Con un enfoque en las complejidades y desafíos que enfrenta la sociedad contemporánea, nuestra universidad organizó el Quinto Congreso Internacional de Ciencias Sociales mismo que tuvo sede en la Facultad de Ciencias Sociales C-III de San Cristóbal de las Casas, un evento que congregó a académicas, académicos, estudiantes e investigadores para debatir y generar propuestas innovadoras ante problemáticas globales y locales.
En la ceremonia inaugural, se destacó el valor de este tipo de espacios para promover el diálogo crítico y la construcción de soluciones frente a temas como la desigualdad, el cambio climático y la pobreza. Subrayó la importancia de la innovación y la colaboración interdisciplinaria como herramientas clave para abordar las demandas de un mundo en constante transformación.
Durante tres días, las y los asistentes participaron en un dinámico programa que incluyó conferencias magistrales, presentaciones de ponencias, paneles de discusión y talleres. Las temáticas abordadas abarcaron desde antropología y sociología hasta economía y política, reflejando la diversidad y riqueza del campo de las ciencias sociales.
Además de las actividades académicas, el congreso ofreció una exposición artesanal y la presentación de diversas publicaciones, fortaleciendo el vínculo entre la investigación, la cultura y la comunidad. Estas iniciativas buscaron no solo enriquecer la experiencia de las y los asistentes, sino también destacar la relevancia del patrimonio cultural en el análisis social.
Orlando Uriel Bravo Argüello, director de la Facultad de Ciencias Sociales, destacó el trabajo conjunto de toda la comunidad de la facultad para hacer posible un evento de esta magnitud. “Este congreso representa el compromiso de nuestra facultad con la excelencia académica y la búsqueda de soluciones integrales para los problemas sociales de nuestro tiempo”, señaló.
El Quinto Congreso Internacional de Ciencias Sociales consolidó una vez más a nuestra universidad como un espacio de análisis crítico, intercambio de ideas y generación de conocimiento. Este evento no solo permitió reflexionar sobre las nuevas realidades sociales, sino que también reafirmó la misión de formar profesionales comprometidos y críticos, capaces de contribuir al desarrollo de una sociedad más justa e inclusiva.
Texto: Yadira Fontes García Imágenes: DCS UNACH
Con un destacado despliegue académico y científico, la Facultad de Ciencias Químicas del Campus IV de nuestra universidad organizó el 17º Congreso Internacional de Químicos Farmacobiólogos y las XXXII Jornadas Científicas. Este evento, celebrado en Tapachula, reunió a estudiantes, docentes y profesionales del sector, consolidándose como un espacio de referencia en salud y ciencias químicas.
En la ceremonia inaugural, el director de la Facultad, Miguel Canseco Ávila, subrayó la relevancia del congreso como un puente entre la comunidad universitaria y destacados investigadores nacionales e internacionales. "Estos encuentros fortalecen la formación profesional de nuestras y nuestros estudiantes, quienes pueden aprender directamente de especialistas reconocidos. La colaboración es clave para su desarrollo académico y profesional", afirmó.
El congreso reunió a personas expertas de instituciones como la Universidad de Boyacá, Colombia, y la Universidad de Florida, así como de la UNAM y otras universidades de Veracruz y Yucatán, quienes presentaron los avances más recientes en áreas críticas para la salud pública y las ciencias químicas.
Las conferencias magistrales ofrecieron perspectivas innovadoras sobre temas de gran relevancia. Entre las más destacadas estuvieron:
Además, el congreso incluyó talleres prácticos que ampliaron las capacidades técnicas de los participantes, tales como:
El evento también ofreció un espacio para la presentación de carteles científicos, promoviendo la interacción entre investigadoras e investigadores, así como el fortalecimiento de redes académicas que impulsan la investigación y el desarrollo en Chiapas.
Impacto y visión hacia el futuro
El presidente de la Comisión de Vigilancia del SPAUNACH, Carlos García Villagrán, y Alexander López Roblero, presidente del Comité Organizador, enfatizaron la importancia de este tipo de eventos para el posicionamiento de nuestra universidad como un líder en el ámbito científico y educativo.
El éxito de esta edición no solo reafirma el compromiso institucional con la formación de profesionales altamente capacitados, sino que también inspira a una nueva generación de estudiantes y profesionales a contribuir al avance del conocimiento en beneficio de la salud pública y la innovación tecnológica.
