuahua (16.4), Yucatán (16.2) y Aguascalientes (14.3), mientras que Guerrero (1.6), Chiapas (4.6) y Veracruz (5.6) registraron las más bajas. Aunque Chiapas aparece con cifras menores, cada vida perdida recuerda la urgencia de trabajar en la prevención.

 

Un llamado a la empatía

 

Montoya recuerda a los estudiantes que la vida es única y que los tropiezos, como reprobar o perder una relación, no lo definen todo; pedir ayuda es un acto de fortaleza. Para la comunidad unachense, el llamado es a la empatía, una conversación o un desahogo puede cambiar el momento de alguien. 

 

El reto es enorme por eso la universidad trabaja y avanza poco a poco en estos programas de atención a la comunidad universitaria  con empatía y solidaridad, ya que escuchar a nuestros jóvenes puede marcar la diferencia entre la desesperanza y una nueva oportunidad para vivir.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada

Imagen:  Luis Fabián Marín Madrigal

Publicado en Septiembre

En el marco del Jubileo de Oro de nuestra universidad, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Campus II, rindió homenaje al doctor  Mario Hidalgo Ruiz, egresado distinguido y docente de esta casa de estudios, mediante la develación de una placa en el Muro de Reconocimientos de la facultad.

 

Este acto, avalado por acuerdo del H. Consejo Técnico, constituye un reconocimiento institucional al compromiso, la constancia y la excelencia académica de uno de sus más destacados investigadores, recientemente distinguido con el Premio al Mérito Estatal como Joven Investigador, otorgado por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno del Estado de Chiapas.

 

Un reconocimiento que inspira

 

Durante su mensaje, el director de la Facultad, Dr. Hernán Mandujano Camacho, subrayó que este espacio conmemorativo “no crea premios, sino que visibiliza los logros que reflejan la calidad de la educación y el talento de la comunidad universitaria”.

Destacó además que cada nombre inscrito en este muro honra la trayectoria del profesorado, inspira a las y los estudiantes y reafirma la confianza en la formación que la UNACH ofrece desde hace 50 años en la educación veterinaria en Chiapas.

 

Trayectoria académica y científica

 

El Dr. Mario Hidalgo Ruiz es Médico Veterinario Zootecnista egresado de la UNACH, Campus II.
Posteriormente cursó la Maestría en Ciencias de la Salud y Producción Animal en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Doctorado en Ciencias Biológicas en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde se graduó con mención Magna cum laude.

 

Desde 2019, se desempeña como docente e investigador en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNACH, consolidando una línea de trabajo enfocada en la inmunología veterinaria.
Su labor ha sido reconocida en distintos espacios internacionales, entre ellos:

  • Premio de la Asociación Argentina de Inmunología Veterinaria (2017),

  • Norval-Young Award de la Society for Tropical Veterinary Medicine (2018), y

  • Primer Lugar en Investigación de la Universidad Veracruzana (2018).

 

Asimismo, cuenta con publicaciones en revistas especializadas y capítulos de libros que reflejan su aportación al desarrollo del conocimiento científico en su campo.

 

Con este reconocimiento, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia reafirma su compromiso de honrar la excelencia académica y científica de su comunidad, convencida de que cada historia de éxito fortalece la identidad universitaria y proyecta la calidad de la formación que distingue a la UNACH.

 

A 50 años de su fundación, la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas mantiene vigente su lema: “Por la conciencia de la necesidad de servir.”

 

Un ejemplo vivo de esa filosofía es el Dr. Mario Hidalgo Ruiz, un MVZ hecho en la UNACH, Campus II, cuya trayectoria honra el pasado, inspira el presente y proyecta el futuro de la educación veterinaria en Chiapas.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada
Imágenes: Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNACH

Publicado en Septiembre

Con su venia, diputado presidente; saludo a quienes nos acompañan en este recinto, que es la casa de todas y todos los chiapanecos; a quienes nos siguen a través de las distintas plataformas digitales; a los representantes de los medios de comunicación; a los invitados especiales y, en particular, al Dr. Osvaldo Chacón Rojas, rector de la UNACH.

 

Honorable Asamblea, la educación es sin duda la herramienta más poderosa para cambiar al mundo, y vaya que la Universidad Autónoma de Chiapas lo ha hecho durante los últimos 50 años. La distinción que hoy se consuma en este recinto para la máxima casa de estudios de nuestro estado es un justo reconocimiento al legado y a la contribución que dicha institución ha hecho al desarrollo educativo, cultural, social y científico en Chiapas.

