El año 2024 ha sido un periodo de intensa actividad deportiva para nuestra universidad, destacándose por promover una formación integral entre las y los estudiantes y fortalecer su estructura deportiva. Las diversas iniciativas emprendidas no sólo han impactado positivamente en la comunidad universitaria, sino que también han contribuido al desarrollo del talento estudiantil.
Desde los primeros meses del año, se llevaron a cabo campamentos deportivos dirigidos a los selectivos universitarios como preparación para la Universiada Estatal 2024. Estas actividades no solo potencian las habilidades de las y los atletas, sino que también consolidaron los equipos que representaron a nuestra institución en competencias de alto nivel. De igual forma, en enero y febrero, el Unach Fest 2024 reunió a más de 400 estudiantes, quienes participaron en distintas disciplinas deportivas, demostrando un creciente interés de la comunidad por el deporte.
En septiembre, el Torneo Inter-Áreas 2024 marcó un momento destacado al convocar a 1,202 estudiantes organizados en 100 equipos. Esta competencia incluyó disciplinas como fútbol, baloncesto, voleibol y natación. Más allá del ámbito competitivo, el evento se convirtió en un espacio para la detección de nuevos talentos, la promoción del trabajo en equipo y el fortalecimiento del sentido de identidad universitaria.
Los logros obtenidos en competencias estatales y nacionales son reflejo del esfuerzo y compromiso de nuestras y nuestros deportistas. En la Universiada Estatal 2024, realizada en Tuxtla Gutiérrez, participaron 223 estudiantes en 14 disciplinas, de los cuales 127 clasificaron a la etapa regional en Cancún, Quintana Roo. A nivel nacional, la universidad brilló en la Universiada Nacional 2024 al obtener dos medallas de bronce en levantamiento de pesas gracias a Xilare de Jesús Fuentes Zavala. Estos resultados posicionaron a nuestra institución en el lugar 73 en medallas y 55 en puntos entre 296 universidades, un logro significativo que confirma la calidad y la dedicación de nuestras y nuestros atletas.
Además de estas competencias, se organizaron eventos de gran impacto como la Carrera con Causa UNACH 2024, que recaudó fondos para becas estudiantiles, y el Torneo Inter-Campus 2024, que fortalece la convivencia entre los distintos campus universitarios. Estas actividades no solo fomentan valores como la solidaridad, el respeto y el trabajo en equipo, sino que también refuerzan los lazos dentro de la comunidad universitaria.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados, la universidad enfrenta retos significativos en materia de infraestructura y presupuesto deportivo. En comparación con instituciones como la UNAM o la UANL, que disponen de mayores recursos, nuestra universidad realiza un esfuerzo constante para responder a las crecientes demandas en este ámbito. Este desafío nos recuerda que, aunque se han alcanzado metas importantes, aún hay un largo camino por recorrer para consolidarnos como una de las principales instituciones deportivas del país.
El deporte universitario no solo fortalece la formación integral de las y los estudiantes, sino que también refuerza la identidad institucional y el sentido de pertenencia. Cada torneo, medalla y evento representan pasos hacia la construcción de una comunidad universitaria más unida y comprometida. Frente a las adversidades, el esfuerzo colectivo nos invita a mirar el futuro con optimismo, confiando en que los próximos años traerán nuevos retos y mayores logros para el deporte en nuestra universidad.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada Imágenes: SIRESU UNACH
El pasado 7 de noviembre, nuestra universidad se convirtió en el espacio para la reflexión y el análisis crítico al presentar dos investigaciones que examinan los desafíos más urgentes que enfrenta la democracia mexicana. Con enfoques complementarios, ambas investigaciones ponen sobre la mesa problemáticas que amenazan las bases democráticas del país: la violencia política en razón de género y la polarización electoral.
Por un lado, el estudio “Evolución de la violencia política en razón de género en la región Sur-Sureste”, liderado por el Dr. Omar David Jiménez Ojeda, expone una realidad alarmante: en estados como Chiapas, Campeche y Tabasco, las mujeres no solo enfrentan barreras estructurales para participar en la política, sino también agresiones directas que buscan silenciarlas. Este tipo de violencia refleja patrones culturales profundamente arraigados que no solo vulneran derechos humanos fundamentales, sino que también debilitan la construcción de una democracia inclusiva y representativa.