Este congreso, más que un evento académico, fue un testimonio del impacto transformador de la ciencia y un recordatorio del papel crucial de la universidad en el desarrollo académico y científico de la región y el país. La Facultad de Ciencias Químicas se posiciona así como un referente de excelencia que impulsa tanto la innovación como la colaboración en el campo de las ciencias químicas y farmacobiólogas.
Texto: Claudia González Farrera. imágenes: Facultad de Ciencias Químicas Campus IV
En una celebración a la danza contemporánea mexicana, la compañía Contradanza presentó el libro conmemorativo "Contradanza, 40 años de representación de cuerpos con voluntad", una obra que captura su legado artístico y cultural a través de cuatro décadas de trayectoria. Cecilia Appleton, directora de la compañía, destacó la importancia de este documento como un homenaje a la evolución de la danza en México y a quienes han formado parte de su historia.
"Este libro ha sido elaborado con mucho cariño, y es un documento invaluable tanto para quienes han seguido nuestro trabajo como para las nuevas generaciones interesadas en la danza contemporánea", afirmó Appleton durante la presentación.
La publicación es resultado de un arduo trabajo de investigación y recopilación, y cuenta con el apoyo de destacados investigadores y artistas. Entre los autores que contribuyen con textos al libro se encuentran Margarita Tortajada, Pierre-Alain Baud y Javier Contreras, además de la propia Cecilia Appleton, quien escribió el prólogo.
En el aspecto visual, reconocidos fotógrafos como Ricardo Ramírez Arreola, Gloria Minauro y Enrique Appleton aportaron imágenes que capturan momentos icónicos de la compañía, consolidando el libro como un valioso registro histórico y artístico.
Contradanza: Un legado de 40 años
Contradanza se ha consolidado como una de las compañías más relevantes de danza contemporánea en México. Con un amplio repertorio que explora temas diversos, ha logrado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Este libro conmemorativo no solo celebra su legado, sino que también refleja el compromiso de la compañía con la danza como una herramienta de expresión cultural y social.
La presentación, que contó con la participación de Sheila Rojas y Estefany Juárez, fue un momento para reflexionar sobre el impacto de Contradanza en el panorama artístico del país y su papel en la evolución de la danza contemporánea.
"Contradanza, 40 años de representación de cuerpos con voluntad" no solo documenta una trayectoria artística excepcional, sino que también se posiciona como un referente para quienes buscan comprender la profundidad y la trascendencia de la danza en la cultura mexicana.
Texto e imágenes: Yadira Fontes García/ Gaceta UNACH
En un contexto mundial donde las desigualdades en el acceso a la salud persisten, Mission: BRAIN (Bridging Resources and Advancing International Neuroscience) emerge como una red internacional dedicada a reducir estas brechas en el ámbito de la neurocirugía y la capacitación médica. Con un enfoque en ofrecer neurocirugías avanzadas y formación de calidad a comunidades vulnerables, esta fundación sin fines de lucro transforma vidas en regiones desatendidas, sin costo alguno.
Una misión global para un desafío urgente
Mission: BRAIN fue concebida como una respuesta directa a la falta de acceso a tratamientos neuroquirúrgicos de calidad en diversas regiones del mundo. Más allá de la atención médica inmediata, la organización se centra en la formación continua de profesionales locales, asegurando que el conocimiento adquirido sea replicado y sostenido a largo plazo. Su modelo se basa en la colaboración, la educación y el impacto social, promoviendo un cambio duradero en las comunidades que más lo necesitan.
Capítulo UNACH: Impacto local con visión global
El Chapter UNACH de Mission: BRAIN representa un ejemplo destacado del potencial transformador de la juventud. Liderado por estudiantes comprometidos de diversas disciplinas, este capítulo ha enfocado su labor en tres áreas fundamentales:
Bajo el liderazgo de Carlos Andrés Aguilar Aguilar como presidente y María Fernanda Rincón Díaz como vicepresidenta, el equipo interdisciplinario ha implementado actividades que no solo educan a la población sobre la salud neurológica, sino que también fomentan un cambio positivo en su calidad de vida.
Un llamado a la acción
Mission: BRAIN y su Chapter UNACH invitan a estudiantes, profesionales de la salud e investigadores a sumarse a esta causa. Desde la capacitación y el voluntariado hasta la difusión del conocimiento en neurociencia, cada contribución es valiosa. "Cada acción cuenta", destacan los líderes del capítulo, subrayando que el esfuerzo colectivo tiene el poder de transformar la vida de quienes más lo necesitan.