 

Y es que la UNACH ha sido una pieza clave para el profesionalismo de numerosas generaciones de chiapanecos y chiapanecas, con más de 120,000 egresados que han llevado su preparación y talento a todo Chiapas, México y, por supuesto, a otras partes del mundo, porque la Universidad Autónoma de Chiapas es mucho más que aulas y talleres: es un semillero de conocimiento, de conservación cultural e investigación científica.

 

Ahí se han gestado innumerables aportaciones de gran valor, con 162 cuerpos académicos registrados en el Sistema Nacional de Investigadores, alrededor de 38 festivales artísticos y culturales al año y una producción editorial de 56 publicaciones anuales. Actualmente, más del 40% de la producción científica de Chiapas se genera ahí, en la Universidad Autónoma de Chiapas, contando hoy con 38 proyectos de investigación en curso, sin olvidar, desde luego, la contribución que innumerables egresados destacados han hecho desde lo individual, a lo largo del último medio siglo, para consolidar el prestigio de tan importante institución.

 

Por eso, la distinción de benemérita resulta más que merecida y es relevante porque nombrarla así es ahora un recordatorio permanente de su legado y de su importancia, pero también de la obligación que tenemos todas y todos para protegerla, respetar su autonomía e impulsar desde el estado su mejora constante. Desde ahora llevará "benemérita" en su nombre porque así lo ha demostrado con su innegable contribución social, su vinculación comunitaria y su constante aportación a la búsqueda de soluciones para los grandes problemas de Chiapas como una institución madura y consolidada.

 

Por ello, desde mi representación parlamentaria, expreso mi reconocimiento a esta justa iniciativa emanada del ejecutivo estatal, así como del rector y, desde luego, mis felicitaciones a la enorme comunidad universitaria de la que hoy será nuestra Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas. ¡Enhorabuena, vamos ocelotes hasta el final con Chiapas! Es cuanto.

Publicado en Junio

Con su venia, diputado presidente; compañeras de la Mesa Directiva; legisladoras, legisladores; comunidad unachense que está presente el día de hoy; compañeros y compañeras de la causa.

 

Hoy se pone a consideración un hecho histórico el cual estará tatuado en la memoria colectiva de Chiapas. Esta legislatura se convierte en testigo y en aliado de un acto de justicia: el reconocimiento de la Universidad Autónoma de Chiapas como benemérita. Una palabra que encierra grandeza y compromiso, que honra el pasado pero desafía el presente, que no se otorga por costumbre sino por mérito, legado y, por supuesto, servicio.

 

Me presento no solamente como diputada, sino como hija de esta universidad, como egresada que vivió en sus aulas el poder transformador del conocimiento, como una mujer chiapaneca que encontró en esta casa de estudios no solo formación académica sino también dirección, sentido y propósito.

 

Es, pues, la UNACH más que una institución; es historia viva, es territorio de libertad, pensamiento crítico, de encuentro intercultural; es semillero, como lo han dicho otros compañeros, de esperanza; es protagonista silenciosa pero firme de la transformación social, cultural y científica del estado chiapaneco.

 

Aquí se forman médicos que curan con ética, ingenieras que resuelven con creatividad, abogados que defienden con valentía, maestras que enseñan con el alma y, por supuesto, arquitectos que trazan detalladamente todos sus sueños.

 

Aquí se construye Chiapas todos los días, en cada aula, en cada laboratorio, en cada comunidad. Por eso, este reconocimiento como benemérita no es solo una distinción simbólica; es un acto de afirmación identitaria, es decirle a México, al mundo que en Chiapas hay talento, ciencia y futuro, y que ese futuro se está forjando con rigor y, por supuesto, amor desde esta gran universidad.

 

Agradezco y reconozco a nuestro gobernador, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, por su decidido respaldo a esta causa, a su acompañamiento en el proceso que no solo valida el valor académico de la UNACH, sino que honra su propio compromiso con la educación como pilar de justicia social y humanismo.

 

Hoy Chiapas se suma al selecto grupo de entidades donde una universidad pública lleva este digno título de benemérita, pues es la UNACH, sí, nuestra UNACH, la segunda del sureste de nuestra República Mexicana.

 

Hoy Chiapas puede decir en conjunto que ese lema que se ha dicho desde 1976 nos invita a comprender con el alma, empatía activa y servicio a la vida: "Por la conciencia de la necesidad de servir".

