Spanish English French

Gaceta impresa

Claudia González Farrera

Claudia González Farrera

La educación, al igual que muchos aspectos de nuestras vidas, está atravesando una transformación profunda. En la 11a  Feria Internacional del Libro UNACH 2024, tuvimos la fortuna de escuchar al especialista colombiano Dr. José Arlés Gómez, quien nos ofreció una conferencia inspiradora sobre lo que podría ser el futuro de la enseñanza: la neuroeducación. Bajo el título “Neuroeducación: retos y desafíos para la educación del siglo XXI”, el Dr. Gómez nos presentó una perspectiva que podría revolucionar la forma en que enseñamos y, sobre todo, cómo aprenden los estudiantes.

La neuroeducación, tal como la explica el Arlés Gómez, se basa en algo que, cuando lo escuchamos, parece muy simple, si comprendemos cómo funciona el cerebro humano, podemos enseñar mejor. Y es que el aprendizaje no solo es un proceso mental, sino también emocional. La motivación, las emociones y el entorno juegan un papel fundamental en cómo aprendemos, algo que muchas veces olvidamos al centrarnos solo en los contenidos.

Uno de los mayores retos que enfrenta este enfoque, según el Dr. Gómez, es cómo llevar estos principios a las aulas. Nuestra educación ha sido lineal de manera tradicional, es decir, enfocada en el maestro y en cómo transmite el conocimiento. Ahora, la neurociencia nos indica que debemos cambiar esa perspectiva y centrarnos más en el estudiante y su proceso de aprendizaje. Y aquí es donde radica la transformación, no solo se trata de que los alumnos adquieran información, sino de que sus vidas cambien, de que lo que aprenden realmente les sirva y les haga crecer como personas.

El Dr. Gómez no solo nos habló de desafíos, también hizo un llamado a la acción para que los docentes se atrevan a cambiar. Los invitó a capacitarse, a explorar los beneficios de la neurociencia y a dejar de lado los métodos tradicionales que, si bien funcionaron en su momento, ya no responden a las necesidades de los estudiantes actuales. Hoy vivimos en un mundo lleno de tecnología, inteligencia artificial y comunicación constante, y ahora la pedagogía debe ser capaz de adaptarse a esta realidad.

Sin embargo, el Dr. Gómez también advirtió que no se debe caer en el error de aplicar todas las teorías neurológicas sin discernir. Por eso nos exhorta a ser críticos y a elegir cuidadosamente qué enfoques realmente mejorarán los resultados de los estudiantes. Al final del día, los docentes, no solo son transmisores de conocimientos, son facilitadores de experiencias transformadoras. Y esto implica una gran responsabilidad.

En este mundo que cambia a una gran velocidad, la neuroeducación brinda una herramienta poderosa para estar a la altura de las circunstancias. No solo se deben enseñar contenidos, sino también ayudar a los estudiantes a desarrollar sus capacidades emocionales y sociales. Porque, como bien señaló el Dr. Gómez durante su conferencia, “la enseñanza no es simplemente el acto de impartir conocimientos, es el acto de transformar vidas”.

Así pues, esta era moderna presenta el reto de cambiar y de adaptarse, para aprovechar lo que la neurociencia ofrece, de lo contrario nos quedaremos estancados en los métodos del pasado. El futuro de la educación está en las manos de los educadores, y la neuroeducación es ese puente que llevará hacia una enseñanza más efectiva, más humana y, sobre todo, más transformadora.

NOTA: MARIA DEL CARMEN NUCAMENDI   FOTO: BERSAÍN HERNÁNDEZ

“Universidad y Salud Pública en las Américas”.

 

Armando Ulloa García1; Ángel René Estrada Arevalo2; Celso Ramos García3.

 

1Facultad de Ciencias Químicas*, Universidad Autónoma de Chiapas. Tapachula, Chiapas, México. 

2Escuela Sistemas Alimentarios. Universidad Autónoma de Chiapas. Tapachula, Chiapas, México.

3Instituto Nacional de Salud Pública Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas, Cuernavaca, Morelos, México.

*autor de correspondencia

Resumen.

En este manuscrito, el lector encontrará una detallada evolución de la Salud Pública en los países de América, particularmente en las Instituciones de Educación Superior (IES). Así mismo, se describe la creación de las Unidades de Formación de Profesionales de la salud pública, en varios países, empero, también se hace referencia a la participación de las instituciones que ofrecen servicios de salud individual y colectiva en la región.

Con el afán de caracterizar la evolución de la formación de profesionales de la salud pública en la región, seguirá sin duda, un empeño similar en la investigación y extensión. En el manuscrito, los autores abordan someramente estas dos funciones al describir la creación del Instituto Nacional de Salud Pública en México y al referirse a la creación de la escuela de Higiene y Salud Pública en el estado de Sao Paulo, Brasil. Un elemento que quizá ayude a la profundización de la descripción de la evolución de la salud pública en la formación de profesionales, la investigación y la extensión, será caracterizar los marcos de referencia sociales y políticos en que se crearon estas instituciones de salud pública en la región.

La llegada del siglo XXI, sin duda alguna ofrece una oportunidad para esclarecer la interrelación entre grupos de actores sociales: las Universidades, el sector salud, y la salud de la población. América Latina se enfrenta a un complejo estado de salud de la población caracterizado por enfermedades reemergentes y emergentes a lo que se puede caracterizar como rezago sanitario, si se agregan, los importantes núcleos de población sin acceso a servicios de salud, con oportunidad, seguridad y calidad. 

Los autores, sin expresarlo, nos plantean la siguiente pregunta ¿Qué hacer en el marco de las IES y de las instituciones públicas responsables de ofrecer servicios individuales y colectivos de salud para contribuir a dar respuesta a la compleja situación de salud de América?

La Universidad y la Salud Pública en las Américas

 

Existen antecedentes, que sugieren que los inicios de la Salud Pública en las Américas, tiene una clara vinculación con Universidades Públicas, ya que dentro de estos espacios académicos se formularon programas de capacitación tales como cursos básicos, diplomados y posgrados. Seguido de la creación de escuelas e institutos, como la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore, en 1916, seguida de la Facultad de Medicina y Cirugía de Sao Paulo, la cual en el año de 1924 fue reconocida oficialmente por el gobierno de Brasil como Instituto de Higiene, y en 1931 como Escuela de Higiene y Salud Pública del Estado de Sáo Paulo, todas estas bajo la asistencia financiera de la Fundación Rockefeller.

En América del Norte, particularmente en México, en enero de 1922 se aprobó la fundación de la Escuela de Salubridad, dentro del denominado “proyecto nacionalista” encabezado por el titular de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos. Al final de esa década se le denominó Escuela de Salubridad e Higiene y se instaló en el edificio sede del recién creado Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales (ISET), construido en la calle de Carpio, en el número 470.38. Allí se fundaron laboratorios y una biblioteca, y se imprimieron algunas lecciones de los profesores como textos de consulta. 

 

Cinco años antes de la fundación del INSP, en 1982, el doctor Guillermo Soberón fue designado como secretario de Salubridad y Asistencia. En el año de 1983, como parte de la llamada Reforma Sanitaria de segunda generación, se estableció la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud como un subsector de la Secretaría de Salud, agrupando a los Institutos Nacionales de Salud (INSALUD) de ese momento como los responsables de la investigación. especializada en problemas relevantes de la salud del país. En enero de 1987, se crea el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), resultado de la fusión de tres instituciones ya existentes, entre las que destacan: la Escuela de Salud Pública de México, el Centro de Investigación en Salud Pública; y el Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas. 

 

En el caso de Cuba, cuenta con una amplia trayectoria en Salud Pública, vinculada con las contribuciones de Carlos Finlay que esclarecieron la epidemiología de la fiebre amarilla a fines del siglo pasado. El Instituto que lleva su nombre fue fundado en 1927, con el propósito de ofrecer cursos para preparar médicos en salud pública, enfermeros especializados y oficiales de salud. Sólo después del triunfo de la revolución en 1959, la rápida expansión de los servicios de salud exigió el adiestramiento masivo de personal a todos los niveles y entre 1959 y 1967 el Ministerio de Salud, con la colaboración de la Escuela Sanitaria.

 

En Puerto Rico, la Escuela de Medicina Tropical fue creada por la Asamblea Legislativa de este país, en junio de 1924, con la influencia del Dr. Bailey K. Ashford, médico militar norteamericano que descubrió a comienzos del siglo pasado el Necator americanus, agente etiológico de la anquilostomiasis. En 1955 la escuela ofertó el curso de Maestría en Salud Pública, hasta convertirse en un departamento de medicina preventiva, dentro del recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, con todas las características funcionales de una escuela de salud pública. 

 

En la República de Chile, la creación de la Escuela de Salubridad fue el fruto de la asociación de la Universidad de Chile, el Servicio Nacional de Salubridad, el Instituto Bacteriológico y la Fundación Rockefeller en 1945. Con su creación se deseaba “dar a conocer los fundamentos científicos de la práctica sanitaria, estudiar los problemas nacionales relacionados con la prevención de enfermedades y el fomento de la salud”. En el mismo año, como parte de un movimiento de reforma universitaria, desapareció el concepto de "Escuela de Salubridad" para dar paso a una concepción integral bajo la denominación de "Departamento de Salud Pública y Medicina Social", dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.   

 

En lo que corresponde a Venezuela en 1911, la Oficina de Sanidad Nacional y la Primera Ley de Sanidad Nacional, decretaron la ayuda por parte de la Fundación Rockeffeler, para combatir la Fiebre Amarilla, lo que junto a la lucha antimalárica representó un incremento en la esperanza de vida de las personas. Seguido a este evento, en 1936 se creó el Ministerio de Sanidad y asistencia. El surgimiento de esta organización sanitaria con médicos becados por el gobierno norteamericano se produce el controlar diversas epidemias, fundamentalmente Tuberculosis y Malaria. De ahí, se crea la Escuela de Malariología y de Higiene en 1937 y la fundación de las escuelas de Enfermería y Servicio Social en 1940, mientras que la Escuela de Salud Pública, en diciembre de 1958. 

 

En los años 30´, Perú contaba con el Instituto de Medicina Social, la Facultad de Ciencias Médicas de Lima y la Escuela de Médicos Sanitarios. Con estas dos instituciones en 1937, el Gobierno promulgó la Ley 8493, bajo la cual se declara carrera pública a la función técnica sanitaria desempeñada por profesionales de la medicina e ingeniería sanitaria, siendo esta Escuela el centro superior para la preparación especializada de los futuros médicos sanitarios. 