Mirando al futuro
Con planes de expandir su red a más universidades y fortalecer sus alianzas con hospitales y profesionales médicos, Mission: BRAIN está construyendo un camino hacia un futuro en el que la neurocirugía avanzada sea accesible para todas las personas, independientemente de su ubicación o recursos. El Chapter UNACH continúa creciendo, integrando a más miembros y reforzando su compromiso con mejorar la salud neurológica en la región.
Una misión que trasciende fronteras
La historia de Mission: BRAIN y el impacto local del Chapter UNACH son testimonios del poder de la colaboración y el compromiso social. A través del esfuerzo conjunto de estudiantes, académicas y académicos, y profesionales de la salud, esta fundación está sembrando las bases para un mundo más equitativo, donde la salud neurológica no sea un privilegio, sino un derecho universal.
La invitación queda abierta para quienes deseen unirse a esta misión de impacto global, una causa que, paso a paso, está transformando vidas y construyendo un cambio real y sostenible en las comunidades más necesitadas.
Texto e imágenes: Claudia González Farrera
Nuestra universidad reafirmó su posición como un referente en la educación superior al culminar con éxito la Conferencia Internacional ANUIES-AMPEI-AMEREIAF 2024, un evento que reunió a más de 400 personas representantes de instituciones educativas provenientes de cuatro continentes. Durante tres días, Chiapas se convirtió en el epicentro de reflexiones y debates sobre los desafíos y oportunidades del sector en un mundo interconectado y globalizado.
Carmen Rodríguez Armenta, encargada del despacho de la Subsecretaría de Educación Superior, resaltó el rol estratégico de las universidades en la transformación social, señalando que la internacionalización es clave para preparar a las y los estudiantes frente a los retos de un mundo cambiante.
La conferencia ofreció un programa amplio y diverso que abordó temas fundamentales para el futuro de la educación superior:
Además de conferencias magistrales, las y los participantes presentaron investigaciones, participaron en talleres interactivos y formaron redes de colaboración internacional que fomentarán el desarrollo conjunto de proyectos académicos y tecnológicos.
La exitosa organización de este evento consolida a nuestra universidad como un modelo de liderazgo académico y organizativo en México y América Latina. Este espacio no solo permitió reflexionar sobre el estado actual de la educación superior, sino que también delineó estrategias para enfrentar los retos futuros con una visión global y comprometida con la justicia social.
Con la clausura de la conferencia, nuestra universidad no solo reafirma su compromiso con la excelencia académica y la innovación, sino que se posiciona como un puente entre instituciones educativas de diversas regiones del mundo. El evento dejó claro que la colaboración internacional es fundamental para construir sistemas educativos más inclusivos, sostenibles y capaces de responder a las necesidades de un planeta interconectado.
Chiapas y nuestra universidad fueron protagonistas de un momento crucial para el sector educativo, demostrando que los esfuerzos locales tienen un impacto global cuando se guían por una visión compartida de progreso y equidad.
Texto e imágenes Yadira Fontes García/Gaceta UNACH
El pasado 14 de noviembre, nuestra universidad celebró con éxito la Feria de la Salud en la Clínica Dr. Manuel Velasco Suárez, ubicada en Tuxtla Gutiérrez. Este evento, abierto al público en general, reunió a decenas de asistentes que aprovecharon servicios médicos de calidad y actividades informativas orientadas a fomentar el bienestar integral y la prevención de enfermedades.
Desde las 08:00 hasta las 13:00 horas, la feria ofreció una variedad de servicios esenciales:
Exploraciones mamarias y ópticas, exámenes fundamentales para la detección temprana de enfermedades además de:
Además, los stands informativos se convirtieron en espacios de orientación y aprendizaje, donde las y los visitantes recibieron asesoría sobre temas clave de salud, subrayando la importancia del autocuidado y la prevención como pilares del bienestar.
La clínica, situada en la Calle Central esquina 11ª Sur, fue el escenario perfecto para este evento, que destacó por la organización y la calidad de los servicios ofrecidos. La entusiasta participación de la comunidad subrayó la relevancia de acercar iniciativas de salud a las personas.
Con esta actividad, nuestra universidad reafirma su compromiso con el bienestar de la sociedad chiapaneca, no solo acercando servicios médicos de calidad, sino también promoviendo una cultura de prevención y autocuidado.
