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Con garra y corazón, los Ocelotes de la UNACH rugen rumbo a la Universiada Regional 2025

La emoción se podía respirar. En un ambiente cargado de nervios, de sueños, de energía contenida. Un momento en el que el sudor aún no corría, pero el espíritu ya estaba en pie de lucha. Frente a las y los atletas que defenderán con garra los colores de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), el rector Oswaldo Chacón Rojas tomó el micrófono y habló desde el corazón.

 

"Preséntense con la cara en alto", les dijo, con ese tono de quien no solo dirige una universidad, sino que también acompaña con el corazón cada paso de su gente. Y es que no se trata solo de una competencia en Mérida, ni de subirse a un camión o ganar medallas. Se trata del fuego que se lleva dentro, ese que nace en el pecho y convierte el cansancio en impulso, que hace que duelan los músculos, pero no se pierdan las ganas.

 

Durante el abanderamiento al selectivo UNACH que viajó a la ciudad de Mérida, para participar en la Universiada Regional 2025. El rector habló del esfuerzo, del compromiso, de la lucha que no siempre se gana en los marcadores, pero sí en la entrega. "Suden hasta la última gota", pidió, conmovido, como si conociera de cerca el sacrificio que implica levantarse temprano, entrenar después de clases, estudiar hasta la madrugada, y aun así darlo todo por la camiseta universitaria. En la UNACH recalcó, el verdadero triunfo no está en las medallas, sino en la batalla misma

 

"Sean guerreras y guerreros", les insistió. Pero no por ego o por aplausos, sino por la comunidad que los mira, por los jóvenes que los ven como ejemplo, por aquellos que en algún rincón del estado sueñan con tener una oportunidad, con saberse capaces, con creer en ellos mismos gracias al reflejo que proyecta el uniforme de un Ocelote.

 

Y vaya que estos Ocelotes tienen con qué, la delegación que clasificó a la etapa regional está compuesta por 114 atletas (75 hombres y 39 mujeres) que competirán en 12 disciplinas: ajedrez, atletismo, basquetbol (5x5 y 3x3), karate do, taekwondo, voleibol de playa, tocho bandera, boxeo, lucha universitaria, halterofilia y tenis de mesa. Jóvenes que representan no solo a la universidad, sino también a su familia, a su comunidad y a su historia personal, muchas veces tejida entre esfuerzos, trabajos de medio tiempo y desvelos.

 

La secretaria de Identidad y Responsabilidad Social Universitaria, Mónica Guillén Sánchez, destacó que estos atletas son también futuros profesionistas: médicos, arquitectos, ingenieros. Prueba de que la UNACH apuesta por una formación integral, que también abraza al deporte.

 

 Durante la etapa estatal, organizada por la ENLEF, participaron 235 estudiantes en 16 disciplinas. De ahí nació esta delegación que ahora viaja con una maleta llena de ilusión y compromiso.

 

El director de deportes, Ernesto Treviño Martínez, agradeció a entrenadores y equipos de apoyo, quienes acompañan cada paso, incluso los que se dan en silencio, con una constancia admirable.

 

La misión es clara, demostrar que ser Ocelote no es una etiqueta, es un estilo de vida. Es competir con dignidad, resistir con fuerza y volver a intentarlo con el alma.

 

Nuestros atletas no van solos. Llevan consigo el aliento de toda una comunidad universitaria que cree en ellos. Porque aquí, el camino vale tanto como el podio. ¡Vamos Ocelotes! Que se escuche su rugido en cada cancha, en cada pista, en cada tatami. La UNACH late con ustedes.

 

 

Texto y Fotos: María del Carmen Nucamendi Estrada