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Gaceta impresa

Claudia González Farrera

Claudia González Farrera

La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), a través de su Coordinación General de Relaciones Interinstitucionales, invita a la comunidad académica y al público interesado a participar en las Jornadas de Cooperación y Colaboración Académica Internacional (JCCAI UNACH) 2025, que se realizarán el 29 de abril de 2025 mediante la plataforma Zoom. Este evento virtual reunirá a expertos internacionales que compartirán estrategias y oportunidades para fortalecer la cooperación académica a nivel global.

 

Las jornadas están diseñadas para que docentes, investigadores, estudiantes y gestores de la UNACH y otras instituciones de educación superior exploren nuevas vías de colaboración internacional, amplíen sus redes de contacto y conozcan las tendencias actuales en materia de internacionalización educativa. La participación en este evento representa una oportunidad estratégica para impulsar proyectos conjuntos y fortalecer la presencia de la UNACH en el escenario académico internacional.

 

"Estas jornadas reflejan nuestro compromiso con la internacionalización y el intercambio de conocimiento", destacó el Dr. Luis Alberto Morales, coordinador general de Relaciones Interinstitucionales de la UNACH. El evento se alinea con los objetivos institucionales de promover la movilidad académica y la investigación colaborativa con instituciones de prestigio mundial.

Los interesados podrán registrarse a través de los canales oficiales de la UNACH para recibir el enlace de acceso y el programa detallado de actividades. La participación es gratuita y está dirigida a todos los actores del sector educativo interesados en ampliar sus horizontes de cooperación internacional.


Texto: Gaceta UNACH
Imagen: Archivo UNACH

La Facultad de Medicina Humana "Dr. Manuel Velasco Suárez" de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) llevará a cabo el IV Festival Gerontológico "Gerontología Actual: Nuevas Oportunidades", un evento integral que se realizará el 24 de abril de 2025 de 10:00 a 18:00 horas en sus instalaciones del Campus II. Esta iniciativa busca generar un espacio de reflexión e intercambio de conocimientos sobre los desafíos y oportunidades del envejecimiento en la sociedad actual.

 

El festival contará con ponencias magistrales impartidas por especialistas en gerontología, talleres prácticos sobre cuidado geriátrico y actividades culturales intergeneracionales, además de ofrecer servicios gratuitos de salud para adultos mayores. Entre las temáticas centrales destacan los avances científicos en el estudio del envejecimiento, los modelos innovadores de atención geriátrica, los derechos humanos de las personas mayores y las oportunidades laborales en este sector en crecimiento.

 

Dirigido a adultos mayores, sus familias, profesionales de la salud, estudiantes e investigadores, el evento representa una valiosa oportunidad para actualizar conocimientos y promover un envejecimiento activo y saludable. La entrada será libre y sin costo, con capacidad limitada por lo que se recomienda llegar con anticipación.

 

"Este festival refleja nuestro compromiso con la salud pública y la atención a los grupos vulnerables", señaló el Dr. Ricardo Méndez, director de la Facultad. La UNACH reafirma así su papel como institución socialmente responsable que vincula el conocimiento académico con las necesidades reales de la población.

 

Para mayor información, los interesados pueden comunicarse al teléfono 961 111 65 00 o seguir las redes sociales oficiales de la facultad.


Texto: Yadira Fontes García
Imágenes: Facultad de Medicina Humana UNACH

 

La Universidad Autónoma de Chiapas ya está en los círculos de estudio del programa estatal “Chiapas Puede”, reafirmando su compromiso con las causas sociales que realmente transforman.

 

A través del esfuerzo de estudiantes y docentes, la UNACH ha comenzado a alfabetizar a personas adultas que, por distintas circunstancias, no tuvieron acceso a la educación formal. Lo hacen con el modelo pedagógico “Matías de Córdova”, una propuesta que respeta y valora las culturas y lenguas de nuestras comunidades.