Texto e imágenes Claudia González Farrera
El Servicio Social Comunitario en nuestra universidad trasciende el ámbito académico para convertirse en un vínculo transformador entre el conocimiento universitario y las necesidades más urgentes de Chiapas. Su origen se remonta al Proyecto Académico de 1995-1999, liderado por el Maestro Pedro René Bodegas Valera, con el apoyo visionario del Dr. Ángel René Estrada Arévalo, entonces secretario de Extensión Universitaria. Durante esta etapa, se redefinió el servicio social, llevándolo más allá de las aulas para integrarse en las comunidades rurales y productivas del estado. Este modelo fue consolidado en el periodo 2006-2010, cuando Estrada Arévalo asumió el rectorado, transformándolo en un puente efectivo entre la universidad y la sociedad.
A lo largo de los años, esta iniciativa ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de proyectos comunitarios que buscan impactar de manera tangible en las comunidades. Inspirado por el lema universitario, “Por la conciencia de la necesidad de servir”, el servicio social brinda a las y los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos mientras enfrentan las realidades de las comunidades chiapanecas. Es en este contexto donde la teoría académica se transforma en acción y compromiso.
Un claro ejemplo de este espíritu es el testimonio de la Dra. Dora Castillejos, de la Facultad de Humanidades, quien recuerda cómo las maestras Elsa Velasco y Lupita Andrade fueron pioneras en coordinar proyectos de servicio social desde las aulas, marcando un hito en la formación de estudiantes comprometidos con el bienestar social. Este enfoque sentó las bases para que las y los futuros profesionales entendieran la importancia de servir a su entorno.
Entre los proyectos emblemáticos se encuentra la enseñanza de inglés a personas con ceguera o baja visión, impulsado por la Facultad de Lenguas desde 2018. Este proyecto, reconocido a nivel nacional, refleja el compromiso de la universidad con la inclusión y la diversidad, demostrando que la educación es una herramienta poderosa para transformar vidas, especialmente en contextos que suelen ser desatendidos.
Otro ejemplo destacado es el trabajo de equipos multidisciplinarios liderados por el maestro Antonio Gutiérrez Martínez, de la Facultad de Ciencias Agronómicas. Estos equipos integraban estudiantes de diferentes áreas para intervenir de manera integral en comunidades rurales, ofreciendo soluciones en salud, educación y agricultura. Esta experiencia no solo enriquecía el aprendizaje de las y los estudiantes, sino que también empoderaba a las comunidades mediante soluciones contextualizadas y sostenibles.
Durante su época más activa, el Servicio Social Comunitario de nuestra universidad se distinguió a nivel nacional e internacional, permitiendo que generaciones de estudiantes impactaran positivamente en las comunidades y en sus propias vidas al descubrir el poder del compromiso social. Sin embargo, la pandemia puso en pausa esta iniciativa, afectando su continuidad y esencia.
Hoy, la universidad se enfrenta al desafío de revitalizar este programa para las nuevas generaciones. Es fundamental que las y los estudiantes comprendan que el servicio social no es simplemente un requisito académico, sino una oportunidad para aprender, contribuir y transformar. Este relanzamiento busca recuperar el impacto que la universidad tuvo en sus mejores años y renovar el espíritu de compromiso que define su misión.
Si aspiramos a transformar la sociedad, debemos cultivar la conciencia de la necesidad de servir. La verdadera educación no se limita a lo que aprendemos, sino a lo que hacemos con ese conocimiento para construir una sociedad más justa, equitativa y humana.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada Imágenes: Archivo Histórico
En una ceremonia dedicada a destacar la labor social de las y los estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), se entregaron los Premios “Carlos Maciel Espinosa” al Servicio Social Universitario. Este galardón reconoce proyectos que tienen un alto impacto en las comunidades de Chiapas, promoviendo acciones que trascienden las aulas y contribuyen al bienestar social.
El evento, realizado el 7 de noviembre de 2024 en la Biblioteca Central Universitaria, otorgó reconocimientos a los tres primeros lugares:
El primer lugar fue para el proyecto Bienestar y Solidaridad Colectiva, liderado por Victorico Adrián Matul González, estudiante de la Licenciatura en Gestión Turística de la Facultad de Contaduría y Administración, Campus I. Su trabajo destacó por su enfoque en el fortalecimiento comunitario y su impacto transformador.
El segundo lugar lo obtuvo María Elena Abarca Medina, de la Licenciatura en Gerontología de la Facultad de Medicina Humana, Campus II, con su proyecto Recuperando memorias: el impacto de la danza y la música con beneficios motrices y cognitivos. Este proyecto promueve la salud integral de personas adultas mayores mediante el arte.
