Con su venia, diputado presidente; saludo a quienes nos acompañan en este recinto, que es la casa de todas y todos los chiapanecos; a quienes nos siguen a través de las distintas plataformas digitales; a los representantes de los medios de comunicación; a los invitados especiales y, en particular, al Dr. Osvaldo Chacón Rojas, rector de la UNACH.
Honorable Asamblea, la educación es sin duda la herramienta más poderosa para cambiar al mundo, y vaya que la Universidad Autónoma de Chiapas lo ha hecho durante los últimos 50 años. La distinción que hoy se consuma en este recinto para la máxima casa de estudios de nuestro estado es un justo reconocimiento al legado y a la contribución que dicha institución ha hecho al desarrollo educativo, cultural, social y científico en Chiapas.
Y es que la UNACH ha sido una pieza clave para el profesionalismo de numerosas generaciones de chiapanecos y chiapanecas, con más de 120,000 egresados que han llevado su preparación y talento a todo Chiapas, México y, por supuesto, a otras partes del mundo, porque la Universidad Autónoma de Chiapas es mucho más que aulas y talleres: es un semillero de conocimiento, de conservación cultural e investigación científica.
Ahí se han gestado innumerables aportaciones de gran valor, con 162 cuerpos académicos registrados en el Sistema Nacional de Investigadores, alrededor de 38 festivales artísticos y culturales al año y una producción editorial de 56 publicaciones anuales. Actualmente, más del 40% de la producción científica de Chiapas se genera ahí, en la Universidad Autónoma de Chiapas, contando hoy con 38 proyectos de investigación en curso, sin olvidar, desde luego, la contribución que innumerables egresados destacados han hecho desde lo individual, a lo largo del último medio siglo, para consolidar el prestigio de tan importante institución.
Por eso, la distinción de benemérita resulta más que merecida y es relevante porque nombrarla así es ahora un recordatorio permanente de su legado y de su importancia, pero también de la obligación que tenemos todas y todos para protegerla, respetar su autonomía e impulsar desde el estado su mejora constante. Desde ahora llevará "benemérita" en su nombre porque así lo ha demostrado con su innegable contribución social, su vinculación comunitaria y su constante aportación a la búsqueda de soluciones para los grandes problemas de Chiapas como una institución madura y consolidada.
Por ello, desde mi representación parlamentaria, expreso mi reconocimiento a esta justa iniciativa emanada del ejecutivo estatal, así como del rector y, desde luego, mis felicitaciones a la enorme comunidad universitaria de la que hoy será nuestra Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas. ¡Enhorabuena, vamos ocelotes hasta el final con Chiapas! Es cuanto.
Con su venia, diputado presidente; compañeras de la Mesa Directiva; legisladoras, legisladores; comunidad unachense que está presente el día de hoy; compañeros y compañeras de la causa.
Hoy se pone a consideración un hecho histórico el cual estará tatuado en la memoria colectiva de Chiapas. Esta legislatura se convierte en testigo y en aliado de un acto de justicia: el reconocimiento de la Universidad Autónoma de Chiapas como benemérita. Una palabra que encierra grandeza y compromiso, que honra el pasado pero desafía el presente, que no se otorga por costumbre sino por mérito, legado y, por supuesto, servicio.
Me presento no solamente como diputada, sino como hija de esta universidad, como egresada que vivió en sus aulas el poder transformador del conocimiento, como una mujer chiapaneca que encontró en esta casa de estudios no solo formación académica sino también dirección, sentido y propósito.
Es, pues, la UNACH más que una institución; es historia viva, es territorio de libertad, pensamiento crítico, de encuentro intercultural; es semillero, como lo han dicho otros compañeros, de esperanza; es protagonista silenciosa pero firme de la transformación social, cultural y científica del estado chiapaneco.
Aquí se forman médicos que curan con ética, ingenieras que resuelven con creatividad, abogados que defienden con valentía, maestras que enseñan con el alma y, por supuesto, arquitectos que trazan detalladamente todos sus sueños.
Aquí se construye Chiapas todos los días, en cada aula, en cada laboratorio, en cada comunidad. Por eso, este reconocimiento como benemérita no es solo una distinción simbólica; es un acto de afirmación identitaria, es decirle a México, al mundo que en Chiapas hay talento, ciencia y futuro, y que ese futuro se está forjando con rigor y, por supuesto, amor desde esta gran universidad.
Agradezco y reconozco a nuestro gobernador, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, por su decidido respaldo a esta causa, a su acompañamiento en el proceso que no solo valida el valor académico de la UNACH, sino que honra su propio compromiso con la educación como pilar de justicia social y humanismo.
Hoy Chiapas se suma al selecto grupo de entidades donde una universidad pública lleva este digno título de benemérita, pues es la UNACH, sí, nuestra UNACH, la segunda del sureste de nuestra República Mexicana.
Hoy Chiapas puede decir en conjunto que ese lema que se ha dicho desde 1976 nos invita a comprender con el alma, empatía activa y servicio a la vida: "Por la conciencia de la necesidad de servir".
¡Que viva entonces nuestra máxima casa de estudios, motor de justicia y dignidad! Es cuánto, diputado presidente.
Con su venia, diputado presidente; compañeras y compañeros legisladores; medios de comunicación que nos acompañan y público general aquí presente.
Me dirijo a esta honorable tribuna con el corazón lleno de orgullo, con la convicción de que hoy escribiremos una página luminosa en la historia de Chiapas. No todos los días se reconoce de manera oficial lo que desde hace décadas ha sido evidente para el pueblo chiapaneco: el invaluable aporte de la Universidad Autónoma de Chiapas a la educación, a la cultura, a la ciencia y al desarrollo de nuestro estado. Hoy se escribe con tinta indeleble la historia educativa de Chiapas.
Porque celebrar a la Universidad Autónoma de Chiapas como benemérita es honrar a esas generaciones que, desde 1974 y aún antes —desde 1826 con la Universidad Literaria—, han convertido las aulas en fuentes de justicia, conocimiento y esperanza para nuestra tierra. La UNACH no nació hace apenas medio siglo; es la heredera directa de la Universidad Literaria de Chiapas, fundada en 1826, la primera institución de educación superior en nuestro estado. Dos siglos después, ese árbol sigue dando frutos, y esos frutos son miles de chiapanecas y chiapanecos que han egresado de sus aulas y han transformado sus comunidades.