El estudio emplea una metodología integral que incluye análisis legislativo, histórico y empírico, así como entrevistas y el monitoreo de casos en medios. También examina cómo la diversidad cultural y las dinámicas locales de poder en la región Sur-Sureste intensifican los desafíos para las mujeres en el ámbito político. Más allá de visibilizar el problema, este trabajo ofrece propuestas concretas, como reformas legales y políticas públicas destinadas a garantizar los derechos político-electorales de las mujeres, sentando las bases para una democracia más equitativa.
Por otro lado, el profesor Nicolás Loza Otero, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), presentó el estudio “Integridad, violencia y polarización en las elecciones subnacionales mexicanas de 2024”. Este análisis aborda cómo la polarización política, sumada a la violencia y la desconfianza en los procesos electorales, pone en riesgo no solo la legitimidad de las elecciones locales, sino también la confianza ciudadana en el sistema democrático. La investigación plantea que comprender estos fenómenos desde una perspectiva académica es clave para diseñar estrategias que mitiguen sus efectos y fortalezcan las instituciones electorales y democráticas del país.
Ambos trabajos convergen en un llamado urgente: garantizar espacios seguros para la participación política de las mujeres y procesos electorales confiables no es solo un reto, sino una necesidad para evitar que la democracia se quede atrapada en una fragilidad perpetua. Este recordatorio resalta que la democracia no es un estado fijo, sino una construcción constante que demanda el compromiso activo de todas y todos.
En el marco de su 50 aniversario, nuestra universidad reafirma su compromiso con el pensamiento crítico y la búsqueda de soluciones a los problemas sociales más apremiantes. No obstante, los planteamientos expuestos no deben quedarse únicamente en el ámbito académico. Es esencial que se traduzcan en acciones concretas que involucren a las autoridades, partidos políticos y sociedad civil para construir un sistema político más justo, inclusivo y participativo.
La violencia política de género y la polarización electoral son síntomas de un sistema que requiere transformaciones profundas. Enfrentarlos es una responsabilidad colectiva, porque una democracia sólida no se hereda: se construye día a día, con justicia, equidad y la participación activa de todas las personas comprometidas con el cambio.
Texto: Maria del Carmen Nucamendi Estrada Imágenes: DCS/UNACH
El Programa de Profesional Superior Universitario (PSU) se ha convertido en un puente transformador que acerca la educación superior a quienes más la necesitan. Este modelo inclusivo y flexible, orientado a la justicia social, ofrece una oportunidad única para las personas que enfrentan barreras económicas, sociales y culturales, brindándoles una alternativa de alta calidad para su profesionalización. Así, nuestra universidad reafirma su compromiso con la equidad y el desarrollo.
El pasado 8 de noviembre de 2024 representó un antes y un después con la graduación de las primeras dos generaciones del PSU. Este evento reunió a 132 egresadas y egresados provenientes de 30 municipios de Chiapas, 15 estados de México y Guatemala. Entre las y los graduados, destacaron estudiantes de áreas como Justicia Social, Infraestructura y Desarrollo Comunitario, y Bienestar Humano y Comunitario, quienes ahora están preparadas y preparados para convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
El impacto del PSU trasciende lo académico: se posiciona como un instrumento para la transformación social en Chiapas. Las y los egresados no solo adquieren conocimientos técnicos y profesionales, sino también herramientas prácticas para fortalecer sus entornos locales, generar empleo y contribuir al desarrollo sustentable de las regiones más vulnerables. Este modelo de educación inclusiva no solo amplía oportunidades individuales, sino que también fortalece el tejido social de las comunidades, consolidando a nuestra institución como un motor de esperanza y cambio en contextos desafiantes.
Con siete programas académicos que abarcan áreas como: Acuicultura, Biotecnología y Desarrollo Socioeconómico, el PSU demuestra que la educación es un motor fundamental para el progreso social. Este modelo coordinado por la Secretaría para la Inclusión Social y diversidad cultural de la UNACH reafirma el compromiso institucional con la construcción de un Chiapas más equitativo y próspero, ofreciendo programas diseñados para adaptarse a las necesidades específicas de las y los participantes.