 

¡Que viva entonces nuestra máxima casa de estudios, motor de justicia y dignidad! Es cuánto, diputado presidente.



Publicado en Junio

Con su venia, diputado presidente; compañeras y compañeros legisladores; medios de comunicación que nos acompañan y público general aquí presente.

 

Me dirijo a esta honorable tribuna con el corazón lleno de orgullo, con la convicción de que hoy escribiremos una página luminosa en la historia de Chiapas. No todos los días se reconoce de manera oficial lo que desde hace décadas ha sido evidente para el pueblo chiapaneco: el invaluable aporte de la Universidad Autónoma de Chiapas a la educación, a la cultura, a la ciencia y al desarrollo de nuestro estado. Hoy se escribe con tinta indeleble la historia educativa de Chiapas.

 

Porque celebrar a la Universidad Autónoma de Chiapas como benemérita es honrar a esas generaciones que, desde 1974 y aún antes —desde 1826 con la Universidad Literaria—, han convertido las aulas en fuentes de justicia, conocimiento y esperanza para nuestra tierra. La UNACH no nació hace apenas medio siglo; es la heredera directa de la Universidad Literaria de Chiapas, fundada en 1826, la primera institución de educación superior en nuestro estado. Dos siglos después, ese árbol sigue dando frutos, y esos frutos son miles de chiapanecas y chiapanecos que han egresado de sus aulas y han transformado sus comunidades.

 

Desde su fundación, la universidad ha sido mucho más que un centro de educación superior: ha sido refugio de pensamiento libre, taller de saberes, fuente de líderes y cuna de esperanza para miles de jóvenes chiapanecos y mexicanos. Ha estado al lado de las causas justas, promoviendo la inclusión, la equidad y el desarrollo sostenible.

 

Ese legado hoy es un legado vivo y no se mide solo en estadísticas sino en historias. Historias de hijas e hijos de campesinos, de jóvenes indígenas, de madres solteras, de obreros que encontraron en la UNACH no solo un título sino un propósito, porque en sus aulas se gestaron no solo profesionistas, sino también valores, justicia, identidad y servicio. Por ello, hoy celebramos con orgullo y emoción el justo reconocimiento a esa trayectoria de excelencia, entrega y compromiso.

 

Hoy la historia le otorgará un título que no solo honra su pasado, sino que fortalece su presente y engrandece su futuro: Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas. Este reconocimiento es para ellas y ellos, para quienes llevan con orgullo en el pecho a su alma máter, para quienes, más allá del aula, representan a la UNACH con excelencia y compromiso. De ahí han salido grandes cuadros políticos, científicas, jueces, artistas, médicas, líderes sociales, todas y todos servidores de Chiapas formados bajo la bandera del conocimiento.

 

Este Congreso no solo otorgará un reconocimiento, sino que reafirma un pacto social profundo con la educación pública. La UNACH ha sido, incluso en los momentos más difíciles, un faro de oportunidades, manteniendo sus puertas abiertas para que las hijas y los hijos del pueblo de Chiapas puedan convertirse en profesionales comprometidos con el desarrollo y el bienestar de nuestra sociedad. Esta trayectoria institucional es testimonio de grandeza y compromiso con nuestra gente.

 

Y hoy Chiapas se sumará con orgullo a un selecto grupo de universidades beneméritas, no por imitación sino por justicia, porque si alguna universidad ha sembrado conocimiento con vocación social es la Universidad Autónoma de Chiapas.

 

Pero esta distinción no debe quedarse en lo simbólico; debe traducirse en resultados reales, tangibles para quienes integran y sueñan con formar parte de la que será Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas.

 

Desde la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional, y con el respaldo respetuoso de las demás fuerzas políticas representadas en este Congreso, así como con el acompañamiento de nuestro señor gobernador, impulsaremos las gestiones necesarias para que este reconocimiento se transforme en políticas públicas que fortalezcan de manera estructural la máxima escuela de estudios de Chiapas.

 

Este nombramiento no es una concesión gratuita; es el fruto de décadas de esfuerzo colectivo, de sacrificios compartidos, de luchas por la autonomía, la libertad de cátedra y el acceso universal al conocimiento. Ser benemérita significa haber servido con honor, con valentía y con resultados a la sociedad chiapaneca. A la comunidad universitaria: estudiantes, académicos, personal administrativo, exalumnos, investigadores y autoridades, gracias, gracias por su entrega, por su perseverancia, por su amor a Chiapas y por demostrar que la educación es y seguirá siendo la herramienta más poderosa de transformación.