Desde su fundación, la universidad ha sido mucho más que un centro de educación superior: ha sido refugio de pensamiento libre, taller de saberes, fuente de líderes y cuna de esperanza para miles de jóvenes chiapanecos y mexicanos. Ha estado al lado de las causas justas, promoviendo la inclusión, la equidad y el desarrollo sostenible.
Ese legado hoy es un legado vivo y no se mide solo en estadísticas sino en historias. Historias de hijas e hijos de campesinos, de jóvenes indígenas, de madres solteras, de obreros que encontraron en la UNACH no solo un título sino un propósito, porque en sus aulas se gestaron no solo profesionistas, sino también valores, justicia, identidad y servicio. Por ello, hoy celebramos con orgullo y emoción el justo reconocimiento a esa trayectoria de excelencia, entrega y compromiso.
Hoy la historia le otorgará un título que no solo honra su pasado, sino que fortalece su presente y engrandece su futuro: Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas. Este reconocimiento es para ellas y ellos, para quienes llevan con orgullo en el pecho a su alma máter, para quienes, más allá del aula, representan a la UNACH con excelencia y compromiso. De ahí han salido grandes cuadros políticos, científicas, jueces, artistas, médicas, líderes sociales, todas y todos servidores de Chiapas formados bajo la bandera del conocimiento.
Este Congreso no solo otorgará un reconocimiento, sino que reafirma un pacto social profundo con la educación pública. La UNACH ha sido, incluso en los momentos más difíciles, un faro de oportunidades, manteniendo sus puertas abiertas para que las hijas y los hijos del pueblo de Chiapas puedan convertirse en profesionales comprometidos con el desarrollo y el bienestar de nuestra sociedad. Esta trayectoria institucional es testimonio de grandeza y compromiso con nuestra gente.
Y hoy Chiapas se sumará con orgullo a un selecto grupo de universidades beneméritas, no por imitación sino por justicia, porque si alguna universidad ha sembrado conocimiento con vocación social es la Universidad Autónoma de Chiapas.
Pero esta distinción no debe quedarse en lo simbólico; debe traducirse en resultados reales, tangibles para quienes integran y sueñan con formar parte de la que será Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas.
Desde la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional, y con el respaldo respetuoso de las demás fuerzas políticas representadas en este Congreso, así como con el acompañamiento de nuestro señor gobernador, impulsaremos las gestiones necesarias para que este reconocimiento se transforme en políticas públicas que fortalezcan de manera estructural la máxima escuela de estudios de Chiapas.
Este nombramiento no es una concesión gratuita; es el fruto de décadas de esfuerzo colectivo, de sacrificios compartidos, de luchas por la autonomía, la libertad de cátedra y el acceso universal al conocimiento. Ser benemérita significa haber servido con honor, con valentía y con resultados a la sociedad chiapaneca. A la comunidad universitaria: estudiantes, académicos, personal administrativo, exalumnos, investigadores y autoridades, gracias, gracias por su entrega, por su perseverancia, por su amor a Chiapas y por demostrar que la educación es y seguirá siendo la herramienta más poderosa de transformación.
Y les digo con respeto y admiración: siéntanse orgullosas y orgullosos, este honor también es suyo. Su entrega, su compromiso y su pasión han hecho esto posible en este momento que será recordado.
Mi gratitud profunda al Dr. Osvaldo Chacón Rojas, rector hoy de la que será Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas, por el compromiso y su responsabilidad con la que ha conducido a la máxima casa de estudios. Su liderazgo ya comienza a dejar huellas en el fortalecimiento institucional y el rumbo académico de la universidad que hoy, con justicia, recibirá tan alta distinción.
A la juventud que hoy llena las aulas, les digo, les decimos que este es y será su legado. Llévenlo con dignidad, con responsabilidad y con el compromiso de seguir construyendo una universidad cada día más incluyente, más humana y más comprometida con el pueblo.
Y quiero reconocer el gran trabajo del señor gobernador del estado de Chiapas, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, porque este acto también quedará como parte de su legado histórico. Su respaldo a la educación pública, su sensibilidad por acompañar esta distinción y su impulso al desarrollo académico serán recordados con gratitud por la comunidad educativa de Chiapas y por todo Chiapas.
Muchas gracias.
Muy buenas tardes a todas y a todos. Con tu permiso, presidente; compañeras y compañeros legisladores; Doctor Osvaldo Chacón Rojas, rector de la UNACH; invitados e invitadas especiales.
Hoy subo a esta tribuna para hablar con el corazón y con la memoria viva de un pueblo que ha encontrado en la educación una vía profunda de transformación social; para hablar de una institución que no solo ha formado profesionistas, sino que ha forjado generaciones enteras con identidad, con orgullo, con raíces bien plantadas en el alma chiapaneca. Me refiero, por supuesto, a nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Chiapas, la UNACH.
Desde el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), nos posicionamos a favor con total entusiasmo y convicción de la propuesta de otorgar a la UNACH el título de Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas, porque este reconocimiento no es un trámite honorífico, es un acto de justicia histórica, es una manera de rendir honor a su legado, a todo lo que esta universidad ha hecho y que sigue haciendo por el bienestar de Chiapas.
Quienes conocemos el origen de la UNACH sabemos que su nacimiento fue un acto visionario. Fue en 1974 cuando el entonces gobernador de Chiapas, el Dr. Manuel Velasco Suárez, sostuvo conversaciones con representantes de la UNESCO para sentar las bases de una nueva institución de educación superior. Poco tiempo después, el 17 de abril de 1975, con la presencia del presidente Luis Echeverría Álvarez, la UNACH abrió formalmente sus puertas. Chiapas, por fin, tenía una universidad propia, una universidad para las chiapanecas y los chiapanecos.
Desde entonces, la UNACH se ha expandido hasta convertirse en uno de los pilares del desarrollo de nuestro estado. Hoy cuenta con más de 120,000 egresadas y egresados, con 142 programas educativos, con 162 cuerpos académicos, con más de 30,000 estudiantes en formación y una producción científica y cultural que enriquece a Chiapas todos los días.
Pero más allá de las cifras, hay algo que no se puede medir con estadísticas, pero que se siente en el corazón de cada estudiante, de cada administrativo, de cada profesor, catedrático o directivo. Resuena con orgullo el nombre de la UNACH y también en cada uno de sus egresados: licenciados, ingenieras, médicos, contadores, pedagogas, científicas, artistas. Cada uno de ellos ha llevado lo aprendido en las aulas para construir un mejor Chiapas, para sembrar bienestar, para cultivar esperanza, para servir con ética y con compromiso. Por eso, las y los chiapanecos nos sentimos orgullosos de tener una universidad como esta.