Los planes de estudio del PSU incorporan saberes locales y promueven competencias tecnológicas, éticas y sociales, abarcando áreas como Acuicultura, Infraestructura y Desarrollo Comunitario, Agropecuario y Forestal, Biotecnología y Alimentos, Justicia Social, Desarrollo Socioeconómico y Bienestar Humano y Comunitario. Esta flexibilidad permite a las y los estudiantes obtener certificaciones técnicas y profesionales que mejoran su empleabilidad y contribuyen directamente al fortalecimiento comunitario y la justicia social.
Con iniciativas como el PSU, nuestra universidad no solo amplía horizontes académicos, sino que también transforma vidas, dejando una huella imborrable en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada. Imágenes: SISYDIC UNACH
Con un enfoque en las complejidades y desafíos que enfrenta la sociedad contemporánea, nuestra universidad organizó el Quinto Congreso Internacional de Ciencias Sociales mismo que tuvo sede en la Facultad de Ciencias Sociales C-III de San Cristóbal de las Casas, un evento que congregó a académicas, académicos, estudiantes e investigadores para debatir y generar propuestas innovadoras ante problemáticas globales y locales.
En la ceremonia inaugural, se destacó el valor de este tipo de espacios para promover el diálogo crítico y la construcción de soluciones frente a temas como la desigualdad, el cambio climático y la pobreza. Subrayó la importancia de la innovación y la colaboración interdisciplinaria como herramientas clave para abordar las demandas de un mundo en constante transformación.
Durante tres días, las y los asistentes participaron en un dinámico programa que incluyó conferencias magistrales, presentaciones de ponencias, paneles de discusión y talleres. Las temáticas abordadas abarcaron desde antropología y sociología hasta economía y política, reflejando la diversidad y riqueza del campo de las ciencias sociales.
Además de las actividades académicas, el congreso ofreció una exposición artesanal y la presentación de diversas publicaciones, fortaleciendo el vínculo entre la investigación, la cultura y la comunidad. Estas iniciativas buscaron no solo enriquecer la experiencia de las y los asistentes, sino también destacar la relevancia del patrimonio cultural en el análisis social.
Orlando Uriel Bravo Argüello, director de la Facultad de Ciencias Sociales, destacó el trabajo conjunto de toda la comunidad de la facultad para hacer posible un evento de esta magnitud. “Este congreso representa el compromiso de nuestra facultad con la excelencia académica y la búsqueda de soluciones integrales para los problemas sociales de nuestro tiempo”, señaló.
El Quinto Congreso Internacional de Ciencias Sociales consolidó una vez más a nuestra universidad como un espacio de análisis crítico, intercambio de ideas y generación de conocimiento. Este evento no solo permitió reflexionar sobre las nuevas realidades sociales, sino que también reafirmó la misión de formar profesionales comprometidos y críticos, capaces de contribuir al desarrollo de una sociedad más justa e inclusiva.
Texto: Yadira Fontes García Imágenes: DCS UNACH
Con un destacado despliegue académico y científico, la Facultad de Ciencias Químicas del Campus IV de nuestra universidad organizó el 17º Congreso Internacional de Químicos Farmacobiólogos y las XXXII Jornadas Científicas. Este evento, celebrado en Tapachula, reunió a estudiantes, docentes y profesionales del sector, consolidándose como un espacio de referencia en salud y ciencias químicas.
En la ceremonia inaugural, el director de la Facultad, Miguel Canseco Ávila, subrayó la relevancia del congreso como un puente entre la comunidad universitaria y destacados investigadores nacionales e internacionales. "Estos encuentros fortalecen la formación profesional de nuestras y nuestros estudiantes, quienes pueden aprender directamente de especialistas reconocidos. La colaboración es clave para su desarrollo académico y profesional", afirmó.
El congreso reunió a personas expertas de instituciones como la Universidad de Boyacá, Colombia, y la Universidad de Florida, así como de la UNAM y otras universidades de Veracruz y Yucatán, quienes presentaron los avances más recientes en áreas críticas para la salud pública y las ciencias químicas.
Las conferencias magistrales ofrecieron perspectivas innovadoras sobre temas de gran relevancia. Entre las más destacadas estuvieron:
Además, el congreso incluyó talleres prácticos que ampliaron las capacidades técnicas de los participantes, tales como:
El evento también ofreció un espacio para la presentación de carteles científicos, promoviendo la interacción entre investigadoras e investigadores, así como el fortalecimiento de redes académicas que impulsan la investigación y el desarrollo en Chiapas.