 

Y les digo con respeto y admiración: siéntanse orgullosas y orgullosos, este honor también es suyo. Su entrega, su compromiso y su pasión han hecho esto posible en este momento que será recordado.

 

Mi gratitud profunda al Dr. Osvaldo Chacón Rojas, rector hoy de la que será Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas, por el compromiso y su responsabilidad con la que ha conducido a la máxima casa de estudios. Su liderazgo ya comienza a dejar huellas en el fortalecimiento institucional y el rumbo académico de la universidad que hoy, con justicia, recibirá tan alta distinción.

 

A la juventud que hoy llena las aulas, les digo, les decimos que este es y será su legado. Llévenlo con dignidad, con responsabilidad y con el compromiso de seguir construyendo una universidad cada día más incluyente, más humana y más comprometida con el pueblo.

 

Y quiero reconocer el gran trabajo del señor gobernador del estado de Chiapas, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, porque este acto también quedará como parte de su legado histórico. Su respaldo a la educación pública, su sensibilidad por acompañar esta distinción y su impulso al desarrollo académico serán recordados con gratitud por la comunidad educativa de Chiapas y por todo Chiapas.

 

Muchas gracias.



Publicado en Junio

Muy buenas tardes a todas y a todos. Con tu permiso, presidente; compañeras y compañeros legisladores; Doctor Osvaldo Chacón Rojas, rector de la UNACH; invitados e invitadas especiales.

 

Hoy subo a esta tribuna para hablar con el corazón y con la memoria viva de un pueblo que ha encontrado en la educación una vía profunda de transformación social; para hablar de una institución que no solo ha formado profesionistas, sino que ha forjado generaciones enteras con identidad, con orgullo, con raíces bien plantadas en el alma chiapaneca. Me refiero, por supuesto, a nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Chiapas, la UNACH.

 

Desde el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), nos posicionamos a favor con total entusiasmo y convicción de la propuesta de otorgar a la UNACH el título de Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas, porque este reconocimiento no es un trámite honorífico, es un acto de justicia histórica, es una manera de rendir honor a su legado, a todo lo que esta universidad ha hecho y que sigue haciendo por el bienestar de Chiapas.

 

Quienes conocemos el origen de la UNACH sabemos que su nacimiento fue un acto visionario. Fue en 1974 cuando el entonces gobernador de Chiapas, el Dr. Manuel Velasco Suárez, sostuvo conversaciones con representantes de la UNESCO para sentar las bases de una nueva institución de educación superior. Poco tiempo después, el 17 de abril de 1975, con la presencia del presidente Luis Echeverría Álvarez, la UNACH abrió formalmente sus puertas. Chiapas, por fin, tenía una universidad propia, una universidad para las chiapanecas y los chiapanecos.

 

Desde entonces, la UNACH se ha expandido hasta convertirse en uno de los pilares del desarrollo de nuestro estado. Hoy cuenta con más de 120,000 egresadas y egresados, con 142 programas educativos, con 162 cuerpos académicos, con más de 30,000 estudiantes en formación y una producción científica y cultural que enriquece a Chiapas todos los días.

 

Pero más allá de las cifras, hay algo que no se puede medir con estadísticas, pero que se siente en el corazón de cada estudiante, de cada administrativo, de cada profesor, catedrático o directivo. Resuena con orgullo el nombre de la UNACH y también en cada uno de sus egresados: licenciados, ingenieras, médicos, contadores, pedagogas, científicas, artistas. Cada uno de ellos ha llevado lo aprendido en las aulas para construir un mejor Chiapas, para sembrar bienestar, para cultivar esperanza, para servir con ética y con compromiso. Por eso, las y los chiapanecos nos sentimos orgullosos de tener una universidad como esta.

 

La UNACH no es solamente una institución educativa, es un símbolo de transformación social, es un emblema de identidad, una de las expresiones más puras de la chiapanequidad.

 

La propuesta del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar de otorgar el título de benemérita a nuestra alma máter es un reconocimiento a su excelencia académica, a su historia viva, a su compromiso con el presente y su mirada puesta en el futuro.

