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Gaceta impresa

Claudia González Farrera

Claudia González Farrera

Nuestra máxima casa de estudios reafirma su compromiso con la excelencia académica y el desarrollo científico al registrar, hasta enero de 2025, un total de 255 investigadoras e investigadores reconocidos por el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), órgano dependiente de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI).

 

Este logro colectivo no sólo ratifica el papel de la UNACH como una institución generadora de conocimiento de alto nivel, sino que también representa un avance estratégico para el fortalecimiento de su capacidad investigativa, la formación de capital humano calificado y el posicionamiento de la ciencia como motor de desarrollo social en Chiapas.

 

Desde su creación en 1984, el SNII ha fungido como una de las plataformas más importantes para la promoción de la investigación en México, orientada a fortalecer las capacidades científicas del país, impulsar la innovación, fomentar la generación de conocimiento y contribuir al bienestar social desde una visión integral y humanista.

 

Los 255 investigadores adscritos al SNII en la UNACH se distribuyen en áreas clave del conocimiento: Ciencias Sociales y Humanidades (32%), Ciencias Naturales y Exactas (28%), Ingenierías y Tecnologías (25%), y Ciencias de la Salud (15%). Esta diversidad disciplinaria favorece una estructura académica sólida y transversal, capaz de responder a las problemáticas regionales con soluciones científicamente sustentadas.

 

El impacto institucional de esta participación es amplio: permite consolidar 34 Líneas de Generación y Aplicación del Conocimiento (LGAC), robustecer 28 Cuerpos Académicos certificados y elevar la calidad de 46 programas de posgrado, varios de ellos con reconocimiento nacional por su pertinencia y rigor metodológico. Además, la presencia de investigadoras e investigadores en el SNII potencia el acceso a mayores recursos públicos y privados para la investigación, promueve la colaboración con redes académicas nacionales e internacionales y fortalece los indicadores institucionales de calidad educativa.

 

Más allá de las cifras, este reconocimiento es también un llamado a continuar el trabajo colectivo en favor del desarrollo científico de Chiapas y del país. Cada investigadora y cada investigador que integra el SNII representa una historia de compromiso con el conocimiento, una apuesta por el pensamiento crítico y una vocación por la transformación social desde la academia.

 

Con estos avances, la UNACH se posiciona como referente regional y nacional en materia de investigación científica, reafirmando su papel como una universidad pública comprometida con el conocimiento, la equidad y el servicio a la sociedad.

 

Texto: Yadira Fontes G.
Imágenes: DCS-UNACH

La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) ha iniciado un proyecto histórico de restauración y conservación bibliográfica, luego de que el huracán “Víctor”, registrado en 2023, ocasionara severos daños al 35% del acervo de la Biblioteca Central “Carlos Maciel Espinosa”, uno de los patrimonios culturales y académicos más relevantes del sureste mexicano.

 

En respuesta a esta contingencia sin precedentes, la Universidad ha emprendido una estrategia técnica y académica sin igual, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para garantizar la recuperación integral del acervo afectado, estimado en 24 mil 500 volúmenes. Esta alianza interinstitucional representa una acción de vanguardia en materia de conservación documental en la región, con estándares internacionales y tecnología de última generación.

 

Durante los 18 meses en que se suspendieron los servicios presenciales en la Biblioteca Central, la UNACH implementó un programa emergente de digitalización, a fin de mantener el acceso al conocimiento para la comunidad universitaria. Actualmente, con una inversión superior a los 3.8 millones de pesos, se ha dado inicio a la restauración de 2 mil volúmenes prioritarios, entre los que destacan obras fundacionales publicadas entre 1940 y 1960, así como el emblemático “Herbario Chiapaneco” de 1897, considerado pieza única y de alto valor histórico para la ciencia en México.

 

El rector de la UNACH, Dr. Oswaldo Chacón Rojas, subrayó la dimensión simbólica del proyecto:

 

“Estamos salvando la memoria académica de Chiapas. Cada libro restaurado es un triunfo contra el olvido y una garantía para las futuras generaciones.”

 

Por su parte, el Mtro. Ricardo Paquini Vega, especialista en conservación documental de la UNAM, señaló que esta colaboración marca un precedente técnico para la región:

 

“Establecemos nuevos estándares de conservación para el sureste, combinando tecnología de vanguardia con protocolos internacionales.”