Impacto y visión hacia el futuro
El presidente de la Comisión de Vigilancia del SPAUNACH, Carlos García Villagrán, y Alexander López Roblero, presidente del Comité Organizador, enfatizaron la importancia de este tipo de eventos para el posicionamiento de nuestra universidad como un líder en el ámbito científico y educativo.
El éxito de esta edición no solo reafirma el compromiso institucional con la formación de profesionales altamente capacitados, sino que también inspira a una nueva generación de estudiantes y profesionales a contribuir al avance del conocimiento en beneficio de la salud pública y la innovación tecnológica.
Este congreso, más que un evento académico, fue un testimonio del impacto transformador de la ciencia y un recordatorio del papel crucial de la universidad en el desarrollo académico y científico de la región y el país. La Facultad de Ciencias Químicas se posiciona así como un referente de excelencia que impulsa tanto la innovación como la colaboración en el campo de las ciencias químicas y farmacobiólogas.
Texto: Claudia González Farrera. imágenes: Facultad de Ciencias Químicas Campus IV
En una celebración a la danza contemporánea mexicana, la compañía Contradanza presentó el libro conmemorativo "Contradanza, 40 años de representación de cuerpos con voluntad", una obra que captura su legado artístico y cultural a través de cuatro décadas de trayectoria. Cecilia Appleton, directora de la compañía, destacó la importancia de este documento como un homenaje a la evolución de la danza en México y a quienes han formado parte de su historia.
"Este libro ha sido elaborado con mucho cariño, y es un documento invaluable tanto para quienes han seguido nuestro trabajo como para las nuevas generaciones interesadas en la danza contemporánea", afirmó Appleton durante la presentación.
La publicación es resultado de un arduo trabajo de investigación y recopilación, y cuenta con el apoyo de destacados investigadores y artistas. Entre los autores que contribuyen con textos al libro se encuentran Margarita Tortajada, Pierre-Alain Baud y Javier Contreras, además de la propia Cecilia Appleton, quien escribió el prólogo.
En el aspecto visual, reconocidos fotógrafos como Ricardo Ramírez Arreola, Gloria Minauro y Enrique Appleton aportaron imágenes que capturan momentos icónicos de la compañía, consolidando el libro como un valioso registro histórico y artístico.
Contradanza: Un legado de 40 años
Contradanza se ha consolidado como una de las compañías más relevantes de danza contemporánea en México. Con un amplio repertorio que explora temas diversos, ha logrado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Este libro conmemorativo no solo celebra su legado, sino que también refleja el compromiso de la compañía con la danza como una herramienta de expresión cultural y social.
La presentación, que contó con la participación de Sheila Rojas y Estefany Juárez, fue un momento para reflexionar sobre el impacto de Contradanza en el panorama artístico del país y su papel en la evolución de la danza contemporánea.
"Contradanza, 40 años de representación de cuerpos con voluntad" no solo documenta una trayectoria artística excepcional, sino que también se posiciona como un referente para quienes buscan comprender la profundidad y la trascendencia de la danza en la cultura mexicana.
Texto e imágenes: Yadira Fontes García/ Gaceta UNACH
En un contexto mundial donde las desigualdades en el acceso a la salud persisten, Mission: BRAIN (Bridging Resources and Advancing International Neuroscience) emerge como una red internacional dedicada a reducir estas brechas en el ámbito de la neurocirugía y la capacitación médica. Con un enfoque en ofrecer neurocirugías avanzadas y formación de calidad a comunidades vulnerables, esta fundación sin fines de lucro transforma vidas en regiones desatendidas, sin costo alguno.
Una misión global para un desafío urgente
Mission: BRAIN fue concebida como una respuesta directa a la falta de acceso a tratamientos neuroquirúrgicos de calidad en diversas regiones del mundo. Más allá de la atención médica inmediata, la organización se centra en la formación continua de profesionales locales, asegurando que el conocimiento adquirido sea replicado y sostenido a largo plazo. Su modelo se basa en la colaboración, la educación y el impacto social, promoviendo un cambio duradero en las comunidades que más lo necesitan.