La UNACH no es solamente una institución educativa, es un símbolo de transformación social, es un emblema de identidad, una de las expresiones más puras de la chiapanequidad.
La propuesta del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar de otorgar el título de benemérita a nuestra alma máter es un reconocimiento a su excelencia académica, a su historia viva, a su compromiso con el presente y su mirada puesta en el futuro.
Compañeras y compañeros, el título de Benemérita lo han recibido muy pocas universidades en nuestro país. Este Congreso tiene hoy la oportunidad de hacer historia, de elevar a la UNACH al lugar que le corresponde por méritos propios, de consolidar su prestigio y de decirle a cada joven chiapaneco y chiapaneca: "Tu universidad es grande, tu esfuerzo vale y tu futuro tiene cimientos firmes."
Desde la bancada del Partido Verde Ecologista nos sumamos con alegría, gratitud y convicción a esta distinción. Celebramos la historia de la UNACH, su presente vigoroso y su porvenir luminoso. Nos unimos a esta felicitación y al orgullo compartido de un pueblo que reconoce en su universidad una aliada del progreso, un faro de conocimiento y un reflejo de su alma colectiva.
¡Larga vida a la educación pública, gratuita, laica, de calidad y transformadora! ¡Larga vida a la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas! ¡Por la conciencia de la necesidad de servir! Es cuanto, presidente, gracias, gracias.
Con la venia de la honorable Mesa Directiva, compañeras y compañeros legisladores, medios de comunicación aquí presentes y que nos ven a través de las redes sociales, al pueblo chiapaneco, a la familia unachense, ¡muy buenas tardes tengan todos y cada uno de ustedes!
"Por la conciencia de la necesidad de servir" es un llamado a la solidaridad, a la acción por el bienestar de los demás. Este lema, que va impregnado en el corazón de las y los 17 legisladores egresados de la Universidad Autónoma de Chiapas, hoy nos toca materializar esa conciencia que nos motiva: el deseo de ayudar y de servir con solidaridad, empatía y acción por el bienestar colectivo.
Por ello, me siento muy honrada por argumentar y respaldar con firmeza una gran iniciativa del Poder Ejecutivo, encabezada por nuestro gobernador, el doctor Eduardo Ramírez Aguilar, quien ha propuesto otorgar a la Universidad Autónoma de Chiapas el título Benemérita como justo reconocimiento a su gran legado académico, su servicio social y su compromiso con el desarrollo de nuestro estado.
Desde la bancada de nuestro partido estamos dos brillantes egresadas de la Universidad Autónoma de Chiapas: mi compañera, la diputada Lourdes María Aguilera, y su servidora, la diputada Silvia Esther Arguello García. Reconocemos y afirmamos que la UNACH ha logrado que el conocimiento atienda las necesidades del entorno, permite a la población elevar sus niveles de bienestar, pues con una historia de cinco décadas la universidad goza de gran reconocimiento, formación académica, desarrollo de investigaciones y por su responsabilidad y compromiso social.
Como representante del pueblo sancristobalense y chiapaneco, me uno a este llamado con la certeza de que al otorgar esta gran distinción construimos un legado duradero de impacto positivo en nuestro estado. La Universidad Autónoma de Chiapas siempre ha mirado hacia un futuro prometedor porque no solo se enfrenta con la tarea de preparar a los futuros profesionistas, sino que anticipa y aborda los problemas emergentes.
Se preguntarán, ¿por qué tiene esa peculiaridad la universidad? Pues porque la innovación en la educación y la investigación son su piedra angular. Por ello, a lo largo del tiempo, la UNACH sigue siendo un faro de conocimiento que guía el camino hacia un Chiapas humanista, resiliente, próspero y equitativo, como también ha formado grandes generaciones de chiapanecos y chiapanecas que hoy transforman sus comunidades con profesionalismo y sentido humano.
En virtud de ello, les convoco a que demos un voto unánime, contundente e histórico, que nuestra decisión refleje el consenso de un pueblo que sabe reconocer la excelencia, que sabe honrar lo que importa y que cree, como decía José Martí, "ser cultos es el único modo de ser libres". Es momento de hacer historia legislativa en Chiapas por la educación de calidad, por el humanismo que transforma, por un Chiapas de primera.
¡Que viva la Universidad Autónoma de Chiapas! ¡Por la conciencia de la necesidad de servir! Es cuánto, muchas gracias, diputado presidente.
Con tu venia, diputado presidente. Con la venia del pueblo de Chiapas, compañeras y compañeros legisladores. No se imaginan lo emocionada que me siento el día de hoy, lo feliz y orgullosa de tener a las dos casas juntas, tanto a la Universidad Autónoma de Chiapas como a esta LXIX Legislatura.
He representado a la universidad no solo con la camiseta bien puesta del equipo de básquetbol, sino también en algunos artículos científicos y con mi trabajo. Hoy también quiero pedirles el honor de representarla aquí en esta máxima tribuna, como legisladora y como compañera.
Hoy quiero argumentar mi posicionamiento a favor de que la máxima casa de estudios de nuestro estado, la Universidad Autónoma de Chiapas, sea nombrada benemérita. Lo argumento como una mujer que le debe todo, todo a esta institución. No solo porque es mi alma máter —ahí estudié Ingeniería Civil y el posgrado en Ingeniería en la poderosísima Facultad de Ingeniería—, sino porque, como conversamos la primera vez y coincidimos con el señor rector, ambos somos hijos de la UNACH.
Mi padre trabajó ahí más de 30 años. La universidad nos dio sustento a mí y a mi familia, y después de graduada trabajé ahí y sigo siendo parte de ella. Cincuenta años de que la universidad fue fundada, más de 100,000 egresados, hombres y mujeres que fueron formados entre las 44 sedes: facultades, centros, extensiones, escuelas.
Es una institución que ha marcado la historia moderna de nuestro estado. Es un símbolo de identidad, progreso y compromiso social. La UNACH ha cultivado conciencia social, ha promovido la investigación, ha impulsado el desarrollo regional y, lo más importante, ha transformado vidas; transformó y formó mi vida.