 

El rector Oswaldo Chacón Rojas reconoció públicamente el compromiso y la entrega de la comunidad universitaria, resaltando que educar es también una forma de dignificar. Hoy, más que nunca, la UNACH apuesta por una educación con sentido humano, con los pies en la tierra y la mirada puesta en un Chiapas sin analfabetismo.

 

La participación de la UNACH en el programa “Chiapas Puede” no solo confirma su vocación social, también deja claro que la educación sigue siendo una de las herramientas más poderosas para cambiar realidades.

 

En coordinación con el ICHEJA y otras universidades, se está trabajando para erradicar el analfabetismo en el estado, una deuda histórica que sigue afectando principalmente a mujeres mayores de 60 años y hablantes de lenguas indígenas, según el INEGI 2020.

 

Con acciones concretas, la UNACH no se queda en el discurso: camina junto a las comunidades y se compromete con una educación que verdaderamente incluya, que transforme y que mire de frente a quienes más lo necesitan.

 


Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada 

Imágenes: DCS

La Universidad Autónoma de Chiapas vivió dos jornadas llenas de color, arte y reflexión con la realización de la tercera edición de la Feria de la Diversidad 2025, un evento que ya es parte del corazón universitario y que este año volvió a convocar a estudiantes, docentes y sociedad en general en el Centro de Convenciones “Dr. Manuel Velasco Suárez”.

 

Organizada por el Colectivo LGBT+ Humanidades, con el respaldo institucional de la SIRESU, SISyDIC y la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios, la Feria reafirma que en la UNACH las causas sociales también se defienden con arte, diálogo y comunidad.

 

Desde las primeras horas, el campus se transformó en un espacio vivo, donde la creatividad y la conciencia social caminaron juntas. Exposiciones, talleres, presentaciones musicales y actividades educativas invitaron a repensar la universidad como un espacio donde todas las identidades tengan cabida, y donde la inclusión no sea solo discurso, sino una práctica cotidiana.

 

A través del arte, las juventudes universitarias hicieron visible lo que muchas veces se silencia: que existen múltiples formas de ser, amar y expresarse. Y que en esta universidad, esas voces cuentan. Porque la diversidad no se tolera, se celebra.

 

La Feria no es solo una actividad cultural. Es una declaración de principios. Es el reflejo del compromiso institucional con la construcción de una comunidad libre de violencia, más empática y profundamente humana. Es también una manera de recordar que educar va más allá de los salones: es formar conciencia, abrir caminos, tender puentes.

 

En cada presentación, en cada intervención, se sintió el pulso de una universidad que escucha, que se transforma y que apuesta por una sociedad más justa. Y eso no se logra solo con buenas intenciones, sino con trabajo colaborativo, sensibilidad y voluntad.

 

La Feria de la Diversidad 2025 es, sin duda, un recordatorio poderoso de que las universidades no solo forman profesionales: también pueden ser semilleros de respeto, de igualdad y de esperanza.

 

Porque una UNACH diversa es una UNACH más fuerte. Y en esa diversidad, todas y todos tenemos un lugar.


Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada

IMÁGENES: SIRESU

En el marco del Día Internacional de la Francofonía, la Universidad Autónoma de Chiapas, a través de la Sección de Francés del Departamento de Lenguas Tuxtla, celebró una jornada que trascendió las aulas para convertirse en un espacio vivo de encuentro con las culturas francófonas. La actividad, que año con año suma voluntades e intereses diversos, volvió a consolidarse como una plataforma educativa, artística y lingüística que fortalece la formación integral de la comunidad universitaria.

 

Estudiantes de la Licenciatura en Enseñanza del Inglés, junto con docentes y miembros del colectivo FRANCHIS UNACH, ofrecieron una muestra dinámica y profundamente creativa de la pluralidad francófona. La jornada incluyó expresiones artísticas, juegos pedagógicos, degustaciones culinarias y presentaciones musicales que acercaron al público a los valores de diversidad, cooperación y diálogo que caracterizan a la francofonía global.