Capítulo UNACH: Impacto local con visión global
El Chapter UNACH de Mission: BRAIN representa un ejemplo destacado del potencial transformador de la juventud. Liderado por estudiantes comprometidos de diversas disciplinas, este capítulo ha enfocado su labor en tres áreas fundamentales:
Bajo el liderazgo de Carlos Andrés Aguilar Aguilar como presidente y María Fernanda Rincón Díaz como vicepresidenta, el equipo interdisciplinario ha implementado actividades que no solo educan a la población sobre la salud neurológica, sino que también fomentan un cambio positivo en su calidad de vida.
Un llamado a la acción
Mission: BRAIN y su Chapter UNACH invitan a estudiantes, profesionales de la salud e investigadores a sumarse a esta causa. Desde la capacitación y el voluntariado hasta la difusión del conocimiento en neurociencia, cada contribución es valiosa. "Cada acción cuenta", destacan los líderes del capítulo, subrayando que el esfuerzo colectivo tiene el poder de transformar la vida de quienes más lo necesitan.
Mirando al futuro
Con planes de expandir su red a más universidades y fortalecer sus alianzas con hospitales y profesionales médicos, Mission: BRAIN está construyendo un camino hacia un futuro en el que la neurocirugía avanzada sea accesible para todas las personas, independientemente de su ubicación o recursos. El Chapter UNACH continúa creciendo, integrando a más miembros y reforzando su compromiso con mejorar la salud neurológica en la región.
Una misión que trasciende fronteras
La historia de Mission: BRAIN y el impacto local del Chapter UNACH son testimonios del poder de la colaboración y el compromiso social. A través del esfuerzo conjunto de estudiantes, académicas y académicos, y profesionales de la salud, esta fundación está sembrando las bases para un mundo más equitativo, donde la salud neurológica no sea un privilegio, sino un derecho universal.
La invitación queda abierta para quienes deseen unirse a esta misión de impacto global, una causa que, paso a paso, está transformando vidas y construyendo un cambio real y sostenible en las comunidades más necesitadas.
Texto e imágenes: Claudia González Farrera
Nuestra universidad reafirmó su posición como un referente en la educación superior al culminar con éxito la Conferencia Internacional ANUIES-AMPEI-AMEREIAF 2024, un evento que reunió a más de 400 personas representantes de instituciones educativas provenientes de cuatro continentes. Durante tres días, Chiapas se convirtió en el epicentro de reflexiones y debates sobre los desafíos y oportunidades del sector en un mundo interconectado y globalizado.
Carmen Rodríguez Armenta, encargada del despacho de la Subsecretaría de Educación Superior, resaltó el rol estratégico de las universidades en la transformación social, señalando que la internacionalización es clave para preparar a las y los estudiantes frente a los retos de un mundo cambiante.
La conferencia ofreció un programa amplio y diverso que abordó temas fundamentales para el futuro de la educación superior:
Además de conferencias magistrales, las y los participantes presentaron investigaciones, participaron en talleres interactivos y formaron redes de colaboración internacional que fomentarán el desarrollo conjunto de proyectos académicos y tecnológicos.
La exitosa organización de este evento consolida a nuestra universidad como un modelo de liderazgo académico y organizativo en México y América Latina. Este espacio no solo permitió reflexionar sobre el estado actual de la educación superior, sino que también delineó estrategias para enfrentar los retos futuros con una visión global y comprometida con la justicia social.
Con la clausura de la conferencia, nuestra universidad no solo reafirma su compromiso con la excelencia académica y la innovación, sino que se posiciona como un puente entre instituciones educativas de diversas regiones del mundo. El evento dejó claro que la colaboración internacional es fundamental para construir sistemas educativos más inclusivos, sostenibles y capaces de responder a las necesidades de un planeta interconectado.
Chiapas y nuestra universidad fueron protagonistas de un momento crucial para el sector educativo, demostrando que los esfuerzos locales tienen un impacto global cuando se guían por una visión compartida de progreso y equidad.
Texto e imágenes Yadira Fontes García/Gaceta UNACH
El pasado 14 de noviembre, nuestra universidad celebró con éxito la Feria de la Salud en la Clínica Dr. Manuel Velasco Suárez, ubicada en Tuxtla Gutiérrez. Este evento, abierto al público en general, reunió a decenas de asistentes que aprovecharon servicios médicos de calidad y actividades informativas orientadas a fomentar el bienestar integral y la prevención de enfermedades.