 

En Argentina, la Universidad Nacional del Litoral conformó en 1947 una escuela de salud pública con profesorado de tiempo completo, ubicada en Santa Fe, hasta 1952 cuando se trasladó a la Ciudad de Rosario. La experiencia recogida y el impacto a través de sus egresados llevaron a la fundación de las dos escuelas que se establecieron en la Buenos Aires, una dependiente de la Universidad y la otra del Ministerio de Salud Pública.  Ambas coexistieron en un clima de dificultades e incluso de cierta rivalidad hasta 1962 cuando se fusionaron bajo la dependencia de la Universidad de Buenos Aires y en estrecha colaboración con la Secretaría de Estado de Salud Pública. 

 

De lo anterior se narra que en las décadas del 50 y 60 se establecieron, en forma regular, las Escuelas de La Habana, San Juan de Puerto Rico, Caracas, Medellín, Lima, Buenos Aires y Río de Janeiro. Cuatro de estas escuelas han adquirido carácter internacional por la admisión de alumnos extranjeros: Sao Paulo, Río de Janeiro, Santiago y San Juan de Puerto Rico, las cuales, en conjunto, adiestraron en el quinquenio 1964-68, 90% de un total de 696 estudiantes procedentes de otros países, en su mayoría becarios de la OPS. Las escuelas de creación más reciente (Buenos Aires, Caracas, Lima y Medellín) también comenzaron a recibir alumnos extranjeros en proporción creciente. Es difícil medir el impacto que estas escuelas han producido en el pensamiento y la acción de las autoridades de salud de América Latina. En 1968, mientras en Latinoamérica se graduaron 1.579 estudiantes de las diversas categorías en un conjunto de nueve escuelas (excluido Puerto Rico), 17 escuelas de los Estados Unidos y Canadá graduaron 44 estudiantes. Las cifras demuestran elocuentemente el desplazamiento masivo de estudiantes latinoamericanos a las escuelas de su propio medio y la grave responsabilidad que recae sobre ellas en cuanto a la formación de personal de salud para el continente. Más aún si se considera que de los 44 graduados en Estados Unidos y Canadá, 25 son de Puerto Rico, escuela donde se imparte enseñanza en español y la cual por su naturaleza y cultura encuadra dentro de las escuelas latinoamericanas. 

Las Universidades y el Fortalecimiento de la Salud Pública.

En las Universidades, una de sus normativas es el Modelo Educativo, en el que formulan las principales funciones sustantivas, entre las que se destacan la Docencia, Investigación y Extensión. En cuanto a la docencia: En la práctica, los espacios en la que se ofertaron programas de pregrado y posgrado en Ciencias de la Salud, tuvieron un rol muy importante en la formación y capacitación de recursos humanos en áreas de la epidemiología, administración de salud, atención primaria de la salud, promoción de la salud y otras áreas que se puedan insertar en la mejora de la salud de las comunidades, con un enfoque de responsabilidad social universitaria. 

En cuanto a la función de la Investigación. La formación de Redes de Investigación en Políticas y Sistemas de Salud interinstitucional, nacionales e internacionales, fueron pilares de la investigación.  Estas redes jugaron un papel importante en la gestión del conocimiento en la Salud Pública, un ejemplo de ello es el modelo de la red colombiana de investigación. Mientras que en la función de Extensión. Se resalta el papel de la extensión Universitaria como una importante función social y un proceso formativo integrador de los vínculos Universidad-Sociedad; o sea, entre las diversas formas de la cultura universitaria y su entorno comunitario, regional, nacional e internacional. Su desarrollo continuo, es vital en la formación de una sociedad preparada para asimilar los diferentes escenarios y vivir a la altura de su época, contribuyendo a transformarla, por lo que la misma tiene desafíos muy importantes en la contemporaneidad. 

Para el logro de lo antes expuesto, es necesario que las universidades tengan acceso a tecnologías de vanguardia, que incluyan laboratorios, equipos médicos, y sistemas de información que son fundamentales para el monitoreo, la gestión, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Retos futuros de las Universidades y la Salud Pública.

Las enfermedades infecciosas desatendidas, crónicas degenerativas, enfermedades zoonóticas (gripe aviar H5N1), y síndrome respiratorio agudo grave (SAR-COVID19, son algunos ejemplos de enfermedades emergentes y reemergentes, que se han presentado en forma epidémica y/o pandémicas. Ante este escenario, es importante que las universidades deben de estar preparadas para responder a las emergencias sanitarias, conjuntamente con el Sistema de Salud Regional o Federal.  Así, mismo deben promover la equidad y acceso a la Salud de la comunidad, a través de programas de atención y promoción de la salud. Por otra parte, es necesario incorporar recursos humanos para atender eficazmente los problemas de salud. Finalmente, es importante que las universidades signen convenios para fortalecer los programas de desarrollo científico, promoción de actividades de formación, educación continua, actualización profesional y estudios de posgrado.

Es importante resaltar que, en Latinoamérica, a partir de la década de los 80, según datos de la OPS, se produjo un deterioro creciente de la práctica médica hegemónica en pertinencia social y calidad técnica, sobre todo en el sector público, como muestra fehaciente la falta de inequidad en la atención médica.

En resumen, las Universidades deben estar preparadas para enfrentar estos retos futuros mediante la innovación, la colaboración interdisciplinaria, el uso de tecnología avanzada, el enfoque en la equidad y la sostenibilidad, y el fortalecimiento de la educación y la investigación en Salud Pública.

Referencias bibliográficas. 

Candeias, N. M. F. (1984). Memória histórica da Faculdade de Saúde Pública da Universidade de São Paulo-1918-1945. Revista de Saúde Pública18, 2-60.

Development of Latin America and responsibility of the public health schools in the formation of personnel]. Educ Med Salud. 1970 Jan-Jun;4(1):97-107. Spanish. PMID: 5455037. 

del Cerro Campano, Y., & Cabezas, C. M. A. C. (2010). Algunos apuntes sobre la historia de la salud y educación médica venezolana. Contribuciones a las ciencias sociales, (2010-11).

del Huerto Marimón, M. E. (2006). Proyección estratégica para la Extensión Universitaria en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas. La Habana: Escuela Nacional de Salud Pública.

del Huerto Marimón, M. E. (2007). La Extensión Universitaria como vía para fortalecer los vínculos Universidad-Sociedad desde la promoción de salud. Revista Cubana de Salud Pública33(2). 0-0

Educ Med Salud. 1970. Development of Latin America and responsibility of the public health schools in the formation of personnel]. Jan-Jun;4(1):97-107.

Juárez, T. G., & Nieto, J. M. (2020). Funciones esenciales de la salud pública. TEPEXI Boletín Científico de la Escuela Superior Tepeji del Río7(14), 89-90.

Lambert, R. A. (1928). Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Puerto Rico. Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana (OSP); 7 (8), ago. 1928.

Medina, E. (1985). La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile: pasado, presente y futuro. Cuadernos médico sociales26(3), 128-138.

Martínez, E., Franco, D. F., & Villa, L. (2009). Las redes de conocimiento en salud pública y el fortalecimiento de capacidades a través de estrategias de cooperación. Revista Facultad Nacional de Salud Pública27(3), 349-355.

Méndez, C. A. (2009). Los recursos humanos de salud en Chile: el desafío pendiente de la reforma. Revista Panamericana de Salud Pública26, 276-280.

Organización Panamericana de la Salud. (2002). Perfil de sistemas y servicios de salud, Estados Unidos de América.

Ríos Massabot, N. E., Fernández Viera, R. M., & Jorge Pérez, E. R. (2005). Los registros médicos en Cuba. Revista Cubana de Salud Pública31(4), 0-0.

Soto, N. R. M. (2020). Historia de la Escuela de Salud Pública del Perú (1964-1985). Antecedentes, desarrollo y comentarios. Diagnóstico, 59(3), 162.

Sierra Figueredo, S., Pernas Gómez, M., Fernández Sacasas, J. A., Miralles Aguilera, E., & Diego Cobelo, J. M. (2009). Principios estratégicos de la educación en Ciencias de la salud en Cuba (I): la equidad. Educación Médica Superior23(2), 0-0.

https://www.paho.org/es/temas/promocion-salud

https://www.espm.mx/acerca-de-nosotros/historia-espm/

https://www.insp.mx/avisos/la-fundacion-del-instituto-nacional-de-salud-publica

Entanglement is the key property of quantum mechanics Auditorio de Los Constituyentes de la Universidad Autónoma de Chiapas dictada por Duncan Haldane, ganador del Premio Nobel de Física en 2016.

Las leyes esenciales de la mecánica cuántica fueron descubiertas hace 100 años y han superado la prueba del tiempo. No han cambiado. Todas las pruebas actuales de la mecánica cuántica muestran una tasa de éxito del 100% en sus predicciones. Pero el hecho de que conozcamos las leyes no significa que entendamos de inmediato todo lo que permiten que suceda.

 

Un ejemplo es el electromagnetismo, un tema muy bien establecido. Maxwell completó las leyes del electromagnetismo en 1864, pero ha llevado mucho tiempo para descubrir y aplicar muchas de sus posibilidades a nuevas tecnologías.

 

Por ejemplo, ha habido desarrollos recientes interesantes en el electromagnetismo, como los cristales fotónicos, y muchos desarrollos tecnológicos cruciales para la vida diaria, como la televisión, los teléfonos celulares y el GPS, que dependen de las leyes del electromagnetismo. Los conocimientos sobre la mecánica cuántica comenzaron a surgir, y lo que ahora llamamos estados cuánticos topológicos de la materia condensada empezó a ser descubierto.

 

Estos estados han comenzado a tener un impacto, y en los últimos 20 años o más, la teoría de la información cuántica ha comenzado a desempeñar un papel importante en nuestra forma de pensar.

La teoría de la información cuántica comenzó en la década de 1950, cuando Richard Feynman empezó a pensar en qué sucedería si las computadoras, a medida que se volvieran más pequeñas (eran muy grandes en su época), alcanzarían eventualmente escalas del tamaño de un átomo. A escalas tan pequeñas, la mecánica cuántica no puede ser ignorada. Aunque no afecta directamente nuestra vida cotidiana, a escalas muy pequeñas vivimos en un mundo cuántico.

 

Ahora hay un intento de controlar los estados mecánicos cuánticos de manera muy precisa. En el pasado, los experimentos eran como usar un martillo para romper cosas y observar los pedazos que se obtenían. Hoy en día, estamos tratando de aprender cómo hacer uso práctico de los procesos cuánticos.

