A lo largo de los años la atmósfera de la tierra ha cambiado mucho, ahora, con la forma en que vivimos, estamos causando cambios en el clima que se han sentido con más intensidad en las últimas décadas.
Lo anterior se debe a que la mayor parte del aumento en las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) se han venido desarrollando desde el surgimiento de la revolución industrial, a partir de la invención de la máquina de vapor en el siglo XIX.
Este desequilibrio generado por el ser humano se conoce como cambio climático antropogénico y representa una gran amenaza para nosotros, con impactos sociales y económicos ya visibles.
Este fenómeno lo hemos sentido a través del aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre y de los océanos, generando principalmente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, debido a las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva, teniendo impacto en los ecosistemas de todo el mundo.
El 5 de junio, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, António Guterres, Secretario General de la ONU, destacó que los últimos doce meses han sido los más calurosos registrados, señalando que "Nuestro planeta está intentando decirnos algo, pero parece que no escuchamos".
La Organización también proyecta que la temperatura media anual mundial podría exceder temporalmente 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales en los próximos cinco años. Además, datos muestran que el presupuesto de carbono restante para limitar el calentamiento global a 1,5 grados es de aproximadamente 200.000 millones de toneladas.
Guterres subrayó: "Esa es la cantidad máxima de dióxido de carbono que la atmósfera terrestre puede tolerar si queremos tener alguna oportunidad de mantenernos dentro de ese límite. Desafortunadamente, estamos agotando este presupuesto a una velocidad alarmante, emitiendo unos 40.000 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente".
El Secretario General también lamentó que las emisiones mundiales, lejos de disminuir como se necesita (un 9% cada año hasta 2030), aumentaron un 1% el año pasado. Utilizando una metáfora clara, comparó la situación del cambio climático con el impacto del meteorito que se cree causó la extinción de los grandes reptiles, advirtiendo que "no somos los dinosaurios, somos el meteorito".
Esta declaración enfatiza la urgencia de tomar medidas significativas y rápidas para abordar la crisis climática global.
Por su parte en México, Juan Claudio Toledo, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, señala que la presencia de vida y los diversos ciclos o procesos físicos del clima terrestre están interconectados entre sí.
“Por lo que cuando se desestabiliza modifica de manera importante, estos componentes tienen un efecto dominó, que cuando se empuja a su límite de su capacidad máxima de autorregulación, el principal síntoma que uno observa es la producción de eventos extremos más frecuentes.”
Algunas de las consecuencias de este calentamiento es el cambio en los patrones de migración y reproducción de especies animales y vegetales, alteraciones en los ecosistemas marinos, pérdida de biodiversidad debido a la destrucción de hábitats naturales como bosque y humedales, aumento de fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones y tormentas, así como derretimiento de los glaciares y casquetes polares.
Es evidente que el calentamiento global es un fenómeno real y sus efectos en los ecosistemas son cada vez más intensos, un claro ejemplo son las olas de calor que se han presentado en México y en nuestro estado, registradas durante los meses de abril mayo y junio, y se estima que se registren hasta el mes de noviembre, llegando en algunas entidades a los 45 grados Celsius.
La investigación científica muestra que cuando se desestabilizan los componentes del clima, se generan eventos extremos con mayor frecuencia, por lo que es urgente tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas sostenibles.
La conciencia ambiental y la colaboración entre países son fundamentales para preservar los ecosistemas y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras. Solo a través de un esfuerzo conjunto podemos enfrentar el desafío del cambio climático y proteger nuestro planeta.
Referencias:
Naciones Unidas. (2024, 6 de junio). Cambio climático: no somos los dinosaurios, somos el meteorito, advierte Guterres. Noticias ONU. Recuperado el 20 de mayo de 2024, de https://news.un.org/es/story/2024/06/1530321
Gaceta UNAM. (2024, 9 de junio). Se han afectado los ciclos autorregulatorios del planeta. Gaceta UNAM. Recuperado el 20 de mayo de 2024, de https://www.gaceta.unam.mx/se-han-afectado-los-ciclos-autorregulatorios-del-planeta/
Texto: María del Carmen Nucamendi
Fotos: Internet, portales oficiales.