En Chiapas, donde enfrentamos desafíos históricos como la desigualdad, el rezago educativo y la falta de oportunidades, la UNACH ha representado una puerta abierta hacia un futuro más justo. Su presencia en distintas regiones del estado ha democratizado el acceso a la educación superior, permitiendo que miles de jóvenes, incluso de comunidades rurales e indígenas, accedan a una formación de calidad.
Pero su impacto no termina en las aulas. A través de sus programas de vinculación comunitaria, investigación aplicada y cooperación internacional, la UNACH contribuye activamente al desarrollo económico, la salud pública, la sustentabilidad ambiental y la promoción de los derechos humanos. Destaco su papel durante momentos difíciles: durante crisis sanitarias, desastres naturales o emergencias sociales, la comunidad universitaria ha respondido con compromiso y solidaridad. Yo he sido testigo y he sido parte de esos médicos, ingenieros, trabajadores sociales y maestros que han estado en la primera línea de respuesta.
La UNACH es fuerza viva que contribuye al bienestar de Chiapas, una institución que piensa y actúa con la gente, que entiende que la educación no es un privilegio, sino un derecho y una herramienta de transformación. La UNACH es muestra verdadera de humanismo y servicio al pueblo.
Conozco a la universidad porque de ahí vengo, me crié junto con mi hermano entre sus libros y pasillos. La UNACH ha sido la que me ha formado desde mis conocimientos hasta mi ideología, mi cosmovisión. Y lo más importante, ahí aprendí que los conocimientos y acciones deben ser siempre para ponerlos al servicio del pueblo y al servicio de la gente.
Hoy es un día de fiesta para Chiapas, porque que nuestra universidad sea nombrada benemérita, para mí es un homenaje no solo a la institución, sino a quienes dejaron su vida en las aulas y oficinas, a quienes se les va la voz en las cátedras y los ojos en las lecturas e investigaciones. Es un homenaje a quienes desgastaron sus pies en las caminatas e investigaciones de campo.
Gracias a todas y todos los profesores, trabajadores. Gracias a toda la comunidad universitaria. Gracias al señor gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, porque fui testigo cuando dijo: "Haremos que la universidad sea benemérita y en pocos momentos esto será una realidad".
Por los que ya no están, por los que estamos y por los que vienen. Siempre con el orgullo y el valor de nuestras raíces y la certeza y fe inquebrantable de saber a dónde vamos. Por la conciencia de la necesidad de servir. ¡Que viva la UNACH! ¿Es cuánto, diputado presidente?
¡Tengan todos muy buenas tardes! Saludo con gusto a las autoridades que presiden este evento, así como a las autoridades federales y estatales de los sectores público, privado y social que atestiguan este momento histórico para Chiapas y, desde luego, a toda la comunidad universitaria.
Agradezco la distinción de poder usar la voz en nombre de las y los estudiantes de nuestra universidad, pues debo decir con alegría y convicción: me siento afortunada de formar parte de esta institución que día a día trabaja para mejorar la calidad educativa y por preparar a las y los chiapanecos para forjar un mejor futuro.
Han sido tiempos muy buenos para el estado de Chiapas, tiempos de cambio, de esperanza y de transformación real, porque han ocurrido sucesos que sin duda han pasado a la historia, y nosotros hemos sido testigos de ello. Nos ha tocado vivir esta nueva era de transformación, pero sobre todo de humanismo. La UNACH nos ha permitido adquirir los conocimientos y la experiencia que nos permiten dedicarnos a aquello que nos hace felices y que descubrimos como vocación de vida. No hay duda, en Chiapas ha iniciado una nueva era, y nosotros, como jóvenes universitarios, no solo somos testigos, sino también protagonistas de este gran momento. Hoy, gracias a la UNACH, muchos de nosotros tenemos el privilegio de acceder a la educación superior sin tener que salir de nuestro estado, sin dejar nuestro hogar y nuestras comunidades. Esto representa un gran alivio para nuestras familias que con tanto esfuerzo nos apoyan. Los grandes personajes de nuestra historia tienen como común denominador haber tenido que migrar para profesionalizarse. Hoy es distinto; la universidad ha acercado los beneficios de la educación profesional a más regiones de Chiapas, ayudando a reducir gastos de movilidad y rompiendo barreras que antes impedían que muchos jóvenes continuarán con sus estudios, formando así las primeras generaciones de universitarios nacidos y formados en Chiapas.
Hoy los liderazgos de la vida pública en Chiapas y de México son orgullosamente ocelotes. Como bien sabemos, Chiapas enfrenta históricamente un rezago en materia educativa, desde su capital hasta las comunidades más apartadas, y aunque el reto es grande, el trabajo que la UNACH ha hecho durante 50 años ha marcado una diferencia innegable. El escenario es optimista; podemos ver los frutos en los distintos campos disciplinarios: en la docencia, la investigación y la extensión, con oportunidades de diálogo académico y científico, movilidad e intercambio, así como una colaboración decidida a las causas justas, como el gran apoyo del programa de alfabetización "Chiapas Puede". Gracias a nuestro gobernador del estado, el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, por hacer posible este gran proyecto que nos beneficia a las y los chiapanecos. Como futura licenciada en la enseñanza del inglés, debo decir que mi paso por la universidad ha significado conocimiento, adquisición de herramientas para mi labor docente, el acercamiento no solo a un idioma, sino a su cultura, y el acceso a muchas oportunidades y posibilidades de soñar en grande, sin fronteras. En las aulas de la UNACH se forja nuestra conciencia de servir a nuestra gente con mayor empatía, visión global y compromiso social. Gracias al gobernador por su iniciativa de declarar benemérita la máxima casa de estudios de las y los chiapanecos, lo que implica el reconocimiento de todos sus méritos a favor de Chiapas. Gracias a la LXIX Legislatura por hacer suya la propuesta y aprobarla.
Para concluir, Confucio decía que "la educación genera confianza, la confianza genera esperanza, la esperanza genera paz". Por ello, a la comunidad universitaria —estudiantes, personal académico y administrativo, directivos y egresados—, desde la máxima tribuna del estado les invito a seguir trabajando en favor de la educación para que la confianza, la esperanza y la paz sigan siendo una realidad. "Por la conciencia de la necesidad de servir, por siempre Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas."
Muchas gracias.
Con su venia, señor gobernador. Con respeto a don Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, presidente del Congreso del Estado; maestro Juan Carlos Moreno Guillén, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura; honorable presídium y estimable concurrencia.