 

La restauración comprende la instalación de un sistema especializado de climatización para el resguardo de fondos documentales, cámaras de desinfección por ozonización, así como técnicas de secado criogénico, diseñadas para preservar la integridad de materiales históricos que, por su antigüedad y fragilidad, requieren procesos minuciosos y altamente controlados.

 

Como resultado tangible de este proceso, se proyecta la reapertura del Área de Consulta General para marzo de 2025, mientras que el Fondo Histórico completará su rehabilitación para el año 2026, consolidando este esfuerzo como una victoria institucional de largo aliento, que protege no solo libros, sino también la herencia intelectual, científica y cultural de Chiapas.

 

Con este proyecto, la Universidad Autónoma de Chiapas reafirma su compromiso con la preservación de la memoria universitaria, la responsabilidad patrimonial y el acceso equitativo al conocimiento, respondiendo con dignidad y visión de futuro a los retos que impone el cambio climático en la infraestructura educativa del país.

“Por la conciencia de la necesidad de servir.”

 

Texto: Claudia I. Gonzalez Farrera 

Compromiso, talento y rigor científico. Con estas tres cualidades como estandarte, un grupo de estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Campus II, puso en alto el nombre de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) en dos eventos de gran prestigio: el 4° Congreso Médico Veterinario de Pequeñas Especies (COMVET 2025) en Guadalajara y el Congreso Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

 

Del 15 al 17 de marzo, en el reconocido centro Expo Guadalajara, se congregaron los más destacados expertos nacionales e internacionales del sector veterinario para debatir los temas más actuales en el tratamiento de animales de compañía. Allí, un equipo de estudiantes y docentes de la UNACH no solo participó: triunfó.

 

El primer lugar en COMVET 2025 fue para nuestras alumnas Danika Jokebeth Zavaleta Mundo, Alondra García Morales, Azul Montserrat Ochoa Araujo, Diana Belén Ruiz Cordero y Fernanda Verde León, quienes presentaron el proyecto titulado:
"Presencia de agentes patógenos en bebederos comunitarios para perros y gatos en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas".

 

Producto de su Proyecto de Investigación Integrador, esta investigación se desarrolló bajo la asesoría del Dr. Jorge Vázquez Bucheli y fue reconocida no solo por su solidez metodológica, sino por su impacto directo en la salud pública y el bienestar animal. Un ejemplo contundente de cómo la ciencia local puede generar soluciones globales.

 

A este logro se suma el triunfo de otro grupo de estudiantes en el Congreso Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, donde obtuvieron el primer lugar con un proyecto enfocado en bienestar animal y sostenibilidad pecuaria. Este reconocimiento no es casualidad, sino reflejo de la excelencia formativa que la UNACH promueve en todos sus programas.

 

“Este logro es un reflejo del trabajo conjunto entre estudiantes y docentes, y nos motiva a seguir fortaleciendo la calidad académica en nuestra Facultad”, expresó el Dr. Hernán Mandujano Camacho, Director de la FMVZ, Campus II.

 

Más allá del triunfo, estos eventos representaron una plataforma de crecimiento académico y profesional, donde nuestras y nuestros estudiantes tuvieron la oportunidad de establecer redes, aprender de especialistas de renombre y proyectar sus investigaciones al mundo. La UNACH, a través de su comunidad veterinaria, está marcando huella en los escenarios más exigentes del país.

 

Estos éxitos confirman el compromiso institucional con la formación de profesionistas íntegros, capaces de generar conocimiento útil y transformar positivamente su entorno. La UNACH no forma únicamente veterinarios: forma líderes con vocación científica, sentido social y ética profesional.

 

La comunidad universitaria celebra estos logros con orgullo y gratitud, reconociendo que detrás de cada premio hay horas de estudio, acompañamiento docente, trabajo en equipo y una convicción firme: servir a Chiapas y al mundo desde la ciencia y la educación.

 

 

Texto: Claudia I. González Farrera 

Imágenes : UNACH

¿Estamos listos para construir juntos una universidad más pertinente e incluyente? La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) está en un proceso de transformación académica sin precedentes. Con el liderazgo del rector, Oswaldo Chacón Rojas, se está diseñando un nuevo modelo educativo que busca responder mejor a la realidad del estado, del país y del mundo. Para entender la magnitud de este cambio, conversamos con Catalina López Ordoñez, directora de Formación e Investigación Educativa, quien explicó la importancia de este nuevo modelo y el impacto que tendrá en la comunidad universitaria.