 

Compañeras y compañeros, el título de Benemérita lo han recibido muy pocas universidades en nuestro país. Este Congreso tiene hoy la oportunidad de hacer historia, de elevar a la UNACH al lugar que le corresponde por méritos propios, de consolidar su prestigio y de decirle a cada joven chiapaneco y chiapaneca: "Tu universidad es grande, tu esfuerzo vale y tu futuro tiene cimientos firmes."

 

Desde la bancada del Partido Verde Ecologista nos sumamos con alegría, gratitud y convicción a esta distinción. Celebramos la historia de la UNACH, su presente vigoroso y su porvenir luminoso. Nos unimos a esta felicitación y al orgullo compartido de un pueblo que reconoce en su universidad una aliada del progreso, un faro de conocimiento y un reflejo de su alma colectiva.

 

¡Larga vida a la educación pública, gratuita, laica, de calidad y transformadora! ¡Larga vida a la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas! ¡Por la conciencia de la necesidad de servir! Es cuanto, presidente, gracias, gracias.



Publicado en Junio

Nuestra universidad, a través de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Campus II, impulsa proyectos de gran impacto con enfoque social, ambiental y científico. En este contexto, destaca la labor del doctor José Roberto Aguilar Jiménez, profesor investigador de dicha facultad y miembro del grupo colegiado Medicina de la Conservación y Sustentabilidad, quien actualmente desarrolla diversas líneas de investigación orientadas a transformar los sistemas de producción agropecuaria tradicionales hacia modelos sustentables, con visión de largo plazo.

 

Su trabajo se enfoca en la gestión de la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios mediante la construcción de innovaciones socioambientales, utilizando un enfoque de investigación de acción participativa. Este modelo reconoce y valora el conocimiento tradicional, las perspectivas, los valores y el sentir de los productores, generando una relación de colaboración genuina entre la ciencia académica y las comunidades rurales.

 

El doctor Aguilar Jiménez, Investigador Nacional Nivel I para el periodo 2025-2029, desarrolla proyectos centrados en prácticas agroecológicas, como los sistemas silvopastoriles y la producción orgánica. Estas alternativas representan una respuesta a los modelos convencionales que han contribuido históricamente a la deforestación, la ampliación de fronteras agrícolas y ganaderas, así como a una alta emisión de gases de efecto invernadero. A través de sus investigaciones, promueve sistemas que integran árboles, reutilizan residuos, disminuyen la dependencia de insumos externos y aplican los principios de la economía circular, todo con el objetivo de alcanzar sistemas productivos más equilibrados, resilientes y amigables con el entorno.

 

Uno de sus proyectos más representativos se lleva a cabo en la Reserva de la Biósfera El Ocote, donde se colabora directamente con productores locales para caracterizar sus sistemas de producción, identificar oportunidades de mejora y acompañarlos en la transición hacia modelos más sostenibles. De manera paralela, se ejecutan proyectos con productores de leche orgánica en los municipios de Tecpatán y Mezcalapa, en la zona norte de Chiapas, con la meta de lograr la certificación orgánica y facilitar el acceso a mercados especializados que reconocen y valoran el compromiso ambiental.

 

El trabajo del doctor Aguilar no solo tiene impacto en las comunidades rurales, sino también en la formación de nuevas generaciones. La Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia fomenta la participación estudiantil mediante programas como el de Vacaciones Científicas y los proyectos integradores, permitiendo que las y los jóvenes se involucren en investigaciones reales y socialmente pertinentes. Así, se cultiva una visión profesional comprometida con la conservación ambiental y el desarrollo sustentable.

 

La importancia de estas investigaciones radica en su pertinencia frente a la actual crisis ambiental, derivada en gran parte de actividades antropocéntricas mal gestionadas, como la agricultura y la ganadería intensivas. Apostar por la sustentabilidad ya no es una opción, sino una necesidad impostergable para conciliar la productividad agropecuaria con la conservación de los recursos naturales. En este sentido, la Universidad Autónoma de Chiapas, mediante el compromiso de sus investigadores e investigadoras, demuestra que es posible generar soluciones viables, éticas y humanas desde el conocimiento, con identidad, compromiso y pertinencia social.

 

Aplicar modelos sustentables en el campo es una de las claves para asegurar el equilibrio entre el bienestar de las comunidades rurales, la conservación de los ecosistemas y la seguridad alimentaria de las futuras generaciones. Desde la UNACH se continúa fortaleciendo el vínculo entre ciencia y comunidad, brindando a los productores herramientas prácticas para mejorar sus sistemas productivos y, a los estudiantes, una formación integral con profundo sentido de responsabilidad ambiental y social.