Efectivamente, en los últimos tres mil,700 años, es decir, los últimos 37 siglos, la cultura giró en torno a instituciones sólidas que se llamaban academias, escuelas y, finalmente, tomaron el nombre de universidades. Las universidades han sido, en la historia de las ciencias y de la cultura, las instituciones más sólidas para el entendimiento social y para el cultivo de las ciencias y las artes. Han sido centros productivos, efectivamente, con una gran capacidad creativa.
Sin embargo, la historia universitaria en todos estos siglos ha sido muy contradictoria. Hay universidades que han padecido una profunda incertidumbre, hay otras que padecen la descontextualización, que es lo más importante de una universidad. La Universidad Autónoma de Chiapas, efectivamente, tiene logros muy importantes, pero recordemos que Chiapas es un archipiélago de pueblos: somos 11 o 12 grandes pueblos que componemos el estado de Chiapas, cada uno de ellos con su propia cultura, su propia música, su propia comida y modo de comer, su propio idioma.
Lo importante es que no se ha oído hablar desde hace 500 años que un pueblo indígena discuta sus límites con el otro pueblo indígena vecino. Ellos tienen maneras inteligentes, sensitivas de tratar sus asuntos públicos, a veces eso no sucede en los pueblos mestizos.
Hay un filósofo macedónico, no precisamente griego, Aristóteles, al que he recordado hoy por los pronunciamientos diversos que se hacen sobre el carácter social de las universidades. Efectivamente, Aristóteles fue el que dijo que la filosofía no estaba en el cielo, que la filosofía era una ciencia y
un arte que se construía en el terreno donde habitaban los hombres. Para él, las universidades debían ser conocimiento de la tierra y de los hombres que viven en ella y establecer las relaciones necesarias con lo que sucedía en el mundo. Aristóteles fue un ecumenista muy conocido.
A nuestra universidad se le está creando ahora un nuevo rostro. La Universidad de Chiapas tendrá un rostro nuevo, y el mismo en Chiapas, con la actividad creativa de Eduardo Ramírez Aguilar, tendrá también un nuevo rostro.
Efectivamente, el problema mayor que hereda Ramírez Aguilar es el campo, son las 12 culturas que están asentadas firmemente en nuestro territorio. Lo que la Universidad Autónoma de Chiapas tiene como reto fundamental es convertirse también, en cada caso, en una aliada de cada pueblo, difundir sus lenguas entre los mestizos. Me incluyo entre los mestizos, desconocemos ninguna lengua indígena; en cambio, los indígenas hablan perfectamente bien el español.
Los pueblos indios tienen virtudes, tienen una voluntad extraordinaria de sobrevivencia, de resistencia a las circunstancias. Esto debe ser un ejemplo vivo para nuestra universidad.
La universidad, nuestra universidad, ha pasado en estos 50 y pico de años de su vida por circunstancias contradictorias. Principalmente, en sus primeros años de vida había sido concebida como una universidad muy distinta a la que tenemos. Está obligada la universidad a responder al reto de ser declarada emérita por este honorable Congreso del Estado, a iniciativa de Eduardo Ramírez Aguilar. Se recibe como una diferencia, se recibe como un alto estímulo para todos los universitarios. Así lo recibimos todos, en todos los campos universitarios hay un gozo extraordinario de que esta sea una benemérita universidad.
Pero en el elogio del decreto ley que crea esta nueva denominación, esta nueva propiedad de la universidad, este nuevo patrimonio de la universidad, hay también implícitamente un llamado respetuoso, un llamado llano, simple, poderoso, para que merezcamos efectivamente el nombre de emérita a nuestra casa de estudios. Eso es un trabajo, afortunadamente, que cae en los momentos en que llega a la rectoría de la universidad Osvaldo Chacón Rojas. Es un joven intelectual, un joven intelectual con una extraordinaria sensibilidad creativa, no es hombre de discursos, por eso me mandó a mí.
Y es hombre de acción; cuando quiero comunicarme con él, o está en Tapachula o en Playas de Catazajá, no se sabe dónde, acompañado de su secretario académico siempre, don Florentino Pérez, un extraordinario colaborador universitario. Así que recibimos con un profundo gozo este decreto ley que nos degrada como Emérita Universidad de Chiapas. Ahora el reto está en que dentro de un año, año y medio, dos años, vengamos a rendir cuentas de qué es lo que sucedió con este llamado a la cordura, al trabajo, a la inteligencia, a la voluntad y al compromiso social de todas las universidades y la Universidad de Chiapas.
Por último, está situada en este momento en un contexto mundial sumamente contradictorio. Sin embargo, la universidad no puede hacerse extraña al contexto del mundo que vivimos hoy de incertidumbre, de contradicciones, de guerra, de amenaza de desaparición de la especie humana. Las cosas han cambiado mucho. La universidad más famosa de Estados Unidos, Harvard, de la noche a la mañana se quedó sin un centavo porque el presidente de esa nación le quitó hasta el más mínimo ingreso que tenía. Son grandes academias burocráticas en las que la gente es muy destacada y trabaja poco, lo que no sucede en otras universidades del mundo.
Es una universidad de una clase muy alta, todos los grandes políticos mexicanos del periodo este oscuro de nuestra vida todos pasaron por Harvard. En esta universidad, esta universidad está profundamente unida a la tierra y al hombre que la habita, y con eso tendremos todo el panorama abierto para nuestra acción guiados por la voluntad. Esto es indispensable: las universidades ni los pueblos pueden dar pasos hacia adelante si no hay una voluntad política que genere las cosas que tienen que suceder.
Ahora el señor gobernador está hace tiempo creando la posibilidad de que programas se instalen en el campo. Eso es su gran responsabilidad, sí, porque cualquiera de nosotros que hable del campo en Chiapas no tiene, no tenemos ni la información, no sabemos de lo que sucede allí, pero lo que sí es cierto es que ha caído en manos de la delincuencia organizada todo el campo de Chiapas. Ahora se ha cumplido el primer gran paso de crear cierta estabilidad, cierto modo de pensar y de trabajar en paz, porque quizá el bien más importante que genera una universidad sea la paz. No hay otro bien más poderoso en la tierra que eso, es el conjunto de todos los bienes humanos que se reúnen en una sola palabra, y esa es el signo actual de nuestro gobierno y de nuestra universidad. Muchas gracias.