 

Algunas personas han dicho que después de la primera revolución cuántica, que ocurrió hace 100 años, ahora estamos en la llamada segunda revolución cuántica. Se espera que esta revolución profundice nuestra comprensión y el uso práctico de la mecánica cuántica, con avances esperados en los próximos 10 a 20 años.

 

Una imagen común de los átomos proviene del modelo de Niels Bohr, de 1913, que mostraba a los electrones orbitando en trayectorias circulares alrededor del núcleo del átomo, muy parecido a los planetas que giran alrededor del sol.

 

El modelo de Bohr fue refinado posteriormente por el principio de incertidumbre de Heisenberg, que restringió el conjunto de órbitas posibles para los electrones. En 1926, la teoría cuántica moderna cambió las órbitas de Bohr a "orbitales", donde los electrones ocupan espacios probabilísticos en lugar de trayectorias fijas. Esta comprensión de los orbitales es fundamental para la química, donde los electrones llenan "cajas" o niveles de energía en los átomos.

 

Cuando los electrones están emparejados, uno tiene espín hacia arriba y el otro hacia abajo. Esto lleva al principio de exclusión de Pauli, que establece que dos electrones no pueden ocupar el mismo estado cuántico. Este principio es crucial para la vida cotidiana, ya que explica por qué los objetos son sólidos y no se atraviesan entre sí a pesar de estar compuestos en su mayoría por espacio vacío.

 

Este principio también explica la "fuerza normal", que impide que los objetos se atraviesen entre sí.

El principio de exclusión de Pauli no solo es clave para la estructura de los átomos, sino también para entender la química y cómo los átomos se mantienen unidos para formar moléculas. Los electrones en los átomos forman enlaces químicos, y estos enlaces son un ejemplo de un fenómeno cuántico llamado entrelazamiento. El entrelazamiento es la base de muchos fenómenos en la mecánica cuántica, y fue originalmente visto como algo filosófico o incluso problemático.

 

Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen publicaron un artículo en 1935 en el que argumentaban que el entrelazamiento mostraba que la mecánica cuántica debía estar incompleta, describiéndola como una "acción fantasmal a distancia". Einstein estaba preocupado porque parecía que las partículas entrelazadas podían influenciarse mutuamente de manera instantánea, incluso estando separadas por grandes distancias, lo que violaba el principio de que nada podía viajar más rápido que la luz.

 

Sin embargo, desde entonces, los experimentos han confirmado que el entrelazamiento cuántico es real y juega un papel central en la física moderna. De hecho, ahora se reconoce como un recurso clave para tecnologías emergentes como la computación cuántica y las comunicaciones seguras. En particular, los sistemas cuánticos pueden estar entrelazados de tal manera que las mediciones en una parte afectan inmediatamente las mediciones en otra, sin importar cuán alejadas estén las partículas entrelazadas.

 

Uno de los ejemplos más sorprendentes de esto es la teletransportación cuántica, en la que la información cuántica se transmite instantáneamente entre partículas entrelazadas. Aunque esto no significa que las personas o los objetos puedan ser teletransportados como en la ciencia ficción, la teletransportación cuántica podría tener aplicaciones importantes en las redes cuánticas y las comunicaciones ultraseguras.

 

Los qubits, que son las unidades básicas de información en las computadoras cuánticas, se basan en el entrelazamiento. Mientras que los bits clásicos solo pueden estar en uno de dos estados (0 o 1), los qubits pueden estar en una superposición de ambos estados al mismo tiempo. Este fenómeno permite que las computadoras cuánticas realicen cálculos increíblemente complejos que serían imposibles para las computadoras clásicas. Además, el entrelazamiento permite que los qubits estén correlacionados de maneras que multiplican su capacidad para procesar información.

 

Uno de los mayores desafíos en la computación cuántica es la fragilidad de los qubits. Dado que los qubits están entrelazados y en superposición, son extremadamente sensibles a su entorno. La más mínima perturbación puede hacer que un qubit pierda su estado cuántico, lo que introduce errores en los cálculos. Sin embargo, en los últimos años, los científicos han desarrollado nuevas formas de proteger los qubits contra estos errores, como los qubits protegidos topológicamente.

 

Los materiales topológicos son un área emocionante de investigación que ha surgido en las últimas décadas. Estos materiales tienen propiedades únicas que son extremadamente robustas frente a perturbaciones locales. Un ejemplo famoso de un estado topológico es el efecto Hall cuántico, que fue descubierto en la década de 1980. En este estado, un material bidimensional a bajas temperaturas y bajo un campo magnético fuerte tiene una conductancia que está cuantizada en unidades discretas. Esto significa que la corriente eléctrica en los bordes del material fluye sin resistencia, mientras que el interior del material es un aislante.

 

Desde el descubrimiento del efecto Hall cuántico, los investigadores han encontrado muchos otros ejemplos de estados topológicos de la materia. Algunos de los más interesantes son los aislantes topológicos, que son materiales aislantes en su interior pero que conducen electricidad en sus bordes. Estos materiales son extremadamente robustos frente a pequeñas imperfecciones o impurezas, lo que los hace muy prometedores para su uso en aplicaciones tecnológicas.

 

Una de las preguntas más comunes es por qué no existe un Premio Nobel de Matemáticas. Se dice que Alfred Nobel, el fundador del premio, no incluía a las matemáticas entre las disciplinas reconocidas porque su esposa tuvo un romance con un matemático. Esta es una de las historias más populares, aunque probablemente no sea cierta. Sin embargo, esto significa que los matemáticos no tienen un Premio Nobel, sino la Medalla Fields, que está restringida a científicos menores de 40 años. Entonces, los veteranos como yo, que hicieron algunos de sus trabajos hace mucho tiempo, no tienen un premio equivalente. Afortunadamente, otras organizaciones han inventado un par de medallas, una de ellas en Alemania. Así que, aunque no haya un Nobel, siempre hay reconocimiento para las contribuciones a las matemáticas.

 

En cuanto a mis publicaciones, puedo decir que publicar mis artículos no fue un camino fácil. Hubo mucha resistencia y un debate considerable. Muestra que, cuando algo desafía el statu quo, muchas personas no están dispuestas a aceptarlo de inmediato. Se desarrollaron nuevas técnicas experimentales y teóricas para confirmar mis hallazgos, y finalmente se demostró que mi predicción era correcta. Esto demuestra que a menudo, cuando desafías un principio establecido, enfrentas resistencia. Pero la ciencia avanza gracias a las mentes que están dispuestas a cuestionar lo que ya se conoce.

 

Un área particularmente prometedora es la computación cuántica topológica, donde los qubits están protegidos de los errores por las propiedades topológicas de los materiales que los contienen. Los qubits topológicos son mucho más estables que los qubits convencionales y podrían resolver muchos de los problemas relacionados con la corrección de errores en la computación cuántica. Esto podría llevar a la creación de computadoras cuánticas prácticas, capaces de realizar cálculos que están más allá del alcance de cualquier computadora clásica.

 

Además, los materiales topológicos también tienen aplicaciones en la fotónica, donde podrían usarse para manipular la luz de maneras novedosas. Los dispositivos fotónicos basados en materiales topológicos podrían mejorar significativamente las telecomunicaciones y los sensores, permitiendo redes más rápidas y fiables.

 

El descubrimiento de los estados topológicos de la materia también ha ampliado nuestra comprensión de la mecánica cuántica y ha abierto nuevas áreas de investigación en física de la materia condensada. Por ejemplo, los superconductores topológicos son materiales que no solo pueden transportar electricidad sin resistencia, sino que también tienen propiedades adicionales que podrían usarse para crear qubits topológicos. Estos superconductores podrían revolucionar la forma en que distribuimos y almacenamos energía, ya que podrían permitir redes eléctricas más eficientes que no pierdan energía en forma de calor.

 

Los superconductores topológicos son solo un ejemplo de cómo los avances en la materia cuántica podrían transformar nuestras vidas. En el campo de la energía, uno de los mayores desafíos es cómo almacenar y transportar electricidad de manera eficiente. Los superconductores han sido considerados durante mucho tiempo como una posible solución, ya que pueden transportar electricidad sin pérdidas. Sin embargo, los superconductores convencionales solo funcionan a temperaturas extremadamente bajas, lo que hace que su uso sea poco práctico en muchas aplicaciones.

 

Los superconductores topológicos, por otro lado, podrían ser más estables y funcionar a temperaturas más altas, lo que haría que su uso fuera más factible en aplicaciones del mundo real. Esto podría tener un impacto significativo en cómo distribuimos la energía eléctrica en redes más eficientes, eliminando las pérdidas de energía en forma de calor que ocurren en los sistemas eléctricos convencionales.

En el campo de la electrónica, los materiales topológicos podrían permitir el desarrollo de dispositivos electrónicos que consuman menos energía y funcionen más rápido. Los investigadores están explorando cómo estos materiales pueden utilizarse para construir transistores y otros componentes electrónicos que sean más eficientes que los dispositivos actuales basados en silicio. Esto podría llevar a una nueva generación de dispositivos electrónicos más pequeños, potentes y energéticamente eficientes.

 

Además, en la fotónica, los materiales topológicos podrían ser utilizados para construir guías de luz que sean mucho más resistentes a las interferencias externas. Esto podría mejorar significativamente la tecnología de comunicaciones ópticas y los sensores. Estos dispositivos podrían emplearse en redes de telecomunicaciones que sean más rápidas y fiables, así como en sistemas avanzados de detección y medición.

 

La física de los estados topológicos de la materia ha abierto un nuevo campo de investigación en la física, que está revolucionando no solo la teoría, sino también las aplicaciones tecnológicas. Una de las propiedades más fascinantes de los materiales topológicos es que sus propiedades eléctricas y magnéticas están protegidas por la topología, lo que significa que son increíblemente resistentes a las perturbaciones. Esto es muy diferente de los materiales convencionales, que son mucho más sensibles a los defectos y las impurezas.

 

Los qubits topológicos se basan en estas propiedades topológicas y, por lo tanto, son mucho más resistentes a los errores que los qubits convencionales. Los qubits convencionales son extremadamente frágiles, y cualquier pequeño cambio en su entorno puede hacer que pierdan su estado cuántico, lo que introduce errores en los cálculos cuánticos. Los qubits protegidos topológicamente, en cambio, están diseñados para ser robustos frente a estos tipos de errores, lo que podría hacer que las computadoras cuánticas sean mucho más fiables.

 

Un ejemplo de este tipo de robustez se observa en los estados de borde de los materiales topológicos. Los aislantes topológicos, por ejemplo, tienen la capacidad de conducir electricidad solo en sus bordes, mientras que el interior del material es un aislante. Esta conducción en los bordes no se ve afectada por defectos o impurezas en el material, lo que significa que los estados de borde son extremadamente robustos. Esta propiedad es lo que hace que los aislantes topológicos sean tan prometedores para su uso en tecnologías cuánticas y electrónicas.