 

A veces damos por hecho que la educación superior debe seguir ciertos moldes preestablecidos, sin detenernos a cuestionar si esos modelos realmente responden a las necesidades de nuestros estudiantes y su contexto. La doctora López Ordoñez señala que el modelo educativo es la base teórica epistemológica que orienta la enseñanza en la universidad. En este caso, se fundamenta en una perspectiva humanista, una corriente que propone una educación que reconozca el conocimiento local y valore las realidades específicas del territorio. Es un cambio profundo: dejar de ver la educación como una copia de sistemas importados y comenzar a construir un modelo propio, alineado con nuestra identidad y necesidades.

 

Este nuevo modelo tiene varios objetivos esenciales. Uno de ellos es reconocer la importancia del territorio y formar estudiantes que puedan responder a las problemáticas locales con soluciones reales. Durante muchos años, la educación superior en Chiapas ha seguido esquemas ajenos a su realidad, dejando de lado las particularidades de la región. Ahora se busca que la universidad forme profesionales que comprendan y transformen su entorno.

 

Otro aspecto clave de este modelo es ampliar la visión de los estudiantes y ayudarles a entender que problemas como la pobreza, el deterioro ambiental, la interculturalidad y la salud mental no son exclusivos de Chiapas, sino que forman parte de un contexto global. La intención es que los universitarios no solo analicen estas situaciones, sino que también aporten soluciones desde distintas disciplinas y con una mirada intercultural. En este sentido, la educación deja de ser solo un medio para obtener un título y se convierte en una herramienta para transformar la realidad.

 

Pero transformar la universidad también implica cuestionarnos qué tipo de educación estamos ofreciendo, para quién y con qué propósito. No se trata sólo de cambios en los planes de estudio, sino de una renovación profunda en la manera de pensar la educación. Por ello, es fundamental que toda la comunidad universitaria participe en este proceso: estudiantes, docentes, administrativos y hasta los empleadores. Es un proyecto que busca ser inclusivo y responder a las necesidades reales de la sociedad.

Para garantizar que esta transformación sea efectiva, la UNACH ha desarrollado un proceso metodológico en varias etapas. Primero, se establecieron grupos de trabajo con docentes e investigadores interesados en contribuir al diseño del modelo. Luego, se realizaron visitas a diversas facultades y unidades académicas en todo el estado, permitiendo que cada región aporte su perspectiva. Ahora, se está preparando un proceso de consulta más amplio, en el que se escuchará a estudiantes, padres de familia, egresados y empleadores. La doctora López Ordoñez enfatiza que es crucial conocer qué está pasando con los egresados: ¿logran insertarse en el mercado laboral?, ¿deben migrar para encontrar oportunidades? Estas preguntas ayudarán a orientar la construcción del nuevo modelo educativo.

 

El resultado de este esfuerzo será un modelo académico más flexible y pertinente. Se sentarán las bases para programas de estudio más accesibles y dinámicos, alineados con las necesidades del mundo laboral sin comprometer la calidad académica. Se propone la flexibilidad de los programas los cuales se podrán ver reflejados en enfoques pedagógicos innovadores, como programas modulares, aprendizaje por proyectos y educación dual. Además, se integrarán de manera transversal temas esenciales como la equidad de género, la interculturalidad, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo tecnológico. En particular, el uso de la inteligencia artificial será un aspecto clave: más allá de comprender su funcionamiento, es necesario reflexionar sobre su impacto y el uso ético que se le dará en la educación y en la vida profesional.

 

Para acompañar estos cambios, los docentes recibirán formación específica en el nuevo modelo educativo. Durante el próximo verano se ofrecerán cursos que les permitirán familiarizarse con las nuevas metodologías y enfoques. Además, antes de su implementación oficial en agosto de 2025, el modelo será evaluado por diversas instancias, incluyendo el Consejo Universitario de la UNACH, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL).

 

Este nuevo modelo educativo representa mucho más que una reforma académica; es un compromiso con una universidad más humana, más cercana a su comunidad y a su realidad. No se trata solo de ajustar planes de estudio, sino de cambiar la manera en que concebimos la educación superior. Será un proceso largo y gradual, pero lo importante es que la UNACH ya ha dado el primer paso. Ahora, la pregunta es: ¿Estamos listos para ser parte de este cambio?