Muy muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes señor gobernador constitucional del Estado de Chiapas Eduardo Ramírez Aguilar diputadas diputados del Congreso del Estado querido rector Osvaldo Chacón Rojas autoridades universitarias integrantes de la Junta de Gobierno del Consejo Universitario estudiantes profesoras profesores exrectores de esta gran universidad, primero primero que nada pues reciban un afectuoso muy cálido saludo de nuestro secretario de educación pública, Mario Delgado Carrillo, nuestro subsecretario Ricardo Villanueva Lomelí y bueno, decirles que en particular para mí es un una ocasión especialmente significativa porque soy casi chiapaneco sí y digo casi chiapaneco porque no obstante que mi esposa es chiapaneca, tengo dos hijas chiapanecas, tengo 16 años de casado con una chiapaneca, todavía no me adoptan como chiapaneco, espero que después de esta intervención del Congreso ya se la mandé a mi suegra a mi esposa, pues pueda hacer algunos puntos señor gobernador con su honorable presidium ,de ser adoptado como chiapaneco, en este especial evento, este especial recinto.
Bueno, en nombre de de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México, celebro con entusiasmo la propuesta para otorgar bueno ya no es propuesta fue ya votada por aclamación para otorgar a la Universidad Autónoma de Chiapas el título de benemérita. eh Ser benemérita ya lo comentaron pero lo reitero significa ni más ni menos que el reconocimiento a méritos y servicios extraordinarios a la sociedad y eso es precisamente lo que se reconoce hoy en la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas.
Reconocimientos y méritos por servicios extraordinarios a la sociedad de Chiapas y de México. Este reconocimiento el más alto honor sin duda que puede recibir una universidad pública en nuestro país no es solo un gesto simbólico es un justo merecido homenaje a cinco décadas de compromiso con Chiapas y con su gente, a una universidad que desde su fundación en 1975 ha llevado el conocimiento a cada rincón del estado y más y más allá desde las regiones urbanas hasta las comunidades más apartadas, ya lo han lo han dicho, son más de 30,000 estudiantes actualmente en formación, y un dato que no han dicho más de 120,000 egresadas y egresados, 17 ó 19 ya no sé cuál sea el dato, están aquí ahora aprobando en este congreso, está este honor como benemérita.
Son 142 programas educativos y una comunidad científica que representa ni más ni menos que el 50% de la investigación que se realiza en este estado. La UNACH no sólo forma profesionistas, no solo ha formado 120,000 profesionistas, sino ciudadanos y esto transforma realidades y honra el mandato constitucional de una educación pública inclusiva y de excelencia.
Esta universidad también es faro de equidad y de interculturalidad, con más de 100 estudiantes indígenas que encuentran aquí un espacio que respeta sus lenguas sus culturas sus saberes y que les brinda herramientas para integrarse con dignidad y autonomía al mundo contemporáneo. La propuesta que hoy se se aprobó por aclamación y aprovecho reiterar mi reconocimiento al Congreso del Estado, por este merecido reconocimiento reconoce una historia profunda, una historia construida colectivamente por el pueblo de Chiapas con visión y sentido de futuro, el de contar con una universidad propia una universidad para todas y para todos.
Como saben, nuestra presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado, está en la Constitución que la educación no sea no sea un privilegio sino un derecho sí y eso lo ha honrado la UNACH a lo largo de 50 años.
Hoy ese sueño es una realidad vigorosa la UNACH es motor de desarrollo regional agente de transformación social y pilar institucional del Estado junto con los poderes ejecutivo y legislativo. Por ello y termino reconocemos con especial gratitud la iniciativa del señor gobernador Eduardo Ramírez Aguilar y de este Congreso del Estado que al promover esta distinción reafirman el compromiso con una República educadora humanista científica e incluyente.
A la comunidad universitaria nuestro más alto reconocimiento su trabajo constante su defensa de la autonomía universitaria ya se ha dicho aquí su vocación de servicio y su rigor académico justifican con creces esta declaratoria. Son muchos los retos y con esto quiero terminar estamos en un contexto en un ambiente universitario soy universitario y son muchos los retos que aún enfrenta nuestro sistema educativo superior en nuestro país.
En número solo algunos incrementan la cobertura pero no solo eso, sino lograr que cada vez más jóvenes de bajos recursos ingresen a la universidad. como ustedes saben, solo el 45% de las y los jóvenes de nuestro país tienen una oportunidad, una opción para estudiar la universidad. Pero no solo eso sino que además de ingresar logren el éxito académico profesional y social. Hoy tenemos una tasa de deserción a nivel nacional en nuestras universidades del 30% en el primer año.
Tres de cada 10 jóvenes no logran pasar del primer año en la universidad. todo lo anterior se está dando en un contexto de cambio acelerado por la disrupción digital y la volatilidad global en el que las universidades como la Benemérita UNACH deben reafirmar todos los días su valor civilizatorio, como instituciones que no solo forman para el trabajo sino para la vida en democracia. Que no solo transmiten conocimientos sino que forman valores ciudadanos.
Que no solo enseñan a hacer sino sino principalmente a pensar a reflexionar y a dialogar y repito, a dialogar, que parece un bien escaso en nuestro planeta hoy en día. Que esta distinción pues proyecte aún más lejos el nombre de la UNACH y fortalezca su misión histórica formar generaciones que construyan paz, justicia y bienestar para todos los pueblos de Chiapas y de México. Como universitario reitero todo nuestro reconocimiento, toda nuestra admiración y todo nuestro respeto a la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas muchísimas felicidades."
Muy buenas tardes a todos y a todas ustedes obviamente estoy sumamente emocionado por encabezar la Universidad Autónoma de Chiapas en uno de sus momentos más significativos de su joven historia y es un privilegio que agradezco a la vida y que por supuesto me parece inmerecido frente a las grandes generaciones de unachenses que han pasado por estas aulas por estos espacios universitarios a lo largo de su historia.
Permítanme saludar y reconocer al doctor Eduardo Ramírez Aguilar, gobernador constitucional del Estado de Chiapas por haber presentado esta iniciativa al Congreso del Estado de Chiapas que hoy fue votada para ser declarada como Universidad Benemérita. La comunidad universitaria reconoce en el gobernador del estado a un estadista, el gobernador Eduardo Ramírez está reivindicando la presencia del Estado ahí donde había renunciado a su rol y a su función, pasará la historia por haber devuelto la paz la estabilidad social y la seguridad al estado de Chiapas, es un hombre de estado.