 

En esta edición, se contó con la participación especial de estudiantes del Colegio Rufino Tamayo, quienes, con una interpretación musical que conjugó emoción y técnica, añadieron una nota festiva y de colaboración interinstitucional al programa.

 

Promover el aprendizaje del idioma francés, difundir la riqueza cultural de los países francófonos y fortalecer los vínculos académicos e interculturales son, desde hace varios años, los ejes que guían esta conmemoración, la cual forma parte de las acciones que la UNACH impulsa para proyectar una universidad de vocación internacional.

 

Durante la clausura, la coordinación del evento subrayó el carácter estratégico de estas actividades:

 

“Este espacio no es solo una celebración; es un compromiso con la formación global, con el respeto a la diversidad cultural y con el ejercicio vivo del multilingüismo en nuestras aulas”.

 

La celebración de la Francofonía UNACH 2024 es testimonio del impulso sostenido que la universidad otorga a las lenguas extranjeras como herramientas para la construcción de ciudadanía global, sensibilidad intercultural y diálogo académico.

 

Así, la UNACH continúa escribiendo su historia internacionalista desde lo local, abriendo puertas a nuevos saberes, acentos y posibilidades.

 

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Texto: Yadira Fontes García
Fotografía: Departamento de Lenguas Tuxtla

 

Cada semana, los pasillos de dos primarias y dos jardines de niños en Tuxtla Gutiérrez se llenan de emoción con la llegada de estudiantes universitarios cargados de entusiasmo, materiales didácticos y ganas de compartir su conocimiento. Ellos forman parte del programa “Fortalecimiento integral y del aprendizaje del inglés en escuelas de educación básica”, una Unidad de Vinculación impulsada por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), a través de la Facultad de Lenguas Tuxtla.

 

El objetivo del programa es claro: fortalecer la educación pública desde un enfoque humano e inclusivo, acercando el aprendizaje del idioma inglés a contextos donde el acceso a este conocimiento es limitado. Más de 60 estudiantes de la Licenciatura en Enseñanza del Inglés participan en esta iniciativa que les permite llevar a la práctica lo aprendido en las aulas, al tiempo que enriquecen la formación de niñas y niños de educación básica.

 

“Además de compartir lo que sabes, aprendes de los niños y su entorno. El inglés es algo que van a necesitar en su vida”, compartió  Sofía Guzmán, estudiante universitaria, feliz de contribuir con su vocación a través de esta experiencia formativa.

 

Una vez por semana, los universitarios imparten clases dinámicas adaptadas a la edad y capacidades de los grupos. Además, organizan actividades culturales donde los pequeños aprenden sobre la cultura angloparlante mediante juegos, canciones y materiales visuales. Esta interacción ha sido bien recibida por las escuelas. “Es un plus tener inglés. Los niños lo esperan con alegría”, comentó una directora escolar, agradecida por la colaboración con la UNACH.

 

El componente de inclusión también es fundamental. Desde la planeación didáctica hasta la convivencia en el aula, se consideran las necesidades específicas de cada institución, garantizando que todos los estudiantes tengan acceso a este aprendizaje.

 

La Unidad de Vinculación cuenta con la coordinación de cuatro docentes universitarios, quienes acompañan a los estudiantes en el diseño pedagógico y evalúan los avances del proyecto, que además funciona como práctica profesional previa al egreso.

 

La UNACH reafirma así su compromiso con la formación integral de sus estudiantes y el desarrollo social del estado. Proyectos como este no solo acercan el inglés a más niñas y niños, sino que también siembran vocación, empatía y experiencia en quienes se preparan para ser docentes del mañana.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada

Imágenes: dcs

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Este texto propone un análisis crítico de las visiones optimistas sobre la Inteligencia Artificial expuestas por figuras como las del futurólogo Ray Kurzweil, el CEO de Open IA, Sam Altman y otros personajes centrales en el desarrollo actual de la IA, así como de las reflexiones del experto español Pedro Uría Recio, una de las figuras más importantes en el desarrollo de esta tecnología en China y otros países de Asía, la región con mejor desempeño en ámbito. A partir de sus planteamientos, se cuestionan los impactos económicos, sociales y éticos de una tecnología que, más que una herramienta, se erige como un nuevo fundamento civilizatorio.