 

TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada

En un esfuerzo por fortalecer la protección y asistencia a las personas refugiadas en México, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) inauguraron la Cátedra Sergio Vieira de Mello, una iniciativa que busca consolidar la vinculación entre la academia y la defensa de los derechos humanos de quienes han sido desplazados forzosamente de sus países.

 

La Cátedra Sergio Vieira de Mello, impulsada por ACNUR en diversas instituciones de educación superior a nivel mundial, tiene el propósito de generar espacios de formación, investigación y acción en favor de la población refugiada. La UNACH, con su ubicación estratégica en Chiapas, una de las principales puertas de entrada a México para personas en contexto de movilidad, asume un papel clave en este esfuerzo. Desde la academia, se fortalecerán estrategias para la asistencia legal, la atención médica, la integración social y el reconocimiento de los derechos fundamentales de esta población.

 

Chiapas ha sido históricamente un territorio de tránsito y asentamiento para migrantes y refugiados. En los últimos años, el número de personas que solicitan protección internacional en México ha crecido exponencialmente, y con ello, la necesidad de diseñar políticas públicas e iniciativas académicas que contribuyan a su integración. La UNACH ha trabajado en investigaciones, programas de apoyo comunitario y convenios interinstitucionales que abordan las dinámicas migratorias, lo que la convierte en una aliada estratégica para ACNUR.

 

Uno de los principales objetivos de la cátedra es la creación de clínicas jurídicas y brigadas de salud, a través de las cuales la comunidad universitaria podrá brindar asesoría legal, acompañamiento psicológico y asistencia médica a personas refugiadas y solicitantes de asilo. Estas acciones permitirán no solo apoyar directamente a quienes lo necesiten, sino también proporcionar formación práctica y sensibilización a estudiantes y docentes sobre las problemáticas que enfrenta esta población.

 

El evento inaugural contó con la participación de autoridades de la UNACH, ACNUR, el Congreso Local y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), quienes destacaron la importancia de fortalecer el vínculo entre la educación superior y los esfuerzos globales en materia de protección humanitaria. La UNACH se suma así a una red internacional de universidades comprometidas con la generación de conocimiento y la promoción de políticas inclusivas en favor de las personas refugiadas.

 

La figura de Sergio Vieira de Mello, diplomático brasileño que dedicó su vida a la promoción de la paz y la defensa de los derechos humanos, representa el espíritu de esta cátedra. A través de esta iniciativa, la UNACH reafirma su compromiso con la construcción de una sociedad más equitativa, donde la educación y la solidaridad sean herramientas clave para transformar vidas y abrir nuevas oportunidades a quienes buscan un nuevo comienzo lejos de su país de origen.

 

Texto: Yadira Fontes García

Imágenes: DCS-UNACH

La Universidad Autónoma de Chiapas reconoce con profundo orgullo la trayectoria y aportaciones de la Dra. María de Lourdes Gutiérrez Aceves, investigadora de la Facultad de Lenguas de nuestra casa y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI Nivel I), quien se ha consolidado como una voz imprescindible en la construcción de entornos educativos verdaderamente inclusivos en México.

 

Durante su participación en el programa institucional Investigación con Sello UNACH, la Dra. Gutiérrez compartió hallazgos que interpelan de manera directa a la comunidad educativa: aunque el 100% del profesorado en Chiapas se declara comprometido con la inclusión, subsisten importantes retos en la atención de estudiantes con autismo, TDAH, dislexia y otras diversidades funcionales.

 

“La inclusión no puede quedarse en el terreno de las buenas intenciones; requiere herramientas pedagógicas concretas, sistemáticas y sensibles”, subrayó con firmeza.

 

Su trabajo ha trascendido las aulas y los marcos institucionales. Uno de sus logros más significativos es el Programa Institucional de Educación Inclusiva diseñado para la Universidad de Quintana Roo, un proyecto que posiciona a la UNACH como referente nacional. Además, desde las Unidades de Vinculación Docente, ha formado a múltiples generaciones de profesores, quienes hoy desarrollan materiales didácticos innovadores que permiten transformar la teoría de la inclusión en una realidad cotidiana.