El tercer lugar fue otorgado a Javier Caleb Hernández Trujillo, estudiante de la Licenciatura en Comunicación de la Facultad de Humanidades, Campus VI, por su iniciativa Bordando historias para personas de la tercera edad en Ampliación Terán, Tuxtla Gutiérrez. Este proyecto combinó creatividad y empatía al brindar acompañamiento emocional y social a adultos mayores.
En el evento también se reconoció a docentes que han destacado por implementar el servicio social en comunidades rurales y urbanas vulnerables. Se rindió homenaje a quienes han recibido distinciones nacionales por su labor en vinculación y responsabilidad social universitaria, así como a los ganadores de ediciones anteriores de los premios.
Los proyectos premiados no solo abordan problemáticas relacionadas con educación, salud y medio ambiente, sino que también son evaluados con base en su impacto social, pertinencia académica y calidad en la ejecución. Este reconocimiento busca motivar a más estudiantes a participar activamente en el desarrollo de sus comunidades.
La entrega de estos premios reafirma el compromiso de la UNACH con la formación de ciudadanas y ciudadanos responsables, capaces de aplicar sus conocimientos en beneficio de su entorno. A través de estas iniciativas, las y los estudiantes no solo transforman vidas, sino que también descubren el poder del servicio como herramienta de cambio social.
Texto:María del Carmen Nucamendi Estrada. Imágenes: DCS UNACH
La conferencia magistral del Profesor Duncan Haldane, "El entrelazamiento es la propiedad clave de la mecánica cuántica", ofrece una fascinante visión del presente y el futuro de la física cuántica. Haldane, ganador del Premio Nobel de Física en 2016, traza un paralelismo con el electromagnetismo, cuyas leyes, descubiertas en 1864, tardaron en ser plenamente comprendidas y aplicadas a nuevas tecnologías. De manera similar, la mecánica cuántica, cuyas leyes fundamentales se establecieron hace un siglo, está experimentando una "segunda revolución", impulsada por la teoría de la información cuántica y los avances en el control preciso de los estados cuánticos.
El entrelazamiento, una vez considerado un problema filosófico, es ahora reconocido como el corazón de la mecánica cuántica y la computación cuántica. Einstein, a pesar de sus contribuciones a la física cuántica, se mostró escéptico sobre el entrelazamiento, calificándolo de "acción fantasmal a distancia". Sin embargo, experimentos modernos han confirmado la validez de la mecánica cuántica y la realidad del entrelazamiento, incluso a grandes distancias.
El entrelazamiento permite la creación de pares de qubits máximamente entrelazados, que pueden existir en superposiciones de estados y procesar más información que los bits clásicos. Esta capacidad de procesamiento paralelo es lo que hace que las computadoras cuánticas sean potencialmente mucho más poderosas que las computadoras clásicas. Sin embargo, los qubits son frágiles y sensibles a su entorno. Aquí es donde entran en juego los qubits topológicamente protegidos, que son menos susceptibles a errores debido a las propiedades topológicas de los materiales que los componen.
La materia topológica se caracteriza por tener propiedades robustas frente a perturbaciones locales. Por ejemplo, los aislantes topológicos conducen la electricidad en su superficie pero permanecen aislantes en su interior. Esta robustez es la razón por la que los investigadores están interesados en utilizar materiales topológicos para la computación cuántica, ya que podrían proporcionar qubits más estables y menos propensos a errores causados por el ruido ambiental.
Los qubits topológicamente protegidos, aunque todavía en fase experimental, ofrecen la esperanza de superar uno de los mayores desafíos de la computación cuántica: la decoherencia. La decoherencia se produce cuando un sistema cuántico interactúa con su entorno, haciendo que los qubits pierdan su información cuántica. Los qubits topológicos, por su naturaleza, son más resistentes a este efecto, lo que los convierte en candidatos ideales para el almacenamiento de información cuántica a largo plazo.
Haldane subraya la resistencia que a menudo enfrentan las ideas que desafían el status quo. Él mismo experimentó esta resistencia al proponer nuevas ideas, pero la validación experimental y teórica de sus descubrimientos demostró su validez. Este proceso de desafío y validación es esencial para el avance científico.