 

Además, los avances en materia cuántica también están permitiendo el estudio de nuevas fases de la materia que antes se consideraban imposibles. Por ejemplo, los fermiones de Majorana, que son partículas cuánticas exóticas, están siendo investigados por su potencial para crear qubits protegidos topológicamente. Estos fermiones tienen la propiedad de ser sus propias antipartículas, y su descubrimiento ha sido uno de los avances más emocionantes en la física moderna.

 

A medida que los científicos continúan explorando los materiales topológicos y las partículas cuánticas, es probable que veamos más descubrimientos revolucionarios en los próximos años. Estos descubrimientos no solo transformarán nuestra comprensión de la mecánica cuántica, sino que también conducirán a nuevas tecnologías que cambiarán la forma en que vivimos y trabajamos.

 

El desarrollo de computadoras cuánticas prácticas es uno de los grandes retos tecnológicos del siglo XXI. Estas computadoras cuánticas tendrán el poder de resolver problemas que son imposibles de resolver para las computadoras clásicas, como la modelización de sistemas moleculares complejos, la optimización de redes o la descomposición de grandes números en sus factores primos, lo que tiene implicaciones para la criptografía.

 

Aunque las computadoras cuánticas todavía están en sus primeras etapas de desarrollo, los avances recientes sugieren que es solo cuestión de tiempo antes de que sean una realidad comercial. Empresas como IBM y Google ya están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de tecnologías cuánticas, y se espera que las primeras aplicaciones prácticas estén disponibles en la próxima década.

 

Además, la teoría de la información cuántica está comenzando a tener un impacto profundo en otras áreas de la ciencia. Por ejemplo, los investigadores están utilizando algoritmos cuánticos para resolver problemas en química, física de materiales e incluso en inteligencia artificial. La capacidad de las computadoras cuánticas para procesar grandes cantidades de información en paralelo podría revolucionar el campo de la IA, permitiendo la creación de modelos más complejos y precisos que los que son posibles con las computadoras clásicas.

 

A medida que la investigación en materia cuántica y computación cuántica continúa avanzando, es probable que veamos una convergencia de diferentes disciplinas, desde la física hasta la química, la biología y la inteligencia artificial. Esta intersección de campos promete generar nuevos descubrimientos que no solo profundizarán nuestra comprensión del universo, sino que también conducirán a avances tecnológicos que cambiarán la vida cotidiana.

 

Una de las áreas en las que ya estamos viendo un impacto significativo es la seguridad de las comunicaciones. Los sistemas de criptografía cuántica, basados en el entrelazamiento cuántico, prometen comunicaciones seguras que no pueden ser interceptadas sin ser detectadas. Esto podría tener implicaciones profundas para la seguridad de la información en sectores como las finanzas, la defensa y las comunicaciones globales.

 

En telecomunicaciones, la red cuántica se está convirtiendo en una realidad, con experimentos exitosos que han demostrado la capacidad de transmitir información cuántica a largas distancias utilizando satélites y fibra óptica. La capacidad de teletransportar información cuántica entre estaciones terrestres y satélites en órbita podría transformar las redes globales y permitir una comunicación más rápida y segura que nunca.

 

Además, la tecnología cuántica tiene el potencial de revolucionar la medicina. Los avances en sensores cuánticos permitirán diagnósticos más precisos y no invasivos, y la capacidad de las computadoras cuánticas para modelar moléculas complejas podría acelerar el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos médicos.

 

El futuro de la tecnología cuántica es increíblemente prometedor. Sin embargo, hay muchos desafíos que deben superarse antes de que estas tecnologías puedan realizar todo su potencial. La decoherencia cuántica, que ocurre cuando los qubits interactúan con su entorno y pierden su estado cuántico, sigue siendo uno de los mayores obstáculos para la construcción de computadoras cuánticas prácticas. Los investigadores están trabajando en soluciones, como los qubits protegidos topológicamente, que podrían hacer que estas computadoras sean más estables y fiables.

 

Uno de los mayores beneficios de la computación cuántica será su capacidad para resolver problemas que hoy parecen intratables. Esto incluye la optimización de sistemas complejos, como la gestión de redes eléctricas, la planificación logística o la distribución de recursos en grandes sistemas. Los algoritmos cuánticos podrán encontrar soluciones a estos problemas mucho más rápido que los algoritmos clásicos, lo que podría tener un impacto significativo en la eficiencia y la sostenibilidad de muchas industrias.

 

De esta forma podemos decir que la segunda revolución cuántica está en marcha, y los estados topológicos de la materia están en el corazón de muchos de estos avances. Lo que alguna vez fue considerado una curiosidad teórica en la física cuántica ahora se está convirtiendo en la base de nuevas tecnologías que podrían transformar nuestras vidas de formas que apenas comenzamos a imaginar.

 

Como mencioné antes, estos desarrollos no están exentos de desafíos. A menudo, cuando surge una nueva idea que desafía el statu quo, hay resistencia. Los científicos tienen que estar preparados para defender sus ideas frente a una comunidad que, comprensiblemente, puede ser escéptica. Esto es parte del proceso científico: poner a prueba las ideas y enfrentarse a la crítica constructiva para fortalecerlas. Pero cuando los descubrimientos resisten esta prueba, pueden llevarnos a nuevos horizontes de comprensión y aplicación.

 

En este sentido, los materiales topológicos han demostrado ser un campo extraordinario de exploración. Uno de los aspectos más interesantes de esta investigación es que nos recuerda lo poco que aún entendemos sobre el universo a nivel fundamental. Las leyes de la mecánica cuántica no han cambiado en más de 100 años, pero su aplicación en sistemas complejos sigue revelando nuevas formas de entender y utilizar la materia.

 

Agradecimientos:

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a esta universidad por su cálida hospitalidad y por su compromiso con la difusión del conocimiento. Ha sido un honor compartir esta conferencia con ustedes. Agradezco también el apoyo de mi equipo y colaboradores, sin los cuales muchos de estos avances no habrían sido posibles.

Gracias a todos por su atención.

Con el objetivo de abrir las puertas de la literatura a las nuevas generaciones, nuestra universidad ha consolidado un espacio que va mucho más allá de los libros: el Pabellón Infantil de la Feria del Libro. Desde sus inicios, este espacio ha sido un lugar donde las niñas y los niños descubren el poder transformador de la lectura, los talleres de creatividad y el contacto directo con autores e ilustradores. Un sueño que, diez años después, sigue creciendo.

Todo comenzó cuando, en la décima edición de la Feria del Libro, la coordinadora del pabellón, quien venía de colaborar en el programa "Alas y Raíces" de Conaculta, Mar Camacho Morales,  fue invitada a impartir talleres para los más pequeños. Así nació una iniciativa que no solo ha perdurado en el tiempo, sino que ha crecido en importancia y alcance. “La idea de coordinar el pabellón surgió casi por casualidad, pero rápidamente me di cuenta de que este espacio era necesario para sembrar la semilla de la lectura en los más pequeños", comenta la coordinadora, quien ha liderado este esfuerzo desde sus inicios.

El Pabellón Infantil ha recorrido diferentes espacios en estos años, desde el lobby del Centro de Convenciones hasta el área climatizada dentro del mismo recinto. Sin embargo, la edición de este año marca un cambio significativo: por primera vez, el pabellón se realiza en la Biblioteca Central Universitaria. Aunque podría parecer inusual realizar actividades infantiles en una biblioteca, este nuevo espacio ha resultado ser perfecto para el crecimiento y expansión del proyecto. “Aquí, los niños pueden bailar, cantar y jugar. Es un lugar amplio y seguro, y ha tenido una excelente acogida por parte de padres, autores y los propios niños”, añade.

Un espacio que siembra el amor por la lectura

El impacto del Pabellón Infantil no se limita a la diversión; también es un punto de partida para introducir a los niños en el mundo de los libros. A través de los talleres y actividades, los pequeños descubren que detrás de los libros hay personas como ellos, que crean mundos y personajes mágicos. La coordinadora lo resume perfectamente: “Los libros son magia porque nos llevan a lugares inimaginables. Y este pabellón es el lugar donde esa magia comienza a florecer en las niñas y los niños”.

Con la participación de instituciones como Coneculta y la colaboración de numerosas escuelas privadas y públicas, el pabellón ha visto crecer su número de visitantes año tras año. Talleristas, maestros y padres de familia se unen a esta iniciativa para hacer de cada edición un verdadero "festival de los libros", donde los niños no solo escuchan historias, sino que las viven.

A lo largo de sus diez años, el Pabellón Infantil ha evolucionado para adaptarse a las necesidades de los niños y seguir promoviendo la lectura y la creatividad. Hoy, con una visión a largo plazo, la coordinadora sueña con un pabellón más nutrido y con una mayor participación de instituciones que, como en los primeros años, apoyaban con talleres y actividades. “Este año hemos tenido una gran participación, pero queremos seguir creciendo, llegar a más niños y seguir haciendo de este pabellón un lugar donde los libros y la creatividad sean los protagonistas”, concluye.

Con la participación de la estancia infantil y el entusiasmo de talleristas y autores, el Pabellón Infantil sigue consolidándose como un espacio clave en la Feria del Libro de la UNACH. Este esfuerzo por llevar la magia de los libros a los más pequeños es, sin duda, un legado que seguirá inspirando a generaciones futuras.

 

Texto e imágenes: Claudia González Farrera

Presentación por la Dra. María Eugenia Culebro Mandujano, secretaria general de la Universidad Autónoma de Chiapas con motivo a la participación del Antropólogo Andrés Fábregas Puig invitado especial a la 11 Feria Internacional del Libro UNACH 2024.

Muy buenas noches para todas y para todos. Agradecemos a la audiencia de este espacio "Diálogos del Foro" si son tan gentiles de ocupar sus lugares para que podamos iniciar con la conferencia magistral que tenemos programada.

Muchas gracias. Sea usted bienvenido, estimado doctor Andrés Fábregas Puig.

Sean todas y todos bienvenidos a esta actividad de la Feria Internacional del Libro 2024, con la que cerramos este maravilloso recinto que ha dado pie a tantos espacios intelectuales y académicos a lo largo de esta semana de feria. Quiero primeramente agradecer al doctor Carlos Natarén Andaya, nuestro Rector, por la posibilidad de que todas y todos podamos disfrutar de esta Feria Internacional del Libro. De igual manera, agradezco profundamente el honor de presentar a un gran personaje, un gran chiapaneco, antropólogo, intelectual, pero sobre todo una maravillosa persona, un extraordinario ser humano a quien he tenido la oportunidad de conocer a través de nuestros amigos María Luisa Trejo y José Luis Ruiz Abreu.