 

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada.

Imagenes: FMVZ-UNACH

Publicado en Mayo

"El agua es el motor de la naturaleza y nuestro deber es devolverle a la sociedad lo que la academia nos ha dado", sentencia con convicción el Dr. Martín Mundo Molina, un nombre que resuena con orgullo en los pasillos de nuestra universidad. Este ingeniero hidráulico, con más de 70 publicaciones internacionales, 20 proyectos ejecutados –tres de ellos de alcance global– y el Premio Mundial de Ingeniería de la ONU en su haber, encarna el espíritu de una universidad que no solo forma profesionales, sino que siembra agentes de cambio para el mundo.

 

Nacido a orillas del río en Jesús María Garza, Villaflores, el Dr. Mundo encontró en las aguas de su infancia el germen de una vocación que lo llevaría de las aulas de la Facultad de Ingeniería de la UNACH a los escenarios internacionales. Su trayectoria es un testimonio vivo de cómo la ciencia, cuando se ejerce con compromiso social, puede transformar realidades. En una entrevista reciente, el experto compartió los hitos que han marcado su camino, dejando entrever la pasión que lo mueve: llevar soluciones hídricas a comunidades que más lo necesitan, desde Chiapas hasta Europa.

 

Entre los proyectos que han definido su carrera destaca el Colector de Agua de Lluvia para comunidades indígenas, un sistema pionero en América Latina, diseñado hace 20 años y que aún hoy sigue funcional. Este proyecto transformó la vida en la comunidad Yalentay, en los Altos de Chiapas, al reducir significativamente las enfermedades infecciosas por la falta del vital líquido,  y otras llamadas afecciones de la pobreza que aquejaban a miles de habitantes en zonas indígenas de Chiapas. Las palabras de gratitud de un joven en tzotzil, agradeciendo por el acceso al agua potable, resuenan como uno de los momentos más significativos en la vida del Dr. Mundo, un eco que refleja el impacto humano de su labor.

 

Otro momento en su trayectoria es la Ecuación del Resalto Hidráulico, reconocida entre las cinco mejores del mundo en su campo. Desarrollada en colaboración con la UNAM y la Universidad Politécnica de Madrid, esta contribución científica no sólo elevó el prestigio de la ingeniería chiapaneca, sino que también consolidó al Dr. Mundo como un referente global en hidráulica. Su capacidad para tender puentes entre la academia y las comunidades rurales, a través de tecnologías apropiadas y redes internacionales con los mejores especialistas ibéricos, demuestra que el rigor científico puede ir de la mano con un profundo sentido humano.

 

El Dr. Mundo no solo ha dejado huella con sus innovaciones, sino también con su dedicación a la formación de nuevas generaciones. En sus propias palabras, su mayor satisfacción radica en sacar a los alumnos del aula para que aprendan con el río y el sol como maestros. Este enfoque, que combina el conocimiento práctico con la sensibilidad social, ha inspirado a cientos de estudiantes de la UNACH a ver su profesión como un vehículo para el cambio.

 

En un mensaje dirigido a las nuevas generaciones, el Dr. Mundo hace un llamado a recuperar valores esenciales frente a los desafíos de la posmodernidad: el trabajo en equipo, el estudio profundo y el respeto por el conocimiento. Sobre el agua, su gran pasión, expresa con claridad: "Es vida. Debemos investigarla con rigor, pero también con amor". Finalmente, dedica unas palabras a su alma máter: "En la UNACH sembramos las semillas que transforman realidades", una afirmación que resuena como un recordatorio del impacto que esta universidad tiene en la región y más allá.

 

El legado del Dr. Martín Mundo Molina es un faro para la comunidad universitaria. Su vida, tejida entre la ciencia, el agua y el compromiso social, nos invita a reflexionar sobre el papel de la academia en la construcción de un mundo más justo. En cada gota de agua que ha hecho llegar a una comunidad, en cada ecuación que ha resuelto un problema global, y en cada estudiante que ha inspirado, se encuentra el verdadero significado de su trayectoria: un legado que fluye con la fuerza de un río y la calidez de un compromiso inquebrantable.

 

 

Texto: Claudia I. González Farrera
Imágenes: Facultad de Ingeniería Civil UNACH

 

Publicado en Mayo
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