 

Las investigaciones de la Dra. Gutiérrez, publicadas en revistas especializadas como Lenguas en Contexto y Mesoamericana, son lectura obligada para quienes trabajan en la frontera entre la docencia y la equidad educativa. En sus textos, advierte sobre los desafíos que traerá consigo la implementación del Programa Rechazo Cero, señalando que:

“La mayor barrera no es económica ni tecnológica: es actitudinal. Si no cambiamos la forma en que vemos la diferencia, no cambiaremos nada.”

 

Con una mirada crítica y una convicción ética, la Dra. Gutiérrez ha recordado que “incluir no es un adjetivo, es un verbo que exige acción constante”. Su paso por la UNACH no solo deja huella académica, sino una semilla de transformación para los sistemas educativos del sur del país y más allá. Su labor, generosa y firme, inspira a docentes de todo México a comprender que la verdadera excelencia educativa se mide en la capacidad de hacer espacio para todos.

 

La comunidad interesada en conocer más sobre sus investigaciones puede acudir a la Facultad de Lenguas de la UNACH o consultar sus publicaciones disponibles en repositorios especializados.

 

"En la UNACH, la inclusión no es una meta futura: es un presente que construimos todos los días."

 

Texto: Claudia I. González Farrera

Imagen: UNACH

En el marco de la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) en Tuxtla Gutiérrez, el Gobernador del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, destacó un momento significativo en la historia de nuestra institución: la reforma constitucional que integró a la UNACH formalmente en la estructura orgánica del poder público del estado, asegurando su solidez y permanencia dentro del marco legal de Chiapas.

 

Con la mirada puesta en el futuro y en el fortalecimiento continuo de la UNACH, el Gobernador propuso al presidente del Congreso del Estado, Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, que la universidad sea distinguida con el título de "Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas". Esta distinción busca reconocer la invaluable contribución de la UNACH a la educación y al desarrollo del estado, resaltando su compromiso con la formación de profesionales y ciudadanos que transforman positivamente su entorno.

 

El título de "Benemérita" es un reconocimiento honorífico otorgado a instituciones que han prestado servicios eminentes a la sociedad. En México, algunas universidades que ostentan este título son la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Este reconocimiento no solo enaltece el prestigio de la institución, sino que también refuerza su compromiso con la sociedad y su papel en el desarrollo educativo y cultural de la región.

 

Además del reconocimiento simbólico, el título de benemérita fortalece la identidad institucional y el prestigio académico de estas universidades, lo que facilita la vinculación con otras instituciones nacionales e internacionales, abre oportunidades de cooperación interinstitucional, y respalda su legitimidad en la gestión de recursos y programas educativos. En contextos de evaluación y financiamiento, esta distinción puede ser un factor relevante para obtener apoyos extraordinarios o ampliar su influencia en políticas públicas de educación superior, consolidándolas como referentes del quehacer universitario en México.

 

La comunidad universitaria y la sociedad chiapaneca en general expresan su respaldo a esta iniciativa, considerando que la UNACH ha sido un pilar fundamental en la formación de profesionales comprometidos con el progreso de la entidad. Otorgar el título de "Benemérita" a la UNACH sería un justo reconocimiento a su trayectoria y aportaciones, además de fortalecer su identidad y prestigio a nivel nacional e internacional.

 

Esta iniciativa no solo reconoce el legado y la contribución de la UNACH, sino que también refuerza el compromiso de las autoridades con una educación superior de vanguardia. Al impulsar su crecimiento y prestigio, se fortalece su papel como un pilar clave en el desarrollo académico.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi

imagen: UNACH

 

Por primera vez en la historia de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), una mujer ocupó la cátedra en la emblemática silla magna de madera, un espacio que hasta ahora había sido exclusivamente masculino. María del Carmen Alanís, consultora internacional en materia de derechos de las mujeres y democracia, impartió una conferencia sobre los derechos de las mujeres en la Constitución, destacando los avances y desafíos que persisten en la sociedad.

 

Este momento histórico se dio en el marco de la Cátedra “La Constitución y los derechos de las mujeres en México”, presentada en el Campus III de San Cristóbal de Las Casas. Donde Alanís Figueroa enfatizó que el avance en los derechos de las mujeres ha sido producto del esfuerzo de aquellas que denunciaron, se organizaron y visibilizaron la violencia de género. Gracias a ellas, se han logrado transformaciones jurisdiccionales y legales que han abierto espacios a otras mujeres.