No solo es grande en cuanto a sus aportaciones a la antropología y a las ideas, sino también a su calidad de persona. Teniendo a un personaje como el doctor Fábregas Puig, me parece que nos quedaríamos cortos simplemente dándole lectura a una semblanza curricular. Así que para esta noche, me he permitido hacer un resumen de la laudatio que presentó la doctora Victoria Novelo. Ella ofreció una semblanza muy bonita del doctor Fábregas Puig que podemos consultar todos. Simplemente he actualizado algunos datos de cuando el doctor Fábregas Puig recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, así que voy a compartir con ustedes algunos extractos de la doctora Vicky Novelo.

Ella narra cómo se conocieron en 1967, cuando el doctor Fábregas Puig era presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México. Desde aquella época lo describe con grandes cualidades de organizador, orador, analista y líder. Desde entonces, ambos iniciaban un camino que tenía la justicia como meta de un proceso de transformación social, que no sabíamos cómo iba a pasar, pero que tenía que suceder.

Su prolífica trayectoria académica se ha traducido, además de en múltiples reconocimientos, en la publicación de investigaciones originales que han contribuido grandemente a la Antropología de México. Dice además que su labor inspira admiración y hasta el enamoramiento intelectual de sus legiones de alumnos. En su extenso currículum académico figura su participación como docente en más de una decena de instituciones de México, además de Ecuador, Costa Rica y España. La doctora Novelo escribió: “Andrés, además de ser un estupendo maestro, es un abanderado convencido del trabajo de campo, no solamente como método de aproximación al estudio de situaciones sociales, sino como la única posibilidad de encuentro con la realidad desconocida”. A sus estudiantes los ha guiado en este camino, mostrándoles cómo ver, cómo fijarse en lo que sucede a su alrededor y aprender a percibir lo que está más allá de la vista. Es decir, cómo transitar por el camino de la observación antropológica, que escudriña, pregunta y relaciona.

El doctor Fábregas Puig cuenta con una enorme experiencia administrativa por su desempeño en cargos de dirección en instituciones, departamentos y centros de docencia e investigación que ha ayudado a crear y consolidar. Participó en la fundación del Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, institución antecesora del CIESAS. Fue parte del grupo fundador del Colegio de Antropólogos Sociales, del que fue su primer presidente y Consejo Directivo. Fundó el Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, y dirigió el proyecto de investigación sobre la frontera sur de México, que contribuyó a la elaboración de políticas públicas en los planes generales de gobierno, tanto de Chiapas como de la República. Fundó el CIESAS del Sureste, germen de la creación del CIESAS Peninsular en Chiapas, y además fue responsable de la reestructuración del Instituto Chiapaneco de Cultura. Fundó y fue el primer rector de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y la Universidad Intercultural de Chiapas, ubicada en San Cristóbal de las Casas.

Entre algunas de las distinciones que ha recibido se encuentran la mención de honor en el Quincuagésimo Cuarto Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Viena, Austria. En febrero de 2014, recibió un homenaje del CESMECA, donde se puso su nombre al Centro de Información y Documentación. En marzo de 2014, recibió la Medalla Francisco Tenamaxtle que otorga la Universidad de Guadalajara. En el año 2015 recibió el Premio Chiapas y el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. En el 2022 fue galardonado con el Premio Latinoamericano y del Caribe en Ciencias Sociales, otorgado por el Consejo Latinoamericano en Ciencias Sociales (CLACSO).

Para quienes conocen su biografía, sabrán que es especialista en análisis antropológicos de la región, combinando la etnohistoria con la antropología social. Entre sus aportaciones destacan los estudios comparativos en la Sierra de Ávila y los Altos de Jalisco. Son importantes sus reflexiones teóricas sobre la antropología, la cual analiza a partir de sus orígenes y desarrollos de concepciones humanistas. También destaca su deuda con la antropología crítica de Karl Marx, que ve al trabajo como fuerza motriz e historia. Además, destaca su traducción del ensayo de Marx y su enfoque en el pensamiento de Lawrence Krader, a quien incluye en su antropología crítica.

También es destacable su libro "Los años estudiantiles". La doctora Vicky Novelo lo describe como una autobiografía provocadora, una etnografía que muestra cómo fue construyéndose como antropólogo, entre contextos sociales, personales y del ambiente académico de su tiempo.

Otro de sus trabajos versa sobre descripciones y análisis del trabajo artesanal chiapaneco, el cual aborda con seriedad científica, envuelto en un fuerte sentimiento de admiración y orgullo. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran "El indigenismo en América Latina" publicado por El Colegio de México en 2021 y "Chiapas".

Otra faceta de nuestro conferencista es su dedicación a los trabajos de solidaridad con las luchas de Centroamérica, especialmente en Nicaragua y El Salvador. También participó en las primeras pláticas de paz posteriores al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994.

La doctora Vicky Novelo lo describe así: “Andrés Fábregas Puig no es solo un intelectual destacado, dedicado y fructífero; es también esposo, hijo, nieto, amigo, viajero, amante del buen comer y del buen beber, aficionado al cine y a la música, además de empedernido lector y extraordinario conversador. En algún momento, fue también extra de cine”.

Durante una entrevista en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en marzo de 2015, el Dr. Fábregas Puig explicó: “En México, hemos desarrollado una antropología preocupada por los problemas del país. Para el antropólogo mexicano, ‘el otro’ es un reflejo de la variedad en la que uno está contextualizado. El concepto del otro es un resultado de las antropologías colonialistas que vieron en los pueblos dominados a una cultura extraña, pero nosotros estudiamos a nosotros mismos, ya sea en un estadio de fútbol, en una comunidad campesina o en un poblado totonaco. En todos los casos, terminamos haciendo referencia al país y su compleja problemática”.

Esto es solo una parte de la trayectoria de nuestro conferencista magistral. Sean todas y todos bienvenidos a esta conferencia denominada “La importancia del libro en el mundo contemporáneo”. Muchas gracias, doctor Fábregas.

Muy generosa, gracias. Pues muchas gracias a nuestra Secretaria General de la Universidad Autónoma de Chiapas, María Eugenia Culebro, por tan generosa visión, sin duda, provocada por el afecto. Muchas gracias.

También agradezco al rector de la universidad, el doctor Carlos Natarén, por la invitación que me hizo, y a mi amigo de muchos años, aunque él es muy joven y no tiene la edad que yo, José Luis Ruiz Abreu, quien ha sido el que ha llevado el peso de la organización de la feria. Muchas gracias también por haberme invitado. Cuando me invitaron a escribir sobre la importancia del libro en el mundo contemporáneo, la verdad es que tuve un ataque de nostalgia.

Dije, bueno, voy a hacer un texto memorioso y quizás varios de los que asistan se verán reflejados en lo que voy a ir mencionando.

Entonces comienzo. En la Tuxtla Gutiérrez de mediados del siglo XX –y esto que voy a decir ocurría en las principales ciudades del estado– se leía desde la escuela hasta los hogares. Aprendíamos la historia de Chiapas, por ejemplo, leyendo “Los cuentos del abuelo” escrito por don Ángel M. Corzo, un libro que recuperaba en sus páginas no solo el devenir del pueblo, sino la añeja tradición chiapaneca de la conversación, que tiene una repercusión tan amplia en nuestra tierra.

Varios de los libros que mencionaré en esta ocasión se adquirían en la propia librería que fue de mi abuelo y que llevaba el nombre de “El Progreso” porque es el nombre del puerto mexicano a donde desembarcó don Antonio Puig Pascual en 1902 para nunca más regresar a Cataluña, sino quedarse a vivir en Chiapas. El otro día que pasaba por el centro, vi que ya no existe la librería, y sentí otro ataque de nostalgia al ver cómo va transformándose una ciudad en la que uno nació y cómo va volviéndose uno extraño al desaparecer los contextos en los que vivió la niñez y la adolescencia.

Otra de las librerías de aquellos días en donde encontrábamos los libros era “La Ilustración”. Así, leíamos desde la escuela primaria –como en mi caso un libro que me regaló mi madre–, y que leíamos mucho, llamado “Corazón: diario de un niño” de Amicis.

Por supuesto, también las novelas de Alejandro Dumas, y entre las más conocidas, “Los tres mosqueteros”. Estas novelas de capa y espada, ambientadas en la Europa de los siglos XVII y XVIII, despertaban nuestra imaginación y nos hacían desear siempre el triunfo del bien. Los tres mosqueteros, llamados Athos, Porthos y Aramis, servían a la reina, mientras que el protagonista principal, el joven gascón D’Artagnan, pertenecía a la guardia del Rey.

La historia de estos amigos entrañables continúa en las novelas tituladas “Veinte años después” y “El conde de Bragelonne”. Alejandro Dumas escribió mucho y sigue siendo una lectura apasionante, sobre todo cuando se es joven.

Y qué decir de Jules Gabriel Verne, mejor conocido como Julio Verne, tan célebre por novelas como “La vuelta al mundo en 80 días”, que además de profetizar la importancia del transporte aéreo, nos enseñaba geografía mundial. Parecía que cuando uno leía este gran libro de Julio Verne, uno se sentía como un pájaro volando y viendo los territorios por los que se pasaba.

O esa espléndida novela que se llama “De la Tierra a la Luna”, con la que Julio Verne, en pleno siglo XIX, anunciaba la era espacial que aún vivimos. Y qué decir de sus otras obras, como “Viaje al centro de la Tierra”, “Los hijos del capitán Grant”, “El correo del Zar”, etcétera. Leyendo a autores como Alejandro Dumas o Julio Verne, completábamos lo que aprendíamos en las aulas, además de dar vuelo a la imaginación y vivir, en nuestros poblados y ciudades chiapanecas, aventuras insospechadas.

Mientras escribía este texto, recordé de nuevo que mi madre, doña Carmen Puig de Fábregas, me regaló la colección completa de “Los Pardaillán” de Michel Zévaco, obra que abarca 24 volúmenes y describe la historia de Francia entre 1553 y 1616 a través de una asombrosa narrativa que muestra, además, las virtudes y debilidades de los seres humanos.

