Con su venia, diputado presidente; compañeras de la Mesa Directiva; legisladoras, legisladores; comunidad unachense que está presente el día de hoy; compañeros y compañeras de la causa.
Hoy se pone a consideración un hecho histórico el cual estará tatuado en la memoria colectiva de Chiapas. Esta legislatura se convierte en testigo y en aliado de un acto de justicia: el reconocimiento de la Universidad Autónoma de Chiapas como benemérita. Una palabra que encierra grandeza y compromiso, que honra el pasado pero desafía el presente, que no se otorga por costumbre sino por mérito, legado y, por supuesto, servicio.
Me presento no solamente como diputada, sino como hija de esta universidad, como egresada que vivió en sus aulas el poder transformador del conocimiento, como una mujer chiapaneca que encontró en esta casa de estudios no solo formación académica sino también dirección, sentido y propósito.
Es, pues, la UNACH más que una institución; es historia viva, es territorio de libertad, pensamiento crítico, de encuentro intercultural; es semillero, como lo han dicho otros compañeros, de esperanza; es protagonista silenciosa pero firme de la transformación social, cultural y científica del estado chiapaneco.
Aquí se forman médicos que curan con ética, ingenieras que resuelven con creatividad, abogados que defienden con valentía, maestras que enseñan con el alma y, por supuesto, arquitectos que trazan detalladamente todos sus sueños.
Aquí se construye Chiapas todos los días, en cada aula, en cada laboratorio, en cada comunidad. Por eso, este reconocimiento como benemérita no es solo una distinción simbólica; es un acto de afirmación identitaria, es decirle a México, al mundo que en Chiapas hay talento, ciencia y futuro, y que ese futuro se está forjando con rigor y, por supuesto, amor desde esta gran universidad.
Agradezco y reconozco a nuestro gobernador, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, por su decidido respaldo a esta causa, a su acompañamiento en el proceso que no solo valida el valor académico de la UNACH, sino que honra su propio compromiso con la educación como pilar de justicia social y humanismo.
Hoy Chiapas se suma al selecto grupo de entidades donde una universidad pública lleva este digno título de benemérita, pues es la UNACH, sí, nuestra UNACH, la segunda del sureste de nuestra República Mexicana.
Hoy Chiapas puede decir en conjunto que ese lema que se ha dicho desde 1976 nos invita a comprender con el alma, empatía activa y servicio a la vida: "Por la conciencia de la necesidad de servir".
¡Que viva entonces nuestra máxima casa de estudios, motor de justicia y dignidad! Es cuánto, diputado presidente.