 

Durante su intervención, Alanís enfatizó la brecha entre el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres y su aplicación en la vida cotidiana. Aunque México ha sido pionero en legislar sobre igualdad de género y derechos de las mujeres, en la realidad aún existen prácticas que obstaculizan su participación plena en la política y en la toma de decisiones. Uno de los ejemplos más notorios es la persistencia de la "pareja presidencial" en las alcaldías, donde las mujeres electas frecuentemente ven su autoridad desplazada por sus esposos o familiares.

 

En la lucha por la equidad Chiapas ha sido un estado que ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, especialmente en el ámbito de los sistemas normativos internos de las comunidades indígenas. Sin embargo, Alanís señaló que la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave en todo el país, y que el acceso a la justicia para las víctimas de violencia de género aún es insuficiente. La consultora destacó que es necesario fortalecer las instituciones encargadas de garantizar los derechos de las mujeres y fomentar un modelo de justicia que realmente proteja y repare los daños causados.

 

Alanís Figueroa subrayó la importancia de que las mujeres no solo participen en las elecciones, sino que también busquen espacios de toma de decisiones en los ámbitos académico, político y social. "Si nosotros no ejercemos ese derecho de votar, entonces se lo estamos dejando a otras personas, normalmente a otros hombres", afirmó. El derecho al voto no fue un regalo, sino una conquista histórica que ha costado décadas de lucha. 

 

El panorama electoral actual presenta nuevos desafíos, especialmente con la reforma judicial en marcha. La experta criticó la forma en que se han afectado las carreras de muchas mujeres en el Poder Judicial, ya que sus trayectorias han sido desechadas sin considerar sus años de esfuerzo y experiencia. A su juicio, el objetivo de la paridad de género no es desplazar a los hombres, sino garantizar que mujeres y hombres compitan en igualdad de condiciones.

 

Con esta conferencia se dejó claro que, aunque existen avances legislativos importantes, la verdadera igualdad sólo será alcanzada cuando las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos sin miedo ni obstáculos, La UNACH, como formadora de nuevas generaciones de profesionales del derecho, tiene una responsabilidad clave en la promoción y defensa de estos valores.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada

Fotos: Luis Fabian Marín





En un contexto donde las desigualdades y las violencias estructurales siguen marcando la vida de millones de personas, la academia enfrenta un dilema ineludible: ¿es posible mantener una postura neutral ante las injusticias sociales? Para la Dra. Aída Hernández Castillo, profesora investigadora titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la respuesta es clara: el conocimiento debe ser una herramienta de transformación.

 

Bajo esta premisa, la Facultad de Ciencias Sociales de San Cristóbal de Las Casas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) se convirtió en el escenario de una profunda reflexión sobre el papel de la antropología feminista en la construcción de sociedades más justas. Durante la conferencia magistral Antropología feminista e investigación activista, la Dra. Hernández Castillo no solo compartió su experiencia de más de cuatro décadas en la intersección entre academia y activismo, sino que también hizo un llamado a las universidades, en particular a la UNACH, a asumir un papel más comprometido con la realidad social.

 

Para la investigadora, la antropología feminista no es solo un marco teórico, sino una propuesta metodológica, ética y política que desafía las estructuras de poder y busca incidir en la vida de las comunidades. Su intervención fue contundente: la academia no puede seguir siendo un espacio de producción de conocimiento descontextualizado, alejado de las problemáticas que afectan a los sectores más vulnerables. En este sentido, urge un replanteamiento profundo de la educación superior, donde la enseñanza y la investigación sean entendidas como un acto de compromiso con la justicia social.

 

Uno de los ejes centrales de su ponencia fue la necesidad de descolonizar los planes de estudio. La Dra. Hernández Castillo subrayó que las universidades mexicanas continúan dependiendo de teorías y enfoques desarrollados en el norte global, sin reconocer el valor del conocimiento producido por comunidades indígenas y sectores históricamente marginados. Incorporar estas perspectivas no solo enriquecería la formación de los estudiantes, sino que también contribuiría a la construcción de una academia más inclusiva y pertinente para la realidad latinoamericana.