 

La humanidad se encuentra frente a una encrucijada histórica. El advenimiento de la inteligencia artificial (IA) marca no sólo una revolución tecnológica, sino una inflexión civilizatoria. Al igual que ocurrió con la invención de la imprenta o la máquina de vapor, el surgimiento de sistemas capaces de aprender, decidir y actuar por cuenta propia redefine los fundamentos económicos, sociales y culturales sobre los que hemos edificado el mundo moderno. Sin embargo, a diferencia de esas revoluciones anteriores, el ritmo vertiginoso con el que la IA se expande, así como su alcance transversal, hace que las apuestas sean más altas que nunca. En esta tensión entre lo prometido y lo temido, entre la utopía y la distopía, se ubican las voces de sus protagonistas.

 

Los profetas del progreso: Kurzweil, Altman, Musk

 

Ray Kurzweil, tecnólogo y autor del célebre libro La singularidad está cerca, anticipa un horizonte donde la IA nos llevará a superar la escasez, curar enfermedades, expandir la inteligencia humana e incluso, en palabras suyas, “derrotar a la muerte”.


Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, comparte esta visión optimista. Su impulso por desarrollar modelos cada vez más potentes parte de la convicción de que la IA puede “democratizar el conocimiento” y resolver problemas históricos de la humanidad, desde la energía limpia hasta la educación universal.


El empresario Elon Musk, cabeza principal de una generación de protagonistas en la innovación y la aplicación de la ciencia en usos prácticos, aunque más ambivalente, ha invertido en IA tanto desde una lógica empresarial (Tesla, Neuralink) como desde un ethos preventivo (creación de OpenAI como contrapeso a la concentración de poder).

 

Estas figuras, por demás influyentes, dibujan un porvenir marcado por la eficiencia, la expansión del conocimiento y el bienestar global. Pero en su visión hay una narrativa que roza peligrosamente la romantización tecnológica, esa que Pedro Uría Recio, experto en inteligencia artificial y economista, ha criticado con claridad:

 

“Estamos entregando demasiado poder a quienes prometen acabar con la escasez y alcanzar la inmortalidad. Esa visión utópica no sólo es ingenua; es políticamente peligrosa.”

 

Una revolución sin red: IA y (des) empleo

 

Pedro Uría parte de una premisa ineludible:

 

“La economía del futuro dependerá completamente de la IA.”

 

Este diagnóstico no es una provocación sino una constatación, sustentada en el ritmo acelerado de adopción de modelos inteligentes en sectores como la atención al cliente, la contabilidad, la medicina y la educación.

 

A corto plazo, sí, se crearán empleos: se necesitarán ingenieros, desarrolladores, especialistas en datos. Pero Uría advierte que este auge será momentáneo. A mediano y largo plazo, los empleos destruidos —particularmente aquellos de baja cualificaciónsuperarán con creces a los creados. El timing del cambio será crucial.

 

“La gente no tendrá tiempo de reinventarse”, subraya.

 

Y los más golpeados serán los jóvenes, quienes se enfrentarán a un mercado laboral cada vez más elitizado, técnico y excluyente.

 

En América Latina, y específicamente en México, este escenario se vuelve alarmante. Con un 55% de la población en condiciones laborales informales (según el INEGI, 2023), y con brechas digitales profundas, la transición hacia una economía dominada por la IA no sólo será difícil; podría resultar violenta.

 

¿Una renta básica universal como salvavidas?

 

Frente a este desmoronamiento del trabajo como eje organizador de la vida, algunos han propuesto la Renta Básica Universal (RBU) como una alternativa viable.

 

La idea es sencilla: si el trabajo desaparece, que al menos haya un ingreso garantizado para todos.

 

En la teoría, la propuesta busca sostener el consumo, reducir la pobreza estructural y mantener la estabilidad social.