Pero sin duda, el autor que más me impresionó en aquellos días de adolescencia y juventud fue Emilio Carlo Giuseppe María Salgari, un marino nacido en Verona, Italia, en 1862 y fallecido en Turín en 1911, justo en plena Revolución Mexicana. Leyendo a Emilio Salgari, viajaba a los mares de Malasia, al Océano Pacífico, al Mar Caribe, a las selvas de la India, a los desiertos africanos, a los paisajes de Australia, al Ártico norte y sur, e incluso al oeste norteamericano. Este prolífico autor, Emilio Salgari, me identificó con el ser marinero, el gusto de viajar para conocer mundo.

Por supuesto, también me despertó la imaginación y mi vocación por la antropología. ¿Cómo no recordar a personajes como Sandokán, el tigre de la Malasia, que junto con su inseparable amigo portugués Yáñez asaltaban los barcos que transportaban el producto del saqueo colonial?

¿Cómo olvidarse de “La capitana del Yucatán”, novela que narra las vicisitudes, virtudes y heroísmo de una mujer singular, adelantándose años al feminismo actual? La capitana del Yucatán es una patriota que lucha por la libertad de Cuba en años en que a la Isla Bella se la disputaban los españoles y los norteamericanos.

La capitana del Yucatán es una mujer cubano-mexicana que conduce un barco de la más avanzada tecnología de su época, 1868, cargado de armas para los patriotas cubanos en combate contra la colonia. El texto nos lleva por las aguas del Mar Caribe, que otrora fuera cruzado por piratas, quienes, con sus acciones, debilitaban a los imperios de la época bajo la máxima de “ladrón que roba a ladrón, tiene cien años –o pueden ser mil– de perdón”.

Todas estas novelas y otras más que no he mencionado ejercieron una notable influencia en millones de jóvenes que las leíamos en una época en la que la lectura era un hábito difundido mundialmente, mucho antes del auge de la televisión, el internet, las computadoras y los teléfonos celulares. Tuve la suerte de que en mi casa mis padres fueran lectores. Aún recuerdo a mi madre leyendo y comentando “Los Pardaillán” o “El conde de Montecristo”. También recuerdo a mis padres devorando novelas policiacas escritas por Agatha Christie, Arthur Conan Doyle y Rex Stout, por mencionar algunos. Para mi generación, fue vital la narrativa, como ejemplifican las menciones anteriores.

No puedo dejar de mencionar que escuché “El Quijote de la Mancha” de labios de Don Lindo Oliva, abuelo del poeta Óscar Oliva, quien solía descansar en una hamaca en el patio del negocio de su hijo, Óscar, en la famosa cantina llamada “La Estación” o “El Ateneo”. Años después, tras escuchar El Quijote, lo leí mientras recordaba que don Lindo Oliva decía que ese libro lo tenía todo, que encerraba al mundo, planteaba las virtudes y debilidades humanas, y que leyéndolo uno se quedaba satisfecho, contento con uno mismo. No dejo de mencionar la importancia de los llamados cómics o cuentos que adquiríamos en el quiosco de Don Arturo Ramos, llamado “El Correíto”.

Don Arturo nos despachaba los cuentos recién llegados: El Llanero Solitario, La Mujer Maravilla, Mandrake el Mago, Hopalong Cassidy, Roy Rogers, Superman, Shano, y hasta Memín Pinguín. Incluso llegaba también “La Familia Burrón”, una sociología extraordinaria de la añorada Ciudad de México. Actualmente, una colección de cualquiera de estos cómics tiene un gran valor.

Pero también leíamos a autores mexicanos, como Juan Rulfo, a quien recuerdo vívidamente pronunciando una inolvidable conferencia en el Paraninfo del legendario ECACH en Tuxtla Gutiérrez, allá por el año de 1962. Su gran novela “Pedro Páramo” sigue estudiándose en departamentos y escuelas universitarias alrededor del mundo como un clásico de las letras en lengua castellana. Qué importante fue también en la formación intelectual de los jóvenes mexicanos de esa primera mitad del siglo XX y principios de la segunda, la obra de Octavio Paz, “El laberinto de la soledad”, o de Carlos Fuentes, con títulos como “Aura”, “La muerte de Artemio Cruz” o “La región más transparente”.

No podemos omitir a José Emilio Pacheco, con su libro “Las batallas en el desierto”. Tuve el gusto de escucharlo en San Cristóbal, invitado por la Universidad Intercultural de Chiapas en 2009. Recuerdo que su esposa, Cristina Pacheco, me llamó para decirme: “Andrés, se le olvidó a mi marido llevar un suéter, no dejes que vaya sin suéter a la conferencia”. Le respondí que no se preocupara, que le íbamos a prestar uno. Le presté un suéter mío y tengo el honor de que se lo llevó y nunca me lo devolvió.

Por supuesto, no puede dejarse de mencionar a Fernando del Paso y su libro “Noticias del Imperio”, o a Ángeles Mastretta con “Arráncame la vida”, o a Laura Esquivel con “Como agua para chocolate”. Con Carlos Monsiváis, el ensayo y la literatura alcanzaron niveles complejos en México, además de que dicho escritor llegó a tener una notable presencia en la vida nacional. Asimismo, en el ámbito de la llamada novela negra, una suerte de subgénero de la novela policiaca, Gerardo Cornejo, quien además era mi colega antropólogo, destacó con su libro “Justo el Justiciero”, al que siguió Elmer Mendoza con sus “Balas de plata”, que narran las aventuras de la gente Édgar “El Zurdo” Mendieta, un policía bastante desquiciado.

En el terreno de la literatura no podemos obviar a los escritores y escritoras de Chiapas que hoy son considerados clásicos, como Flavio Paniagua y entre quienes ya no están entre nosotros, menciona la importancia de la novela de Saúl López de la Torre, “La casa de bambú”, escrita y publicada en 2011, que narra las vicisitudes de las luchas armadas en México y que fue presentada en este mismo lugar por Saúl en una noche también inolvidable. Saúl López de la Torre fue un eficaz colaborador en el Instituto Chiapaneco de Cultura y lo recordamos muchos con mucho afecto.

En la poesía, que en Chiapas ha tenido siempre un buen número de lectoras y lectores, la lista es larga. Por supuesto, Jaime Sabines, Rosario Castellanos, Juan Bañuelos y nuestro poeta mayor Óscar Oliva, a quien menciono porque fue recientemente reconocido con el Premio Nacional de Artes en Lingüística y Literatura. Recomiendo mucho su poemario titulado “Escrito en Tuxtla”.

Además, hoy existen poetas jóvenes en Chiapas, así como otros ya consagrados, de gran calibre. Dejo en el tintero muchos nombres, soy consciente de ello, para que los interesados se aboquen a encontrarlos en los anaqueles especializados de las librerías de Chiapas.

Permítanme que mencione mi recuerdo del gran poeta español republicano que encontró cobijo en México, Pedro Garfias, quien en una tarde memorable del Tuxtla de los años 1950 ofreció un hermoso recital en los locales de lo que fue el Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas. Aún lo recuerdo de pie diciendo: “España, que perdimos, no nos pierdas. Guárdanos en tu frente derrumbada. Conserva en tu costado el hueco vivo de nuestra ausencia amarga, que un día volveremos, más veloces, sobre la densa y poderosa espalda de este mar, con los brazos ondeantes y el latido del mar en la garganta”.

Y ahora que se cumplen 56 años de la masacre de Tlatelolco, declarada por la presidenta Claudia Sheinbaum como un crimen de lesa humanidad perpetrado por el Estado Nacional Mexicano, recordemos los versos de Rosario Castellanos, quien en ese poema extraordinario llamado “Memorial de Tlatelolco” escribe: “La oscuridad engendra la violencia y la violencia pide oscuridad para cuajar el crimen. Por eso el 2 de octubre aguardó hasta la noche para que nadie viera la mano que empuñaba el arma, sino solo su efecto de relámpago”. No me queda duda de que “Memorial de Tlatelolco” es uno de los grandes poemas que se han escrito en México y que puede leerse en las antologías dedicadas a Rosario Castellanos.

En un homenaje a los republicanos españoles que llegaron a Chiapas, Rosario Castellanos dedicó al maestro Andrés Fábregas Roca su soneto “Del emigrado”. Me permito leerlo:
“Cataluña ladera y labradora, / viñedo y olivar, almendra pura, / patria rememorada, arquitectura / ciudad junto a la mar historiadora. / Ola de la pasión descubridor, / ola de la sirena y la aventura / Mediterráneo dio tu singladura / la nave del destierro con su proa. / Emigrado, La Ceiba de los mayas / te dio su sombra grande y generosa / cuando buscaste arrimo entre sus playas / y al llegar a la mesa del consejo / nos diste el sabor noble de tu prosa, / de sal latina y óleo y vino añejo”.

Díganme si no es para emocionarse. Estos versos de esa gran mujer que fue Rosario Castellanos, quien tuvo una vida no muy feliz.

Dije antes que leíamos desde la escuela, y así era. Recuerdo que en tercero de secundaria, en el CACH, tuvimos un curso de literatura con el profesor Agripino Gutiérrez, quien nos descubrió nada menos que el Siglo de Oro español, ubicado entre 1492 y 1659. Gracias a ese curso, conocimos las obras de Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Santa Teresa de Jesús y Tirso de Molina. Asimismo, nos introdujimos al romanticismo, leyendo a José de Espronceda, lo cual nos permitió descubrir los libros de Víctor Hugo, Gustavo Adolfo Bécquer, Marie Shelley, Rosalía de Castro, Carolina Coronado, Oscar Wilde, Rubén Darío, y muchos más.

Recuerdo que en esa misma clase con el profesor Agripino Gutiérrez, me tocó pasar al frente y leer en voz alta “La Celestina” de Fernando de Rojas. A otro compañero, cuya identidad mi memoria ya no recuerda, le tocó leer “El diablo cojuelo” de Luis Vélez de Guevara, que me impresionó tanto que lo leí también por mi cuenta.

Pero me dirán ustedes, y con justa razón, que hasta ahora he mencionado solamente narrativa y poesía. He hecho esto porque esos son los textos con los que aprendíamos a leer en mis años de juventud en Tuxtla Gutiérrez, y que fungían como un cincel que iba labrando nuestra identidad. No obstante, no puedo dejar de mencionar la importancia de los libros producidos por las ciencias sociales, empezando por los clásicos.

Para los jóvenes de hoy que se interesan por las ciencias sociales, es imprescindible leer a los llamados clásicos, debido a que sus textos son atemporales y siguen vigentes al paso de los años. En ciencias sociales, por ejemplo, es lectura obligada “El Capital” de Karl Marx, publicado en 1867, porque es el texto teórico que describe y discute la economía política capitalista que aún domina el mundo. Si “El Capital” puede ser una primera lectura difícil, sugiero su “Introducción a la crítica de la economía política”.

