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El Poder del Esfuerzo y la Inclusión: La Historia de Gabriel, el Primer Invidente Titulado en la UNACH

Gabriel Nucamendi Ruiz, originario de Nuevo México, municipio de Villaflores, Chiapas, ha hecho historia al convertirse en el primer chiapaneco invidente en titularse a través de un audiolibro. A sus 25 años, Gabriel es egresado de la licenciatura en Comunicación de la Facultad de Humanidades, Campus VI, de nuestra universidad. El 30 de agosto de 2024, tras tres años de esfuerzo y dedicación, presentó su examen de titulación, estableciendo un precedente en la universidad.

En entrevista, Gabriel compartió que su proceso de titulación fue largo y lleno de desafíos, mucho más complejo que el de una o un estudiante promedio. Mientras que a la mayoría le toma alrededor de seis meses titularse, a Gabriel le llevó tres años de preparación. "Antes del protocolo, hablé con mi director de tesis, el Dr. Gilberto Ruiz Cáceres, y acordamos que la titulación podría ser a través de un audiolibro", comenta Gabriel. Así fue como en 2021 inició el protocolo y, tras un año de ajustes y trabajo en 2022, la universidad finalmente autorizó el proyecto.

Un Camino de Desafíos y Adaptaciones

Cursar la licenciatura en Comunicación fue una experiencia "bonita pero complicada" para Gabriel. Agradece a las y los docentes que supieron adaptarse a sus necesidades, aunque reconoce que no todas y todos lo lograron. Aprendió a "ver" las imágenes a través del sonido y a interpretar el cine gracias a las detalladas explicaciones de sus profesoras y profesores. “Aunque la carrera es visual, hubo docentes que se adaptaron e hicieron ajustes para que yo pudiera aprender”, recuerda con gratitud.

Gabriel ha tenido que abrirse camino en un entorno que no siempre está preparado para personas con discapacidad. Al preguntarle sobre el apoyo institucional, es contundente: “Aunque se habla mucho sobre inclusión, el trabajo es poco; se necesita vocación y una verdadera capacitación docente”. A pesar de estos obstáculos, nunca se desvió de su sueño: ser locutor. "Desde los cinco años, escuchaba mucha radio y pensaba que las voces eran de fantasmas", comenta entre risas. Esa pasión lo impulsó a seguir adelante y a buscar los espacios donde pudiera desarrollarse profesionalmente.

Hoy en día, Gabriel es conferencista y comparte su historia para destacar la importancia de la educación y la lucha por los sueños. Su tesis, dividida en tres capítulos, aborda la inclusión y la discapacidad, usando su propia vida como ejemplo. Defenderla no fue tarea fácil, pero al final, obtuvo mención honorífica, sumando otro logro a su lista de victorias.

El Apoyo Familiar: El Pilar de Su Éxito

El camino de Gabriel no habría sido posible sin el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su madre, Violeta Ruiz Ruiz, quien fue su maestra durante 20 años. Motivada por la situación de su hijo, Violeta estudió la licenciatura en Tecnologías de la Información y Comunicación aplicadas a la Educación, con el objetivo de brindarle la mejor enseñanza. Juntos desarrollaron un método para que Gabriel pudiera aprender álgebra durante la secundaria y la preparatoria, esfuerzo que les valió a ambos el Premio Municipal de la Juventud 2022 en la categoría de Ciencia, Tecnología y Educación.

"Cuando él estaba en primaria, tuve que aprender braille porque en su escuela no lo dominaban", recuerda Violeta. Con una dedicación incansable, fue encontrando maneras de enseñarle desde las operaciones matemáticas básicas hasta temas más avanzados. "En la universidad, Gabriel me dijo: 'Hasta aquí necesito tu ayuda. La universidad la llevo solo'. Fue doloroso, pero su independencia era lo que siempre busqué para él", agrega con orgullo.

La historia de Gabriel es a la vez inspiradora y un llamado de atención. A pesar de los avances tecnológicos, aún existen autoridades educativas y docentes que no creen plenamente en el potencial de las personas con discapacidad para lograr su desarrollo e independencia. Gabriel es un ejemplo vivo de esfuerzo, constancia y del poder del verdadero apoyo familiar. Su experiencia nos demuestra que la inclusión real no se trata solo de discursos, sino de adaptaciones, búsqueda de alternativas y, sobre todo, de creer en las capacidades de cada individuo.

Gabriel nos invita a reflexionar y a pasar a la acción. Las personas con discapacidad merecen una inclusión significativa que no solo les permita estudiar, sino también desarrollarse profesionalmente e integrarse a la sociedad como individuos valiosos e independientes. Su historia es un llamado para que las instituciones educativas y la sociedad en general se comprometan a ser verdaderamente inclusivas.

Con voz firme, Gabriel deja un mensaje claro: "Luchen por sus sueños y, con esfuerzo, los van a lograr". Ahora, sus metas están puestas en nuevos horizontes, en busca de un trabajo formal y una beca para continuar su formación. Su camino apenas comienza, y su ejemplo ilumina el sendero de muchas y muchos que, como él, sueñan con un mundo más justo e inclusivo.

Texto e imágenes: María del Carmen Nucamendi y Fabián Marín Madrigal

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