En la práctica, Uría se muestra escéptico.

 

Tomando el caso español como ejemplo, explica que la implementación de una RBU requeriría una inyección presupuestaria que duplicaría o triplicaría el gasto público actual.

 

En un país como México, donde el presupuesto federal anual ronda los 9 billones de pesos (2024), y donde los ingresos por impuestos directos aún representan una fracción modesta del PIB, el costo de una RBU sería simplemente inviable.

 

Supongamos, como ejercicio ilustrativo, que cada ciudadano mexicano recibiera 3,000 pesos mensuales (una suma modesta): el costo anual superaría los 4 billones de pesos, es decir, cerca del 45% del PIB nacional.

 

Además, Uría plantea un riesgo ético: una sociedad donde el ingreso no provenga del esfuerzo ni del mérito, sino de una dependencia estructural, podría degenerar en una ciudadanía subordinada a los intereses del Estado o de las grandes corporaciones.

 

La RBU, bajo este enfoque, no sería emancipadora, sino una forma de servidumbre moderna.

 

Alternativas: propiedad, inversión, autonomía

 

Lejos de cerrar la puerta a la innovación social, Uría propone una vía distinta: fomentar la inversión individual en capital productivo desde ahora.

 

Se trata de un modelo híbrido, inspirado en sistemas asiáticos, donde los trabajadores no dependen exclusivamente del salario, sino que poseen participación en las empresas que producen riqueza.

 

Para que esto sea posible en contextos latinoamericanos, sería necesario un rediseño del sistema financiero, educativo y fiscal:

  • Educación financiera desde niveles básicos
  • Incentivos para que empresas repartan acciones a sus empleados

  • Creación de fondos nacionales de inversión tecnológica accesibles al ciudadano común

Entre el optimismo ciego y el pesimismo estéril

 

James A. Robinson, Nobel de Economía, ha sido una de las voces más críticas respecto al rumbo que podría tomar la IA si se deja en manos de intereses concentrados. Para él, el problema no es la tecnología en sí, sino su gobernanza.

 

Robinson argumenta que los países con instituciones extractivas utilizarán la IA para consolidar el poder, no para distribuirlo.


Su preocupación empata con la de Uría:

 

La IA no es neutral. Y si no hay un marco ético y democrático que la regule desde lo humano —no desde lo técnico—, los beneficios quedarán en pocas manos y los costos se socializarán.

 

Una utopía que se defiende, una distopía que se evita

 

La IA no es el enemigo. Pero tampoco es una promesa sin condiciones. No se trata de negarla ni de detenerla, sino de colocarla en el centro de una discusión madura sobre el futuro de nuestra especie.

 

¿Queremos una sociedad donde el valor humano sea reemplazado por la eficiencia algorítmica? ¿O podemos imaginar una en la que la IA amplifique lo mejor de nosotros sin despojarnos de nuestra dignidad, libertad y creatividad?

 

Lo que está en juego no es el desarrollo tecnológico, sino el contrato social que queremos sostener.


Y en esa construcción, América Latina no puede seguir reaccionando desde la periferia.


Es momento de diseñar, desde nuestras realidades, una IA para la justicia, no sólo para el progreso.

 

Referencias:

Kurzweil, R. (2025). La singularidad está más cerca. Deusto.

La Vanguardia. (2025, marzo). Entrevista exclusiva a Ray Kurzweil [Entrevista]. 

MIT. (2025, marzo). AI Inequality Index. Massachusetts Institute of Technology. https://www.mit.edu

Robinson, J. A. (2025, febrero). Entrevista a James A. Robinson [Entrevista]. Bloomberg Línea. 

Uría Recio, P. (2025, marzo). Entrevista a Pedro Uría Recio [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1YdnwFG4FQg

Uría-Recio, P., & O’Connor, D. S. W. H. (2004). China telecommunications panorama. Telephony World, (marzo).