Seguiría Max Weber, con “Economía y sociedad” publicado en 1922, además de ese extraordinario texto de Weber titulado “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, un análisis de la relación entre ideología religiosa y economía política. Este texto de Weber nos despierta la reflexión sobre el mundo actual, especialmente en un contexto como el de hoy, con la guerra entre Israel y el mundo musulmán, y la destrucción de Gaza que podemos ver, quizá con indiferencia, a través de las pantallas de televisión o del celular.

No puede faltar en esta mención de los clásicos en ciencias sociales los textos de Émile Durkheim, el fundador de la sociología como disciplina universitaria. Los textos de Durkheim lograron establecer el hecho social como un objeto de análisis científico bajo el diseño de reglas del método en libros básicos como “Las reglas del método sociológico”, publicado en 1895, “La división del trabajo social” de 1893, y su obra fundamental sobre el suicidio publicada en 1897.

Menciono también al ingeniero y sociólogo italiano Vilfredo Pareto, un tanto olvidado por su relación con el dictador fascista Benito Mussolini, quien introdujo el concepto de “élite”. El concepto de élite de Pareto sigue siendo útil en el estudio de las sociedades desiguales como las que vivimos. Este concepto es parte de su compendio de “Sociología General” de 1920, en el cual además realizó una interesante reflexión sobre el gobierno de Porfirio Díaz, una obra que se conoce muy poco en nuestro país.

Otro de los textos que recomiendo es “La interpretación de los sueños” de Sigmund Freud, publicado en 1900, texto fundamental de la obra psicoanalítica. La gran contribución de Freud al pensamiento contemporáneo es el descubrimiento de la fuerza motriz del inconsciente. Aunque muchos sectores de las ciencias sociales actuales rechazan el psicoanálisis, los conceptos freudianos del inconsciente, la libido, la pulsión de vida, la pulsión de muerte, el complejo de Edipo y otros más, nos permiten acercarnos a una interpretación profunda de los seres humanos en lo individual y en lo colectivo.

Igualmente, hay que mencionar a Claude Lévi-Strauss, padre del estructuralismo, que tanta influencia tuvo en las ciencias sociales de México, especialmente en la antropología de los años 1970. La obra de Lévi-Strauss “Las estructuras elementales del parentesco”, de 1949, se sigue leyendo en las aulas de antropología de las universidades públicas de México. De Claude Lévi-Strauss recomiendo también “Tristes Trópicos”, de 1955, un libro en donde el autor nos relata sus experiencias como etnógrafo en el Brasil.

No puede faltar la lectura de Michel Foucault y sus textos fundamentales como “La arqueología del saber”, “Vigilar y castigar” y “La historia de la sexualidad”. No conozco a un solo profesional de las ciencias sociales y humanidades en el mundo contemporáneo que no haya leído a Foucault.

Podemos agregar también la obra de Pierre Bourdieu y su famosa “La distinción”, publicada en 1979, que sigue teniendo una influencia notable en los estudios de sociología de la educación. Menciono también al sociólogo polaco Zygmunt Bauman, con su concepto de “modernidad líquida”, tan útil para entender la llamada “posmodernidad” en que vivimos. Zygmunt Bauman también nos describe el nuevo concepto de “retropolítica” en su libro “La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos” de 2014, un texto de gran utilidad para los estudios políticos de la actualidad.

La lista de autores y textos de ciencias sociales y humanidades sería infinita, pero me atrevo a mencionar finalmente a Norbert Elias y su obra clásica “El proceso de la civilización”, escrita en 1939. Esta obra nos permite entender el proceso que lleva a la transformación del comportamiento humano, de la llamada barbarie a la llamada civilización, y sigue vigente como un manual sobre el comportamiento humano contemporáneo.

Me permito también mencionar algunos títulos más contemporáneos, sobre todo en el ámbito de la antropología y la sociología. Entre ellos está la obra de Clifford Geertz, quien con “La interpretación de las culturas” de 1973 contribuyó a una visión renovada del análisis antropológico a través del concepto de “descripción densa”. Esta obra sigue siendo de lectura obligada en las escuelas de ciencias sociales.

Asimismo, está el libro “La sociedad del riesgo” del alemán Ulrich Beck, publicado en 1986, que ofrece una reflexión importante sobre los peligros que acarrea el desarrollo de la sociedad industrial moderna, y cómo esos riesgos afectan a los sectores más vulnerables. También de lectura obligada en estos días es “El planeta de los estúpidos”, de Juan Carlos Cubeiro, una ácida crítica a la superficialidad y a la falta de profundidad en los análisis contemporáneos, sobre todo en el ámbito empresarial.

Quiero recordar en este momento a algunos pensadores latinoamericanos que también tienen una presencia significativa en las ciencias sociales. Pienso en Eduardo Galeano y su libro “Las venas abiertas de América Latina”, que muestra una visión crítica de la historia de la explotación colonial y neocolonial en nuestra región. También al colombiano Orlando Fals Borda, con su teoría de la “investigación-acción participativa”, que busca una metodología de investigación vinculada a las luchas sociales. Y, por supuesto, al brasileño Paulo Freire, con su libro “Pedagogía del oprimido”, obra que sigue siendo un referente en los estudios sobre educación y cambio social.

Otro libro que quiero recomendar, aunque no pertenece estrictamente a las ciencias sociales, es “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord, publicado en 1967, una obra que realiza una crítica profunda a la sociedad de consumo y a los medios de comunicación, anticipando muchos de los problemas que hoy enfrentamos en la era digital.

Así, con esta lista de autores y obras, se vislumbra la importancia del libro como vehículo de ideas, como transmisor de conocimientos y como herramienta fundamental para la reflexión crítica en el mundo contemporáneo. Las y los invito a que lean y se acerquen a estos textos, ya que todos ellos, desde distintas perspectivas y disciplinas, nos ofrecen valiosas lecciones sobre el ser humano, la sociedad y la cultura.

Para finalizar, quiero expresar mi agradecimiento a la Universidad Autónoma de Chiapas, a su Rector y a todas las personas involucradas en la organización de esta feria. Es una muestra del compromiso que la universidad tiene con la cultura y la educación, elementos fundamentales para el desarrollo de nuestro país. Muchas gracias por su atención y muy buenas noches.




En la “Hora Geek”, una serie de conferencias y talleres en marco a la FILUNACH 2024 se logró reunir a figuras destacadas del ámbito digital, la ilustración y el entretenimiento. Este evento, que tuvo como lema “Conectando ideas, impulsando el mañana”, incluyó actividades diarias enfocadas en la innovación, el arte y la tecnología.

Iniciando con innovación digital: Rudy Laddaga El 14 de octubre, el reconocido innovador digital Rudy Laddaga fue el encargado de abrir el programa de Hora Geek. Con una trayectoria destacada en la creación de soluciones tecnológicas, Laddaga compartió sus experiencias y conocimientos sobre cómo las herramientas digitales pueden revolucionar diversas áreas, desde la educación hasta el emprendimiento. Su intervención fue una fuente de inspiración para aquellos interesados en la transformación digital.

René Córdova: Ilustración con corazón El 15 de octubre, los talentosos ilustradores René y Renata Córdova capturaron la atención del público con su arte dinámico y expresivo. Los hermanos Córdova ofrecieron una conferencia llena de anécdotas sobre su carrera en el mundo de la ilustración, además de consejos para quienes buscan hacer del dibujo una profesión. Su estilo único y su capacidad para contar historias visuales resultaron en uno de los momentos más memorables de la feria.

El mundo del streaming con Feryfer El 16 de octubre fue el turno de Feryfer, una destacada streamer que ha ganado popularidad por su carisma y cercanía con sus seguidores. Feryfer compartió su experiencia en el mundo del streaming, una de las plataformas más importantes del entretenimiento actual. En su charla, abordó temas como la creación de contenido, la interacción con la comunidad y los desafíos de ser una figura pública en las redes sociales.

Luis Rabelo y el futuro aeroespacial La feria cerró con broche de oro el 18 de octubre con la conferencia de Luis Rabelo, un experto en aeronáutica y aeroespacial, quien destacó la importancia de la tecnología avanzada en la exploración espacial. Rabelo inspiró a los estudiantes y asistentes al resaltar los logros recientes en la industria aeroespacial y cómo el conocimiento en esta área puede abrir oportunidades para los jóvenes universitarios.

Un espacio para el futuro creativo Durante toda la feria, la Hora Geek proporcionó un espacio interactivo donde los estudiantes y participantes pudieron explorar nuevas formas de creatividad, tecnología y desarrollo profesional. La mezcla de arte, tecnología y cultura hizo de este evento una experiencia enriquecedora y diversa.

La 11ª Feria Internacional del Libro UNACH 2024 se consolida como un espacio de encuentro para el conocimiento y la innovación, invitando a los jóvenes a ser parte del cambio y a explorar nuevas fronteras en el ámbito digital y artístico.

Este evento también contó con la participación especial de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas de Colombia, lo que reafirma la colaboración internacional y el intercambio de ideas en este tipo de encuentros culturales.

Texto e imágenes: Claudia González Farrera

La universidad pública más grande y  con más historia de Chiapas ha alcanzado medio siglo de vida, y lo celebró con una emotiva ceremonia presencial en la Colina Universitaria de Campus I. La historia y la vibrante energía de la juventud se concentró en una tarde emotiva a la que asistieron cientos de integrantes de la comunidad estudiantil, académica y administrativa, en tanto que en cada Campus UNACH en el resto de la geografía de Chiapas se realizaron réplicas del evento masivo. 

El rector Carlos Faustino Natarén Nandayapa, en un discurso transmitido a cada uno de los campus de la universidad, evocó la historia y el espíritu que han dado forma a la máxima casa de estudios de Chiapas, destacando el impacto de nuestra casa en el desarrollo académico y social de la región.

En sus palabras, el rector recordó que el sueño de establecer una universidad en Chiapas comenzó desde 1826, un ideal que cobró vida en 1974. “La UNACH es la concreción de un sueño colectivo, construido sobre la base de esfuerzos y sacrificios de muchas generaciones”, expresó Natarén. En su mensaje, hizo hincapié en cómo la fundación de la UNACH fue mucho más que un logro administrativo: fue la materialización de un profundo anhelo de la comunidad chiapaneca que ha creído siempre en la educación como herramienta de transformación, justicia social y desarrollo para la entidad.