Hace ya muchos años en la época del Renacimiento el gran Florentino Nicolás Maquiavelo nos enseñó que el oficio del político es el del buen decisor, ese es su oficio, el oficio del maestro es enseñar el del pintor es pintar, el oficio de un político es tomar decisiones para eso están ahí y la confianza que tenemos los chiapanecos es que tenemos a un gran decisor en la silla de gobierno.
Pero además el legado del gobernador ahora estará asociado y vinculado con letras de oro a la historia de la UNACH porque a él le tocó como presidente de este Congreso Local en el 2017 promover y aprobar la reforma que permitió que la UNACH tuviera reconocimiento constitucional y ahora cierra el ciclo habiendo promovido esta iniciativa. Nuestra gratitud eterna querido gobernador.
Y por supuesto que debemos agradecer a las señoras y, a los señores diputados que nos reciban en este recinto y que hayan, no solamente aprobado sino acompañado con entusiasmo, un entusiasmo que nos ha contagiado la tarde de hoy esta iniciativa de reforma, muchísimas gracias a todos y a todas los diputados, quiero saludar también afectuosamente al señor presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chiapas, saludar afectuosamente a toda la comunidad unachense que está aquí presente al Consejo Universitario a los integrantes de la Junta de Gobierno del Comité Permanente de Finanzas a los señores exrectores que hoy nos honran con su con su presencia, a la doctora Carmen Vázquez, que es nuestra secretaria general a los grandes maestros y maestras de la UNACH a los grandes alumnos de nuestra universidad. hoy en especial permítanme saludar públicamente a Hillary Fuentes.
¿Dónde está Hillary? Ahí está Hillary tricampeona nacional acaba de regresar de la Universiada, los juegos deportivos donde se concentran todos los universitarios del país y ella regresó con tres medallas de oro, algo impresionante, y cuando Hillary iba a ir a los a las competencias nacionales coincidimos en un evento y me dijo que quería hablar conmigo y los ojos se llenaban de lágrimas y me decía "Quiero triunfar quiero destacar pero no tengo los medios suficientes para hacerlo”. Y le dije "No pienses en eso, es nuestra responsabilidad velar por ti, porque no te falte nada, piensa solamente en ganar en traer esas medallas” y se le pasó la mano porque se trajo todas.
Quiero saludar afectuosamente a los Doctorados Honoris Causa de la UNACH, aquí presentes, a la doctora Margarita Luna, a quien tuvimos la oportunidad de escuchar, y por supuesto al doctor Máximo Carvajal Contreras Chiapaneco muy querido y hoy presidente de la Asociación de las Escuelas de Derecho de Latinoamérica nada más y nada menos. saludo afectuosamente al maestro Javier Espinosa Mandujano a quien tuvimos la gran oportunidad de escuchar y por supuesto también a don Gerardo Pensamiento. Ellos dos son personas que tienen mucho que ver con la historia de la universidad. Don Javier Espinosa fue integrante de la primer junta de gobierno de la universidad. Don Gerardo Pensamiento fue integrante de la legislatura que en su momento aprobó el decreto de creación de esta universidad. Muchas gracias por acompañarnos. Agradezco la presencia y las palabras de Carlos Iván Moreno director general de educación superior de la SEP, representante de la SEP, en este evento gracias querido Carlos Iván ya eres chiapaneco, ya no lo niegues públicamente, ya te hemos adoptado. A la doctora Consuelo Florentina Cañedo rectora de la Universidad de Quintana Roo y además nuestra presidenta regional de ANUIES gracias querida rectora.
Está con nosotros Gustavo Cruz director de vinculación de la ANUIES, gracias querido Gustavo. la ANUIES es una gran aliada de la UNACH de siempre. El doctor Roberto Escalante y Marena es el secretario general de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe gracias doctor por acompañarnos. El Dr. Miguel Ángel Tamayo es el coordinador general de los
Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior, gracias doctor por estar aquí presente con nosotros.
Muchas gracias a rectores y representantes de otras instituciones educativas del estado de Chiapas gracias por su presencia. Quiero destacar la presencia en este evento de grandes artistas chiapanecos, del maestro Óscar Oliva, allá lo veo a la distancia nuestro querido maestro, del maestro Federico Álvarez del Toro de la maestra Rosa Vázquez del maestro Cicerón Aguilar del poeta Natalio Hernández del maestro Alfredo Palacios Espinosa muchas gracias a todos y a todas por acompañarnos.
Muchas gracias a todos los señores alcaldes, presidentes municipales que están el día de hoy, nos honran con su presencia, las señoras señores presidentes municipales también están con nosotros funcionarios del gobierno legal y ampliado, muchas gracias por acompañarnos, titulares de organismos autónomos representantes de cámaras de colegios, empresarios medios de comunicación, este 11 de junio del 2025 va a quedar registrado en los anales de la historia de la Universidad Autónoma de Chiapas es el día en que el honorable Congreso del Estado nos ha honrado como universidad benemérita.
Como ya se ha dicho este es un reconocimiento al legado histórico político educativo cultural de la UNACH que permea por toda la población chiapaneca porque quién no tiene un familiar, un amigo, un vecino en este estado que no esté asociado o vinculado a la UNACH. Esta distinción constituye un reconocimiento para todas las generaciones de alumnos y alumnas que han pasado por las aulas de esta universidad, a su personal académico, su personal administrativo.
Aprovecho aquí a los dos líderes de los sindicatos de la universidad aquí presentes el Dr. Héctor de León el sindicato del personal docente de la universidad y el maestro Pedro Jiménez del personal administrativo de la universidad. Es un reconocimiento también para todas las personas que han hecho posible a la universidad desde los y las intelectuales chiapanecos del Ateneo que en algún momento la soñaron personalidades como don Andrés Fábregas Roca o don Javier Espinosa Mandujano aquí presente. es un reconocimiento a esas juventudes chiapanecas sesenteras y setenteras que incansablemente la gestionaron algunos de ellos están presentes aquí con nosotros es un reconocimiento también a los políticos que la materializaron como en su momento el presidente de la República don Luis Echeverría o el gobernador Velasco Suárez. y es un reconocimiento también a los ciudadanos que en algún momento la respaldaron como don Carlos Maciel o don Juan Esteban Gutiérrez. Es un reconocimiento a sus maestros, a sus maestras a los que fueron y a los que están protagonistas principales de esta aventura de conocimiento que es la UNACH. Y déjenme decirles una cosa: este reconocimiento no es un triunfo nada más de la UNACH, en una coyuntura global donde permea una narrativa injusta en contra del conocimiento y en particular en contra del rol de las universidades como baluartes para el progreso.