 

 

Texto: Raúl Ríos Trujillo

Imágen: IA

La emoción se podía respirar. En un ambiente cargado de nervios, de sueños, de energía contenida. Un momento en el que el sudor aún no corría, pero el espíritu ya estaba en pie de lucha. Frente a las y los atletas que defenderán con garra los colores de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), el rector Oswaldo Chacón Rojas tomó el micrófono y habló desde el corazón.

 

"Preséntense con la cara en alto", les dijo, con ese tono de quien no solo dirige una universidad, sino que también acompaña con el corazón cada paso de su gente. Y es que no se trata solo de una competencia en Mérida, ni de subirse a un camión o ganar medallas. Se trata del fuego que se lleva dentro, ese que nace en el pecho y convierte el cansancio en impulso, que hace que duelan los músculos, pero no se pierdan las ganas.

 

Durante el abanderamiento al selectivo UNACH que viajó a la ciudad de Mérida, para participar en la Universiada Regional 2025. El rector habló del esfuerzo, del compromiso, de la lucha que no siempre se gana en los marcadores, pero sí en la entrega. "Suden hasta la última gota", pidió, conmovido, como si conociera de cerca el sacrificio que implica levantarse temprano, entrenar después de clases, estudiar hasta la madrugada, y aun así darlo todo por la camiseta universitaria. En la UNACH recalcó, el verdadero triunfo no está en las medallas, sino en la batalla misma

 

"Sean guerreras y guerreros", les insistió. Pero no por ego o por aplausos, sino por la comunidad que los mira, por los jóvenes que los ven como ejemplo, por aquellos que en algún rincón del estado sueñan con tener una oportunidad, con saberse capaces, con creer en ellos mismos gracias al reflejo que proyecta el uniforme de un Ocelote.

 

Y vaya que estos Ocelotes tienen con qué, la delegación que clasificó a la etapa regional está compuesta por 114 atletas (75 hombres y 39 mujeres) que competirán en 12 disciplinas: ajedrez, atletismo, basquetbol (5x5 y 3x3), karate do, taekwondo, voleibol de playa, tocho bandera, boxeo, lucha universitaria, halterofilia y tenis de mesa. Jóvenes que representan no solo a la universidad, sino también a su familia, a su comunidad y a su historia personal, muchas veces tejida entre esfuerzos, trabajos de medio tiempo y desvelos.

 

La secretaria de Identidad y Responsabilidad Social Universitaria, Mónica Guillén Sánchez, destacó que estos atletas son también futuros profesionistas: médicos, arquitectos, ingenieros. Prueba de que la UNACH apuesta por una formación integral, que también abraza al deporte.

 

 Durante la etapa estatal, organizada por la ENLEF, participaron 235 estudiantes en 16 disciplinas. De ahí nació esta delegación que ahora viaja con una maleta llena de ilusión y compromiso.

 

El director de deportes, Ernesto Treviño Martínez, agradeció a entrenadores y equipos de apoyo, quienes acompañan cada paso, incluso los que se dan en silencio, con una constancia admirable.

 

La misión es clara, demostrar que ser Ocelote no es una etiqueta, es un estilo de vida. Es competir con dignidad, resistir con fuerza y volver a intentarlo con el alma.

 

Nuestros atletas no van solos. Llevan consigo el aliento de toda una comunidad universitaria que cree en ellos. Porque aquí, el camino vale tanto como el podio. ¡Vamos Ocelotes! Que se escuche su rugido en cada cancha, en cada pista, en cada tatami. La UNACH late con ustedes.

 

 

Texto y Fotos: María del Carmen Nucamendi Estrada

 

 

El deporte es más que actividad física; es un vehículo para fortalecer la identidad universitaria y promover valores esenciales como la unidad, la convivencia y la sostenibilidad. La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) ha convertido el ciclismo en una herramienta clave para reforzar estos principios, y sus recientes rodadas ciclistas han demostrado cómo el ejercicio puede ser un puente hacia una comunidad más conectada y comprometida.