Desde las 08:00 hasta las 13:00 horas, la feria ofreció una variedad de servicios esenciales:
Exploraciones mamarias y ópticas, exámenes fundamentales para la detección temprana de enfermedades además de:
Además, los stands informativos se convirtieron en espacios de orientación y aprendizaje, donde las y los visitantes recibieron asesoría sobre temas clave de salud, subrayando la importancia del autocuidado y la prevención como pilares del bienestar.
La clínica, situada en la Calle Central esquina 11ª Sur, fue el escenario perfecto para este evento, que destacó por la organización y la calidad de los servicios ofrecidos. La entusiasta participación de la comunidad subrayó la relevancia de acercar iniciativas de salud a las personas.
Con esta actividad, nuestra universidad reafirma su compromiso con el bienestar de la sociedad chiapaneca, no solo acercando servicios médicos de calidad, sino también promoviendo una cultura de prevención y autocuidado.
Texto e imágenes Claudia González Farrera
El Servicio Social Comunitario en nuestra universidad trasciende el ámbito académico para convertirse en un vínculo transformador entre el conocimiento universitario y las necesidades más urgentes de Chiapas. Su origen se remonta al Proyecto Académico de 1995-1999, liderado por el Maestro Pedro René Bodegas Valera, con el apoyo visionario del Dr. Ángel René Estrada Arévalo, entonces secretario de Extensión Universitaria. Durante esta etapa, se redefinió el servicio social, llevándolo más allá de las aulas para integrarse en las comunidades rurales y productivas del estado. Este modelo fue consolidado en el periodo 2006-2010, cuando Estrada Arévalo asumió el rectorado, transformándolo en un puente efectivo entre la universidad y la sociedad.
A lo largo de los años, esta iniciativa ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de proyectos comunitarios que buscan impactar de manera tangible en las comunidades. Inspirado por el lema universitario, “Por la conciencia de la necesidad de servir”, el servicio social brinda a las y los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos mientras enfrentan las realidades de las comunidades chiapanecas. Es en este contexto donde la teoría académica se transforma en acción y compromiso.
Un claro ejemplo de este espíritu es el testimonio de la Dra. Dora Castillejos, de la Facultad de Humanidades, quien recuerda cómo las maestras Elsa Velasco y Lupita Andrade fueron pioneras en coordinar proyectos de servicio social desde las aulas, marcando un hito en la formación de estudiantes comprometidos con el bienestar social. Este enfoque sentó las bases para que las y los futuros profesionales entendieran la importancia de servir a su entorno.
Entre los proyectos emblemáticos se encuentra la enseñanza de inglés a personas con ceguera o baja visión, impulsado por la Facultad de Lenguas desde 2018. Este proyecto, reconocido a nivel nacional, refleja el compromiso de la universidad con la inclusión y la diversidad, demostrando que la educación es una herramienta poderosa para transformar vidas, especialmente en contextos que suelen ser desatendidos.
Otro ejemplo destacado es el trabajo de equipos multidisciplinarios liderados por el maestro Antonio Gutiérrez Martínez, de la Facultad de Ciencias Agronómicas. Estos equipos integraban estudiantes de diferentes áreas para intervenir de manera integral en comunidades rurales, ofreciendo soluciones en salud, educación y agricultura. Esta experiencia no solo enriquecía el aprendizaje de las y los estudiantes, sino que también empoderaba a las comunidades mediante soluciones contextualizadas y sostenibles.
Durante su época más activa, el Servicio Social Comunitario de nuestra universidad se distinguió a nivel nacional e internacional, permitiendo que generaciones de estudiantes impactaran positivamente en las comunidades y en sus propias vidas al descubrir el poder del compromiso social. Sin embargo, la pandemia puso en pausa esta iniciativa, afectando su continuidad y esencia.
Hoy, la universidad se enfrenta al desafío de revitalizar este programa para las nuevas generaciones. Es fundamental que las y los estudiantes comprendan que el servicio social no es simplemente un requisito académico, sino una oportunidad para aprender, contribuir y transformar. Este relanzamiento busca recuperar el impacto que la universidad tuvo en sus mejores años y renovar el espíritu de compromiso que define su misión.
Si aspiramos a transformar la sociedad, debemos cultivar la conciencia de la necesidad de servir. La verdadera educación no se limita a lo que aprendemos, sino a lo que hacemos con ese conocimiento para construir una sociedad más justa, equitativa y humana.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada Imágenes: Archivo Histórico