La educación, al igual que muchos aspectos de nuestras vidas, está atravesando una transformación profunda. En la 11a Feria Internacional del Libro UNACH 2024, tuvimos la fortuna de escuchar al especialista colombiano Dr. José Arlés Gómez, quien nos ofreció una conferencia inspiradora sobre lo que podría ser el futuro de la enseñanza: la neuroeducación. Bajo el título “Neuroeducación: retos y desafíos para la educación del siglo XXI”, el Dr. Gómez nos presentó una perspectiva que podría revolucionar la forma en que enseñamos y, sobre todo, cómo aprenden los estudiantes.
La neuroeducación, tal como la explica el Arlés Gómez, se basa en algo que, cuando lo escuchamos, parece muy simple, si comprendemos cómo funciona el cerebro humano, podemos enseñar mejor. Y es que el aprendizaje no solo es un proceso mental, sino también emocional. La motivación, las emociones y el entorno juegan un papel fundamental en cómo aprendemos, algo que muchas veces olvidamos al centrarnos solo en los contenidos.
Uno de los mayores retos que enfrenta este enfoque, según el Dr. Gómez, es cómo llevar estos principios a las aulas. Nuestra educación ha sido lineal de manera tradicional, es decir, enfocada en el maestro y en cómo transmite el conocimiento. Ahora, la neurociencia nos indica que debemos cambiar esa perspectiva y centrarnos más en el estudiante y su proceso de aprendizaje. Y aquí es donde radica la transformación, no solo se trata de que los alumnos adquieran información, sino de que sus vidas cambien, de que lo que aprenden realmente les sirva y les haga crecer como personas.
El Dr. Gómez no solo nos habló de desafíos, también hizo un llamado a la acción para que los docentes se atrevan a cambiar. Los invitó a capacitarse, a explorar los beneficios de la neurociencia y a dejar de lado los métodos tradicionales que, si bien funcionaron en su momento, ya no responden a las necesidades de los estudiantes actuales. Hoy vivimos en un mundo lleno de tecnología, inteligencia artificial y comunicación constante, y ahora la pedagogía debe ser capaz de adaptarse a esta realidad.
Sin embargo, el Dr. Gómez también advirtió que no se debe caer en el error de aplicar todas las teorías neurológicas sin discernir. Por eso nos exhorta a ser críticos y a elegir cuidadosamente qué enfoques realmente mejorarán los resultados de los estudiantes. Al final del día, los docentes, no solo son transmisores de conocimientos, son facilitadores de experiencias transformadoras. Y esto implica una gran responsabilidad.
En este mundo que cambia a una gran velocidad, la neuroeducación brinda una herramienta poderosa para estar a la altura de las circunstancias. No solo se deben enseñar contenidos, sino también ayudar a los estudiantes a desarrollar sus capacidades emocionales y sociales. Porque, como bien señaló el Dr. Gómez durante su conferencia, “la enseñanza no es simplemente el acto de impartir conocimientos, es el acto de transformar vidas”.
Así pues, esta era moderna presenta el reto de cambiar y de adaptarse, para aprovechar lo que la neurociencia ofrece, de lo contrario nos quedaremos estancados en los métodos del pasado. El futuro de la educación está en las manos de los educadores, y la neuroeducación es ese puente que llevará hacia una enseñanza más efectiva, más humana y, sobre todo, más transformadora.
NOTA: MARIA DEL CARMEN NUCAMENDI FOTO: BERSAÍN HERNÁNDEZ