 

En la 4ta Rodada Ciclista Universitaria, el Campus IV de la UNACH vibró con la energía de cerca de 100 participantes, entre estudiantes, docentes, personal administrativo y ciclistas de la región, quienes recorrieron las calles con entusiasmo y determinación. Este evento, más que un simple recorrido en bicicleta, representó una celebración del espíritu universitario, del compromiso con un estilo de vida activo y del trabajo en equipo que define a la comunidad UNACH.

 

Desde la Escuela de Humanidades, el director Gabriel Aguilar García destacó la importancia de estas iniciativas para fomentar hábitos saludables y fortalecer los lazos comunitarios. A su lado, el coordinador de SIRESU Istmo-Costa y Soconusco, Víctor Manuel Egremí de los Santos, enfatizó cómo estas actividades reflejan el compromiso de la UNACH con el bienestar y la sustentabilidad. No se trató solo de pedalear, sino de impulsar un mensaje claro: el deporte une, fortalece y transforma.

 

El evento contó con el respaldo de figuras clave del ciclismo en la región, como Jorge Luis Ramírez Mazariegos, delegado del Instituto del Deporte Zona Tapachula Soconusco, y Luis Adán Vélez Contreras, representante del grupo ciclista ChulaBike Urbano y MTB Tapachula Deportivo. Su presencia reafirmó que el ciclismo no conoce límites de edad ni disciplina; es una actividad que trasciende y crea comunidad.

 

Bajo esta misma visión, la UNACH también organizó una rodada ciclista el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En esta ocasión, estudiantes, docentes y administrativos recorrieron las principales avenidas de Tuxtla Gutiérrez en un acto simbólico que reafirmó la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento femenino. La UNACH sigue demostrando que el deporte no solo fortalece el cuerpo, sino también la conciencia social.

 

Cada rodada es un testimonio del compromiso de la universidad con la integración, la identidad y el bienestar. Con cada pedaleada, la comunidad UNACH reafirma que el deporte es más que una actividad; es un estilo de vida, una declaración de principios y una vía para construir un entorno más equitativo, saludable y unido. La identidad universitaria se construye con esfuerzo, con solidaridad y, en este caso, con la energía de cientos de ciclistas que, juntos, avanzan hacia un futuro mejor.

 

TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada

FOTOS: SIRESU Y SISIDYC

 

En un acto que reafirma el compromiso institucional con la inclusión, la equidad y la atención a las personas en movilidad, el rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), Dr. Oswaldo Chacón Rojas, entregó el documento de acreditación del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) al Programa Universitario de Estudios Transfronterizos para el Desarrollo (PUET).

 

Con esta distinción, el PUET se consolida como Centro Evaluador de Competencias Laborales, con enfoque en la atención a personas migrantes, permitiendo la certificación de sus habilidades laborales durante su tránsito por territorio mexicano. Esta acción fortalece la misión universitaria de promover procesos formativos que abonen a la dignificación y el reconocimiento de saberes en contextos de movilidad.

 

La entrega oficial del documento tuvo lugar en el marco de la inauguración de las nuevas oficinas del PUET, un espacio concebido para fortalecer los vínculos entre la academia y las realidades sociales que atraviesan las regiones fronterizas.

 

Este reconocimiento no sólo valida el trabajo que el Programa Universitario de Estudios Transfronterizos para el Desarrollo ha venido realizando en materia de formación, investigación y vinculación, sino que posiciona a la UNACH como referente nacional en el diseño de políticas universitarias sensibles al fenómeno migratorio.

 

La acreditación por parte de CONOCER representa un paso significativo para facilitar la integración laboral de personas migrantes a través de la certificación formal de sus competencias, promoviendo así una movilidad más digna y con mayores oportunidades.

 

Desde su creación, el PUET ha impulsado iniciativas que visibilizan la movilidad humana como una expresión legítima de la búsqueda de bienestar. Hoy, con esta nueva encomienda, se proyecta como una herramienta estratégica para la inclusión y el desarrollo con justicia social.

 



Texto: Yadira Fontes

Imagen: UNACH