La conferencia de Haldane en la UNACH ofreció una visión inspiradora de las posibilidades en plena segunda revolución cuántica. El entrelazamiento, una vez un enigma, es ahora la base de la información y una clave para desvelar los misterios del universo. Su investigación y aplicación en materia topológica y computación cuántica no sólo promete revolucionar la tecnología, sino también nuestra comprensión de la realidad misma.
Texto: Redacción Gaceta Imágenes: Claudia Farrera
La educación superior en México: al nivel de los países europeos, asegura Miguel Alcubierre
En el marco de la Semana de Divulgación de la Ciencia organizada por nuestra universidad, tuvimos el honor de entrevistar al Dr. Miguel Alcubierre, reconocido científico mexicano y divulgador de la ciencia a nivel mundial. Famoso por su propuesta teórica del motor de curvatura, que permitiría a una nave viajar más rápido que la luz, el Dr. Alcubierre ha dedicado su vida al estudio del universo, explorando los misterios de las ondas gravitacionales y los agujeros negros. Durante su visita a Chiapas, conversamos con él sobre sus investigaciones, sus visiones para el futuro de la ciencia, y sus recomendaciones para los jóvenes interesados en la investigación científica.
P.- ¿Qué nos aporta el estudio de las ondas gravitacionales que nos llegan del espacio profundo?
R.- Nos brindan información crucial sobre los agujeros negros: cómo se distribuyen, cuántos existen y cómo han evolucionado. Las señales de ondas gravitacionales que detectamos nos ayudan a entender la historia de los agujeros negros y también de las estrellas de neutrones. Cuando dos estrellas de neutrones colisionan, las ondas gravitacionales resultantes nos pueden revelar detalles sobre su estructura interna, similar a lo que hacemos con partículas en aceleradores. No podemos realizar estos experimentos en laboratorio, pero al observar estas colisiones en el espacio, podemos deducir aspectos fundamentales de su composición.
P.- ¿Qué esperas del futuro cercano con los últimos descubrimientos y los nuevos proyectos en marcha?
R.- Los proyectos futuros, como el observatorio LISA en el espacio y el telescopio de Einstein en tierra, que será mucho más grande que los actuales, nos permitirán detectar colisiones de agujeros negros supermasivos, como los que se encuentran en el centro de las galaxias. Además, una de las grandes expectativas es detectar ondas gravitacionales provenientes del Big Bang. Estas ondas serían rastros directos de la Gran Explosión, algo que las ondas electromagnéticas no pueden darnos. Detectarlas nos permitiría comprender lo que ocurrió en los primeros instantes del universo, una pieza clave para entender su origen.
P.- ¿Cómo ves el impacto de los avances en comunicación en la divulgación científica? ¿Crees que facilitan el interés de los jóvenes en la ciencia?
R.- Definitivamente. Hoy en día, la comunicación nos permite acceder a la ciencia como nunca antes. La gente puede enterarse de los últimos descubrimientos casi en tiempo real, algo impensable hace unas décadas. Además, internet y las redes sociales han democratizado la información; ya no dependemos de los medios tradicionales. Esto ha permitido que más personas, especialmente jóvenes, se interesen en la ciencia. Sabemos más sobre el universo ahora que nunca, y aunque nos surgen nuevas preguntas, estamos en una época de grandes descubrimientos.
P.- Respecto a tu trabajo sobre el motor de curvatura, ¿crees que estamos cerca de su creación?
R.- La realidad es que es extremadamente complicado, y uno de los mayores desafíos es la necesidad de energía negativa, algo que, hasta donde sabemos, no existe. Aunque la energía negativa no está prohibida en teoría, aún no tenemos ninguna evidencia de su existencia. Incluso si la descubriéramos, las cantidades necesarias serían gigantescas, lo cual hace que su implementación sea muy improbable en el corto plazo. Si alguna vez logramos algo así, estaríamos hablando de siglos de distancia.
P.- ¿Qué mensaje le darías a los jóvenes interesados en la ciencia?
R.- Les diría que, si sienten pasión por la ciencia, no duden en estudiar una carrera científica. En México necesitamos más científicos. He escuchado a gente decir que los científicos no tienen oportunidades, pero eso no es cierto. Si eres bueno en lo que haces, siempre encontrarás la manera de contribuir y desarrollarse. Hay muchas preguntas aún sin respuesta, y el país necesita jóvenes con curiosidad y compromiso. Aprovechen los recursos que tienen a su alcance y no se rindan; el universo está lleno de misterios por resolver.
Texto: Raúl Ríos Trujillo Imágenes: UNACH.mx