La celebración de los 50 años de la UNACH no solo recordó la trayectoria y el compromiso de la universidad con la formación de profesionales para Chiapas y el país, sino que también fue un tributo a cada región del estado. “Hoy es un gran día para quienes formamos parte de la historia de la UNACH: celebramos cinco décadas de esfuerzos, sueños y objetivos que hemos cumplido. Medio siglo de formar profesionales, ciudadanos y ciudadanas comprometidas con el estado y el país”, afirmó el rector. Las palabras resonaron con fuerza en toda la comunidad, que ha sido testigo de los logros alcanzados y de los sueños que aún están por materializarse.

La conmemoración se extendió a todos los campus, en un ambiente de unidad y alegría. Desde la Colina Universitaria, el evento se prolongó con un espectáculo musical que reunió a estudiantes, personal académico, administrativo y autoridades. En su mensaje, el rector expresó el compromiso de la universidad de continuar siendo un “faro de conocimiento y esperanza para Chiapas”, instando a la comunidad a honrar el legado de quienes hicieron posible esta institución y a seguir formando líderes que guíen a Chiapas hacia un futuro más justo y próspero.

La jornada contó con la presencia de figuras destacadas de la administración universitaria, líderes sindicales y personalidades académicas de otras instituciones, como la rectora de la Universidad Autónoma de Quintana Roo, Consuelo Natalia Fiorentini Cañedo; la rectora de la Universidad del Caribe, Marisol Vanegas Pérez; y el rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, Carlos Alberto Estrada Pinto.

Con este festejo, la UNACH reafirma su compromiso con Chiapas y con el futuro, celebrando 50 años de logros, pero también proyectando los pasos que la llevarán a continuar siendo el motor de cambio y desarrollo que ha sido para tantas generaciones.

 

Texto Redacción Gaceta/ Imágenes UNACH

La 11ª Feria Internacional del Libro UNACH 2024 se engalanó con una serie de actividades que promovieron la reflexión no sólo en torno a las letras, sino también al séptimo arte. Dentro de su nutrida programación, destacó el espacio dedicado al cine-debate, un foro en el que se proyectaron películas y cortometrajes seleccionados con el objetivo de fomentar el análisis crítico y la discusión entre los asistentes. Las proyecciones de esta edición, que se llevaron a cabo del lunes 14 al viernes 18 de octubre, incluyeron desde cortometrajes nacionales contemporáneos hasta clásicos internacionales, todos unidos bajo el eje temático de los sueños y la condición humana.

El lunes 14 de octubre, la semana de cine se inauguró con dos propuestas nacionales. A las 17:00 horas, se proyectó el cortometraje Agua corre (2023), dirigido por Natalia Audirac, una obra de seis minutos que presentó una narrativa visual y poética. A continuación, a las 18:00 horas, el público disfrutó de Es todo sobre los sueños (2024), dirigido por Juan Pablo Ruiz del Castillo. Este cortometraje, con una duración de 10 minutos, exploró el mundo onírico desde una perspectiva profundamente humana. La jornada de cortometrajes prometió ser un espacio para reflexionar sobre el cine emergente mexicano y los temas introspectivos que abordó.

El martes 15 de octubre, la feria presentó una obra emblemática del cine de ciencia ficción: Blade Runner (1982), dirigida por Ridley Scott e inspirada en la novela de Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Este filme, que cuestiona los límites de la humanidad y la inteligencia artificial, se proyectó de 17:00 a 20:00 horas. Además, contó con un análisis especial a cargo del Club de cine “PULSO CINÉFILO”, quienes guiaron la discusión sobre la vigencia y el impacto de esta película tanto en la literatura como en el cine.

El miércoles 16 de octubre, el Teatro Hundido fue sede de la proyección de dos películas que exploraron diferentes géneros cinematográficos. La jornada comenzó a las 17:00 horas con: Va por Diego (2021), dirigida por Miguel Flatow, una película mexicana que narró una historia conmovedora sobre la amistad y la superación personal. Posteriormente, a las 18:00 horas, se proyectó el clásico del cine de terror Frankenstein (1931), dirigida por James Whale y basada en la célebre novela de Mary Shelley. Al igual que el martes, esta película fue comentada por el Club de cine “PULSO CINÉFILO”, quienes abordaron los aspectos literarios y cinematográficos de este ícono del horror.

El viernes 18 de octubre cerró el ciclo de cine con dos propuestas frescas de jóvenes cineastas mexicanos. A las 17:00 horas, el cortometraje Carta a Karla (2024), dirigido por Alba Híjar Oliva y Samuel C. Montes de Oca, abrió la jornada con una breve pero intensa reflexión sobre las relaciones personales. A las 18:00 horas, se proyectó el mediometraje El día que te conocí (2024), dirigido por Esbeín Liévano y Marco Fosado Cevallos, una obra que exploró los lazos afectivos y las casualidades del destino.

Este espacio de cine-debate en la Feria Internacional del Libro UNACH 2024 se convirtió en un crisol donde convergieron las narrativas audiovisuales y literarias, creando un diálogo que enriqueció tanto a los cinéfilos como a los lectores, y que reforzó el papel del cine como una extensión del universo literario.

 

Texto: Redacción Gaceta / Imágenes: FILUNACH 2024

El pasado 23 de octubre, la Facultad de Ciencias Químicas C-IV de nuestra universidad celebró con éxito la instalación de Jardines Polinizadores en el campus IV. Esta actividad, liderada por el Dr. Luis Miguel Canseco, director de la facultad, fue parte de las conmemoraciones por los 50 años de la UNACH y el 49 aniversario de la facultad, y tuvo como objetivo fomentar la conservación de la biodiversidad y la creación de espacios que beneficien a polinizadores esenciales, como abejas, mariposas y colibríes.

Durante el evento, los estudiantes, profesores y personal administrativo participaron con entusiasmo, creando jardines llenos de plantas endémicas y flores diversas que rápidamente atrajeron a numerosas especies de polinizadores. Estos jardines no solo embellecieron el campus, sino que también representaron un compromiso colectivo con el medio ambiente y la sostenibilidad.

En un recorrido final realizado por un jurado de especialistas, se seleccionaron los tres jardines más destacados, cuyos creadores recibieron premios en reconocimiento a su dedicación y creatividad. Los participantes ganadores se destacaron por sus diseños innovadores y por su uso de plantas nativas que favorecen el hábitat de los polinizadores.

El Dr. Luis Miguel Canseco expresó su satisfacción por el éxito de esta iniciativa, afirmando que los Jardines Polinizadores representan un avance importante en la misión de la facultad y de la UNACH de fomentar la educación ambiental y la protección de la biodiversidad. Se espera que estos jardines se conviertan en un modelo a seguir en otras facultades y que continúen floreciendo en el campus en los próximos años, promoviendo un entorno más verde y sustentable.

Este proyecto no solo fue una celebración, sino también un paso importante hacia un futuro más ecológico, que reafirma el compromiso de la UNACH con el cuidado del medio ambiente.

 

La FILUNACH 2024 se llenó de emoción y admiración en un cálido homenaje a Elva Macías Grajales, la poeta chiapaneca que, con su obra, ha dejado una huella profunda en la literatura de Chiapas y de México. Nuestra universidad la reconoció en un evento donde las palabras se convirtieron en un abrazo colectivo.

Presentada y acompañada por poetas y figuras de la cultura como el cronista Roberto Ramos, la Directora del Coneculta Matza Amaranto, el poeta Roberto Rico y la escritora Tania Ramos las anécdotas cálidas no se hicieron esperar: La llamaron amiga, mujer inspiradora, ser humano íntegro y poeta, cada palabra dibujando el cariño y el respeto que su vida y su obra han sembrado. En el ambiente, el público sentía la emoción de estar en presencia de alguien cuya voz ha sido fundamental para el desarrollo cultural de Chiapas.

Durante su intervención, Elva, con esa honestidad que caracteriza su poesía, nos llevó a recorrer sus recuerdos. Con nostalgia, habló de su juventud, cuando, junto a intelectuales como su esposo, Heraclio Zepeda, compartía sueños y debates profundos antes de que la Universidad Autónoma de Chiapas existiera. “Éramos jóvenes e idealistas, con deseos enormes de crear algo significativo para Chiapas”, contó con una sonrisa.

Recordó cómo, en esos años, ninguno imaginaba que la universidad llegaría a ser la institución robusta y vibrante que es hoy. Fue una época de utopías y esfuerzo colectivo, un momento en el que ellos, casi sin saberlo, estaban echando raíces para algo que marcaría a Chiapas para siempre.

Macías también reflexionó sobre lo que significaba ser una mujer en el mundo de las letras en aquella época, cuando las mujeres apenas comenzaban a ser vistas en los círculos de intelectuales y escritores. Junto a figuras como Rosario Castellanos, ella logró abrirse paso, demostrando que las voces femeninas tenían tanto que aportar como cualquier otra. “La visibilidad para las mujeres poetas y escritoras era limitada”, admitió, pero también reconoció que esa generación fue el inicio de un camino que permitió que más mujeres ganaran su espacio y reconocimiento en la literatura.

Los presentadores, hablaron sobre su poesía, revelaron que sus temas han evolucionado. En sus primeros años, sus versos exploraban mitos y una mística que algunos han comparado con la poesía china. Pero hoy, sus temas son otros; la poeta se ha permitido crecer y abordar con nueva mirada las experiencias que la vida le ha traído.

En su intervención, Elva expresó una alegría genuina al ver cómo los jóvenes han hecho suya la poesía y la cultura. “Es gratificante observar cómo las nuevas generaciones valoran y revalorizan la literatura y la poesía”, comentó, orgullosa de ver que el arte sigue siendo un canal de expresión y resistencia para los jóvenes, quienes han encontrado en él una forma de darle sentido a sus propias realidades.

Para cerrar su intervención, Macías agradeció con emoción a la Universidad Autónoma de Chiapas, fundada en 1974, “Recuerdo con emoción el nacimiento de esta entrañable institución”, expresó conmovida. “He tenido la oportunidad de participar en actividades culturales de difusión y promoción de la literatura y la lectura, algo que celebro con creces”. En sus palabras, resaltaba la importancia de la universidad en la creación de vínculos profundos entre escritores y lectores, un lazo esencial que, desde edades tempranas, siembra en muchos el amor por los libros y la cultura.

El homenaje en la FILUNACH 2024 fue mucho más que un simple reconocimiento. Fue la celebración de una poeta que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia, cuyo compromiso con la palabra y la vida sigue siendo un faro para quienes vienen detrás. En sus palabras resonaba la fortaleza y el amor de una mujer que ha hecho de su poesía un espacio para todos.

 

MARÍA DEL CARMEN NUCAMENDI ESTRADA 

FOTO: DCS