 

El compromiso universitario, sin embargo, no puede limitarse a cambios curriculares. La investigadora enfatizó la importancia de que las instituciones de educación superior asuman un rol activo en la defensa de los derechos humanos. En este sentido, recordó el papel que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desempeñado en el acompañamiento de casos de feminicidio y violencia de género, no solo desde el ámbito legal, sino también mediante pronunciamientos públicos y acciones institucionales concretas. Su mensaje para la UNACH fue claro: es momento de que la universidad asuma su responsabilidad en la protección de su comunidad y en la generación de estrategias efectivas contra la violencia.

 

Más allá de un ejercicio académico, la conferencia de la Dra. Hernández Castillo representó un llamado urgente a repensar el papel de la universidad en la sociedad. En tiempos de crisis, la academia no puede ser un espacio de mera observación; debe ser un agente de cambio, un puente entre el conocimiento y la acción, un territorio donde la justicia y la equidad sean principios fundamentales. La UNACH tiene la oportunidad de consolidarse como una universidad comprometida con la transformación social. Para ello, es necesario que sus docentes, estudiantes e investigadores asuman el reto de construir un conocimiento que no solo explique la realidad, sino que también ayude a transformarla.

 

TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada
FOTOS: Luis Fabián Marín Madrigal

 

Con la convicción de que el liderazgo femenino transforma comunidades y fortalece instituciones, la nuestra universidad en marco a las conmemoraciones del mes de marzo puso en marcha el Taller de Acompañamiento para Mujeres Líderes Universitarias en el Sur de México, una iniciativa orientada a fortalecer las habilidades de liderazgo de docentes y administrativas que fungen como mentoras dentro de la universidad.

 

Coordinado por las profesoras investigadoras Ivonne Álvarez y Julieta Grajales, este programa reúne a 32 mentoras que desempeñan un papel clave en el acompañamiento académico y profesional de mujeres universitarias en áreas de STE+AM y Humanidades, incluyendo a estudiantes provenientes de comunidades indígenas. La propuesta toma como base la experiencia del proyecto "Mentoría en Acción", desarrollado en el marco del programa Mentoras en Ciencias para la Educación Superior, con financiamiento del British Council México 2023-2024.

 

El objetivo central de este taller es potenciar las capacidades de liderazgo de las participantes, proporcionándoles herramientas para guiar, inspirar y acompañar a nuevas generaciones de universitarias en su trayectoria académica y profesional. Más allá de la instrucción técnica, el programa busca consolidar una red de apoyo entre mujeres, donde la mentoría se convierta en un espacio de crecimiento mutuo y de impulso para el desarrollo profesional en un contexto marcado por desigualdades estructurales.

 

Un aspecto fundamental de esta iniciativa es su enfoque inclusivo, que considera las realidades específicas de las mujeres indígenas dentro de la educación superior. En este sentido, el taller se articula con estrategias que visibilizan y fortalecen la participación de estas estudiantes, promoviendo su acceso a oportunidades de formación y desarrollo profesional en igualdad de condiciones.

 

A lo largo del taller, las participantes abordarán estrategias de mentoría, liderazgo con perspectiva de género y desarrollo de habilidades interpersonales, con la intención de generar modelos de acompañamiento que puedan replicarse en distintas unidades académicas. Además, se fomentará la reflexión en torno a los desafíos que enfrentan las mujeres en la educación superior y en el ámbito profesional, proponiendo soluciones que reduzcan brechas de género y propicien entornos universitarios más equitativos.

 

El impacto de este programa trasciende las aulas, ya que contribuye al fortalecimiento de una comunidad universitaria más inclusiva, donde las mujeres puedan acceder, permanecer y destacar en sus áreas de estudio y trabajo. La mentoría no solo proporciona herramientas académicas y profesionales, sino que también refuerza la confianza y la autonomía de las estudiantes, permitiéndoles enfrentar con mayor seguridad los retos de su formación y su futura inserción laboral.

 

Con este esfuerzo, la UNACH reafirma su compromiso con la equidad de género, consolidando su papel como una institución promotora del liderazgo femenino en la educación superior. A través de iniciativas como esta, la universidad avanza en la construcción de un modelo educativo más inclusivo, solidario y equitativo, donde las mujeres tengan un papel central en la producción del conocimiento y en la transformación social.

 

Texto: Yadira Fontes García

Imágen: UNACH