Este reconocimiento es un triunfo de toda la educación superior, es un triunfo de la razón, es un triunfo de la justicia y es un triunfo de la esperanza. Esta es una universidad que tiene sus antecedentes en la exigencia de don Mariano Robles Domínguez allá en las cortes de Cádiz allá fue exigir que hubiera educación superior en Chiapas en la Universidad Nacional de las Chiapas que se creó en 1826, es una universidad que inició formalmente en 1975 y que a partir de hoy es benemérita, muy pocas universidades lo han logrado, no es fácil implica generar los méritos suficientes y generar el consenso de la clase política para el otorgamiento de un galardón que reconoce la trascendencia que ha tenido la universidad.
Muchas gracias nuevamente al señor gobernador, a las diputadas y a los diputados por hacerlo posible. La palabra benemérita es un término que se utiliza para describir una persona una institución que ha demostrado mérito virtud excepcional y en el contexto de las instituciones educativas el término benemérita se otorga a aquellas que han demostrado un compromiso excepcional con la educación con el desarrollo de la sociedad. implica un alto grado de reconocimiento respeto y distinción por su excelencia académica su contribución al pueblo y la UNACH creo cumple a cabalidad con esos requisitos. En 50 años ha contribuido a la consolidación del proyecto educativo más grande y más ambicioso en Chiapas. Desde su fundación ha sido un pilar fundamental en el desarrollo educativo social y económico en nuestra región, ha trabajado en la generación de conocimiento para abordar nuestras problemáticas sociales, ha generado y ha mantenido programas educativos que han transformado vidas y que siguen abriendo puertas a un futuro más prometedor para las juventudes chiapanecas.
La UNACH ha sido distinguida con premios y reconocimientos y se siente orgullosa que muchos de los estudiantes que han egresado de sus áreas han logrado posicionarse destacadamente en distintos ámbitos en Chiapas pero también a nivel nacional y en el mundo, por supuesto que la UNACH asume esta distinción con mucha responsabilidad conscientes de que ello implica un mayor compromiso para seguir contribuyendo a un mejor Chiapas a través de sus funciones de docencia de investigación y de vinculación.
Pero sobre todo y lo que más me emociona este reconocimiento político es una inspiración para que las nuevas generaciones de universitarios honren con esencial responsabilidad el compromiso que implica la distinción otorgada, los y las unachenses trabajaremos para estar a la altura de esta distinción lo vamos a hacer buscando la excelencia en nuestro trabajo y asumiendo nuestra responsabilidad social.
La educación es el principal instrumento para el cambio social, es el principal medio para reducir las desigualdades sociales, nada contribuye a combatir la pobreza y a igualarnos los unos a los otros como la educación, pero en particular las universidades públicas no son solo instituciones educativas son agentes de cambio y transformación, y hoy las universidades públicas del país enfrentan el reto de adecuarse a los nuevos tiempos de adaptarse a la nueva realidad tecnológica a la inteligencia artificial pero también a dar respuesta a la diversidad cultural a dar atención a las clases más pobres de la sociedad, en una época en que las clases medias son menguantes.
La UNACH es consciente de ese reto y esta distinción nos compromete a seguir diseñando políticas para garantizar que todas las juventudes chiapanecas tengan acceso a la educación superior de calidad sin importar su origen cultural sexo genérico o condición social, y con esto estoy diciendo que la UNACH asume este reconocimiento como una oportunidad para reivindicar el carácter humanista de la educación superior que debe estar orientada no solamente a formar profesionistas sino a formar personas ciudadanos. Es la universidad donde aprendemos a entendernos entre diferentes es la universidad lo que nos ha dotado de paz lo que ha evitado la guerra en las últimas décadas en el mundo es en la universidad donde se hace posible el proyecto civilizatorio.
Lla UNACH es una institución consciente de que la educación universitaria conlleva pues el respeto y la defensa de los derechos humanos el combate a toda forma de discriminación opresión y dominación la lucha por la igualdad la justicia social la equidad de género la defensa y el enriquecimiento de nuestros patrimonios culturales y ambientales la seguridad y la soberanía alimentaria la erradicación del hambre de la pobreza el diálogo intercultural con pleno respeto a todas las identidades.
En la UNACH trabajamos con esa mística porque creemos en lo que la gran politóloga Hannah Arendt decía: la educación es el punto en el que los seres humanos decidimos si amamos al mundo lo suficiente como para asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina o no, los unachenses actuamos con responsabilidad social porque amamos el mundo, han sido 50 años de vida unachense y en este camino hemos visto historias de superación de éxito que nos llenan de orgullo que nos inspiran a seguir adelante, historias de estudiantes que con esfuerzo y educación han logrado avanzar y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. Estos logros son los que justifican que la UNACH sea hoy universidad benemérita, siéntanse todas y todos los unachenses muy orgullosos de este logro.
Esta es una distinción que nos impulsa pues a seguir trabajando por una universidad que no solo forme profesionistas de calidad sino sobre todo y por sobre todas las cosas mejores personas, mejores seres humanos, que hagan posible la paz y la convivencia entre nuestros pueblos.
Y quiero terminar parafraseando al Che Guevara quien en su discurso de aceptación al doctorado Honoris Causa en la Universidad Central de Las Villas llegó y se presentó y se preguntó "¿Qué tengo que decirle a la universidad que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no solo los alumnos también los maestros, pero también que se pinten de obreros de campesinos que se pinten pueblo porque la universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo, y eso es la UNACH, no es el patrimonio de nadie, pertenece a las mujeres a las madres solteras, a los pobres a las minorías, a los indígenas, a las personas de la diversidad sexual, a los migrantes. La UNACH pertenece al pueblo y solo al pueblo de Chiapas y a partir de hoy es orgullosamente Universidad Benemérita.
Muchísimas gracias a todos a todas sigamos trabajando sigamos trabajando por una educación que transforme que impacte la vida de las personas en Chiapas, por la conciencia de la necesidad de servir, ese ha sido nuestro lema y ese debe seguir siendo nuestro faro que viva pues la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas.