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Gaceta impresa

Claudia González Farrera

Claudia González Farrera

En un esfuerzo por fortalecer la protección y asistencia a las personas refugiadas en México, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) inauguraron la Cátedra Sergio Vieira de Mello, una iniciativa que busca consolidar la vinculación entre la academia y la defensa de los derechos humanos de quienes han sido desplazados forzosamente de sus países.

 

La Cátedra Sergio Vieira de Mello, impulsada por ACNUR en diversas instituciones de educación superior a nivel mundial, tiene el propósito de generar espacios de formación, investigación y acción en favor de la población refugiada. La UNACH, con su ubicación estratégica en Chiapas, una de las principales puertas de entrada a México para personas en contexto de movilidad, asume un papel clave en este esfuerzo. Desde la academia, se fortalecerán estrategias para la asistencia legal, la atención médica, la integración social y el reconocimiento de los derechos fundamentales de esta población.

 

Chiapas ha sido históricamente un territorio de tránsito y asentamiento para migrantes y refugiados. En los últimos años, el número de personas que solicitan protección internacional en México ha crecido exponencialmente, y con ello, la necesidad de diseñar políticas públicas e iniciativas académicas que contribuyan a su integración. La UNACH ha trabajado en investigaciones, programas de apoyo comunitario y convenios interinstitucionales que abordan las dinámicas migratorias, lo que la convierte en una aliada estratégica para ACNUR.

 

Uno de los principales objetivos de la cátedra es la creación de clínicas jurídicas y brigadas de salud, a través de las cuales la comunidad universitaria podrá brindar asesoría legal, acompañamiento psicológico y asistencia médica a personas refugiadas y solicitantes de asilo. Estas acciones permitirán no solo apoyar directamente a quienes lo necesiten, sino también proporcionar formación práctica y sensibilización a estudiantes y docentes sobre las problemáticas que enfrenta esta población.

 

El evento inaugural contó con la participación de autoridades de la UNACH, ACNUR, el Congreso Local y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), quienes destacaron la importancia de fortalecer el vínculo entre la educación superior y los esfuerzos globales en materia de protección humanitaria. La UNACH se suma así a una red internacional de universidades comprometidas con la generación de conocimiento y la promoción de políticas inclusivas en favor de las personas refugiadas.

 

La figura de Sergio Vieira de Mello, diplomático brasileño que dedicó su vida a la promoción de la paz y la defensa de los derechos humanos, representa el espíritu de esta cátedra. A través de esta iniciativa, la UNACH reafirma su compromiso con la construcción de una sociedad más equitativa, donde la educación y la solidaridad sean herramientas clave para transformar vidas y abrir nuevas oportunidades a quienes buscan un nuevo comienzo lejos de su país de origen.

 

Texto: Yadira Fontes García

Imágenes: DCS-UNACH

La Universidad Autónoma de Chiapas reconoce con profundo orgullo la trayectoria y aportaciones de la Dra. María de Lourdes Gutiérrez Aceves, investigadora de la Facultad de Lenguas de nuestra casa y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI Nivel I), quien se ha consolidado como una voz imprescindible en la construcción de entornos educativos verdaderamente inclusivos en México.

 

Durante su participación en el programa institucional Investigación con Sello UNACH, la Dra. Gutiérrez compartió hallazgos que interpelan de manera directa a la comunidad educativa: aunque el 100% del profesorado en Chiapas se declara comprometido con la inclusión, subsisten importantes retos en la atención de estudiantes con autismo, TDAH, dislexia y otras diversidades funcionales.

 

“La inclusión no puede quedarse en el terreno de las buenas intenciones; requiere herramientas pedagógicas concretas, sistemáticas y sensibles”, subrayó con firmeza.

 

Su trabajo ha trascendido las aulas y los marcos institucionales. Uno de sus logros más significativos es el Programa Institucional de Educación Inclusiva diseñado para la Universidad de Quintana Roo, un proyecto que posiciona a la UNACH como referente nacional. Además, desde las Unidades de Vinculación Docente, ha formado a múltiples generaciones de profesores, quienes hoy desarrollan materiales didácticos innovadores que permiten transformar la teoría de la inclusión en una realidad cotidiana.

 

Las investigaciones de la Dra. Gutiérrez, publicadas en revistas especializadas como Lenguas en Contexto y Mesoamericana, son lectura obligada para quienes trabajan en la frontera entre la docencia y la equidad educativa. En sus textos, advierte sobre los desafíos que traerá consigo la implementación del Programa Rechazo Cero, señalando que:

“La mayor barrera no es económica ni tecnológica: es actitudinal. Si no cambiamos la forma en que vemos la diferencia, no cambiaremos nada.”

 

Con una mirada crítica y una convicción ética, la Dra. Gutiérrez ha recordado que “incluir no es un adjetivo, es un verbo que exige acción constante”. Su paso por la UNACH no solo deja huella académica, sino una semilla de transformación para los sistemas educativos del sur del país y más allá. Su labor, generosa y firme, inspira a docentes de todo México a comprender que la verdadera excelencia educativa se mide en la capacidad de hacer espacio para todos.

 

La comunidad interesada en conocer más sobre sus investigaciones puede acudir a la Facultad de Lenguas de la UNACH o consultar sus publicaciones disponibles en repositorios especializados.

 

"En la UNACH, la inclusión no es una meta futura: es un presente que construimos todos los días."

 

Texto: Claudia I. González Farrera

Imagen: UNACH

En el marco de la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) en Tuxtla Gutiérrez, el Gobernador del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, destacó un momento significativo en la historia de nuestra institución: la reforma constitucional que integró a la UNACH formalmente en la estructura orgánica del poder público del estado, asegurando su solidez y permanencia dentro del marco legal de Chiapas.

 

Con la mirada puesta en el futuro y en el fortalecimiento continuo de la UNACH, el Gobernador propuso al presidente del Congreso del Estado, Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, que la universidad sea distinguida con el título de "Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas". Esta distinción busca reconocer la invaluable contribución de la UNACH a la educación y al desarrollo del estado, resaltando su compromiso con la formación de profesionales y ciudadanos que transforman positivamente su entorno.

 

El título de "Benemérita" es un reconocimiento honorífico otorgado a instituciones que han prestado servicios eminentes a la sociedad. En México, algunas universidades que ostentan este título son la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Este reconocimiento no solo enaltece el prestigio de la institución, sino que también refuerza su compromiso con la sociedad y su papel en el desarrollo educativo y cultural de la región.

 

Además del reconocimiento simbólico, el título de benemérita fortalece la identidad institucional y el prestigio académico de estas universidades, lo que facilita la vinculación con otras instituciones nacionales e internacionales, abre oportunidades de cooperación interinstitucional, y respalda su legitimidad en la gestión de recursos y programas educativos. En contextos de evaluación y financiamiento, esta distinción puede ser un factor relevante para obtener apoyos extraordinarios o ampliar su influencia en políticas públicas de educación superior, consolidándolas como referentes del quehacer universitario en México.

 

La comunidad universitaria y la sociedad chiapaneca en general expresan su respaldo a esta iniciativa, considerando que la UNACH ha sido un pilar fundamental en la formación de profesionales comprometidos con el progreso de la entidad. Otorgar el título de "Benemérita" a la UNACH sería un justo reconocimiento a su trayectoria y aportaciones, además de fortalecer su identidad y prestigio a nivel nacional e internacional.

 

Esta iniciativa no solo reconoce el legado y la contribución de la UNACH, sino que también refuerza el compromiso de las autoridades con una educación superior de vanguardia. Al impulsar su crecimiento y prestigio, se fortalece su papel como un pilar clave en el desarrollo académico.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi

imagen: UNACH

 

Por primera vez en la historia de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), una mujer ocupó la cátedra en la emblemática silla magna de madera, un espacio que hasta ahora había sido exclusivamente masculino. María del Carmen Alanís, consultora internacional en materia de derechos de las mujeres y democracia, impartió una conferencia sobre los derechos de las mujeres en la Constitución, destacando los avances y desafíos que persisten en la sociedad.

 

Este momento histórico se dio en el marco de la Cátedra “La Constitución y los derechos de las mujeres en México”, presentada en el Campus III de San Cristóbal de Las Casas. Donde Alanís Figueroa enfatizó que el avance en los derechos de las mujeres ha sido producto del esfuerzo de aquellas que denunciaron, se organizaron y visibilizaron la violencia de género. Gracias a ellas, se han logrado transformaciones jurisdiccionales y legales que han abierto espacios a otras mujeres.

 

Durante su intervención, Alanís enfatizó la brecha entre el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres y su aplicación en la vida cotidiana. Aunque México ha sido pionero en legislar sobre igualdad de género y derechos de las mujeres, en la realidad aún existen prácticas que obstaculizan su participación plena en la política y en la toma de decisiones. Uno de los ejemplos más notorios es la persistencia de la "pareja presidencial" en las alcaldías, donde las mujeres electas frecuentemente ven su autoridad desplazada por sus esposos o familiares.

 

En la lucha por la equidad Chiapas ha sido un estado que ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, especialmente en el ámbito de los sistemas normativos internos de las comunidades indígenas. Sin embargo, Alanís señaló que la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave en todo el país, y que el acceso a la justicia para las víctimas de violencia de género aún es insuficiente. La consultora destacó que es necesario fortalecer las instituciones encargadas de garantizar los derechos de las mujeres y fomentar un modelo de justicia que realmente proteja y repare los daños causados.

 

Alanís Figueroa subrayó la importancia de que las mujeres no solo participen en las elecciones, sino que también busquen espacios de toma de decisiones en los ámbitos académico, político y social. "Si nosotros no ejercemos ese derecho de votar, entonces se lo estamos dejando a otras personas, normalmente a otros hombres", afirmó. El derecho al voto no fue un regalo, sino una conquista histórica que ha costado décadas de lucha. 

 

El panorama electoral actual presenta nuevos desafíos, especialmente con la reforma judicial en marcha. La experta criticó la forma en que se han afectado las carreras de muchas mujeres en el Poder Judicial, ya que sus trayectorias han sido desechadas sin considerar sus años de esfuerzo y experiencia. A su juicio, el objetivo de la paridad de género no es desplazar a los hombres, sino garantizar que mujeres y hombres compitan en igualdad de condiciones.

 

Con esta conferencia se dejó claro que, aunque existen avances legislativos importantes, la verdadera igualdad sólo será alcanzada cuando las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos sin miedo ni obstáculos, La UNACH, como formadora de nuevas generaciones de profesionales del derecho, tiene una responsabilidad clave en la promoción y defensa de estos valores.

 

Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada

Fotos: Luis Fabian Marín





En un contexto donde las desigualdades y las violencias estructurales siguen marcando la vida de millones de personas, la academia enfrenta un dilema ineludible: ¿es posible mantener una postura neutral ante las injusticias sociales? Para la Dra. Aída Hernández Castillo, profesora investigadora titular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la respuesta es clara: el conocimiento debe ser una herramienta de transformación.

 

Bajo esta premisa, la Facultad de Ciencias Sociales de San Cristóbal de Las Casas de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) se convirtió en el escenario de una profunda reflexión sobre el papel de la antropología feminista en la construcción de sociedades más justas. Durante la conferencia magistral Antropología feminista e investigación activista, la Dra. Hernández Castillo no solo compartió su experiencia de más de cuatro décadas en la intersección entre academia y activismo, sino que también hizo un llamado a las universidades, en particular a la UNACH, a asumir un papel más comprometido con la realidad social.

 

Para la investigadora, la antropología feminista no es solo un marco teórico, sino una propuesta metodológica, ética y política que desafía las estructuras de poder y busca incidir en la vida de las comunidades. Su intervención fue contundente: la academia no puede seguir siendo un espacio de producción de conocimiento descontextualizado, alejado de las problemáticas que afectan a los sectores más vulnerables. En este sentido, urge un replanteamiento profundo de la educación superior, donde la enseñanza y la investigación sean entendidas como un acto de compromiso con la justicia social.

 

Uno de los ejes centrales de su ponencia fue la necesidad de descolonizar los planes de estudio. La Dra. Hernández Castillo subrayó que las universidades mexicanas continúan dependiendo de teorías y enfoques desarrollados en el norte global, sin reconocer el valor del conocimiento producido por comunidades indígenas y sectores históricamente marginados. Incorporar estas perspectivas no solo enriquecería la formación de los estudiantes, sino que también contribuiría a la construcción de una academia más inclusiva y pertinente para la realidad latinoamericana.

 

El compromiso universitario, sin embargo, no puede limitarse a cambios curriculares. La investigadora enfatizó la importancia de que las instituciones de educación superior asuman un rol activo en la defensa de los derechos humanos. En este sentido, recordó el papel que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha desempeñado en el acompañamiento de casos de feminicidio y violencia de género, no solo desde el ámbito legal, sino también mediante pronunciamientos públicos y acciones institucionales concretas. Su mensaje para la UNACH fue claro: es momento de que la universidad asuma su responsabilidad en la protección de su comunidad y en la generación de estrategias efectivas contra la violencia.

 

Más allá de un ejercicio académico, la conferencia de la Dra. Hernández Castillo representó un llamado urgente a repensar el papel de la universidad en la sociedad. En tiempos de crisis, la academia no puede ser un espacio de mera observación; debe ser un agente de cambio, un puente entre el conocimiento y la acción, un territorio donde la justicia y la equidad sean principios fundamentales. La UNACH tiene la oportunidad de consolidarse como una universidad comprometida con la transformación social. Para ello, es necesario que sus docentes, estudiantes e investigadores asuman el reto de construir un conocimiento que no solo explique la realidad, sino que también ayude a transformarla.

 

TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada
FOTOS: Luis Fabián Marín Madrigal

 

Con la convicción de que el liderazgo femenino transforma comunidades y fortalece instituciones, la nuestra universidad en marco a las conmemoraciones del mes de marzo puso en marcha el Taller de Acompañamiento para Mujeres Líderes Universitarias en el Sur de México, una iniciativa orientada a fortalecer las habilidades de liderazgo de docentes y administrativas que fungen como mentoras dentro de la universidad.

 

Coordinado por las profesoras investigadoras Ivonne Álvarez y Julieta Grajales, este programa reúne a 32 mentoras que desempeñan un papel clave en el acompañamiento académico y profesional de mujeres universitarias en áreas de STE+AM y Humanidades, incluyendo a estudiantes provenientes de comunidades indígenas. La propuesta toma como base la experiencia del proyecto "Mentoría en Acción", desarrollado en el marco del programa Mentoras en Ciencias para la Educación Superior, con financiamiento del British Council México 2023-2024.

 

El objetivo central de este taller es potenciar las capacidades de liderazgo de las participantes, proporcionándoles herramientas para guiar, inspirar y acompañar a nuevas generaciones de universitarias en su trayectoria académica y profesional. Más allá de la instrucción técnica, el programa busca consolidar una red de apoyo entre mujeres, donde la mentoría se convierta en un espacio de crecimiento mutuo y de impulso para el desarrollo profesional en un contexto marcado por desigualdades estructurales.

 

Un aspecto fundamental de esta iniciativa es su enfoque inclusivo, que considera las realidades específicas de las mujeres indígenas dentro de la educación superior. En este sentido, el taller se articula con estrategias que visibilizan y fortalecen la participación de estas estudiantes, promoviendo su acceso a oportunidades de formación y desarrollo profesional en igualdad de condiciones.

 

A lo largo del taller, las participantes abordarán estrategias de mentoría, liderazgo con perspectiva de género y desarrollo de habilidades interpersonales, con la intención de generar modelos de acompañamiento que puedan replicarse en distintas unidades académicas. Además, se fomentará la reflexión en torno a los desafíos que enfrentan las mujeres en la educación superior y en el ámbito profesional, proponiendo soluciones que reduzcan brechas de género y propicien entornos universitarios más equitativos.

 

El impacto de este programa trasciende las aulas, ya que contribuye al fortalecimiento de una comunidad universitaria más inclusiva, donde las mujeres puedan acceder, permanecer y destacar en sus áreas de estudio y trabajo. La mentoría no solo proporciona herramientas académicas y profesionales, sino que también refuerza la confianza y la autonomía de las estudiantes, permitiéndoles enfrentar con mayor seguridad los retos de su formación y su futura inserción laboral.

 

Con este esfuerzo, la UNACH reafirma su compromiso con la equidad de género, consolidando su papel como una institución promotora del liderazgo femenino en la educación superior. A través de iniciativas como esta, la universidad avanza en la construcción de un modelo educativo más inclusivo, solidario y equitativo, donde las mujeres tengan un papel central en la producción del conocimiento y en la transformación social.

 

Texto: Yadira Fontes García

Imágen: UNACH

Introducción

El Día Internacional de la Mujer, tiene sus raíces en las luchas de las mujeres por la igualdad, la justicia y condiciones laborales dignas. Uno de los eventos más simbólicos es el incendio ocurrido el 25 de marzo de 1911 en la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, donde murieron 146 trabajadoras, en su mayoría jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años, debido a las precarias condiciones laborales y a que las puertas de salida estaban cerradas para evitar robos y descansos no autorizados (NFPA, 2024). Este hecho estremeció a la sociedad y se convirtió en un emblema de la lucha obrera femenina. Previamente, el 28 de febrero de 1909, Estados Unidos celebró el primer Día Nacional de la Mujer, organizado por el Partido Socialista de América, y en 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, se propuso instaurar un día internacional de la mujer trabajadora (Amilpas, 2023)

 

La propuesta fue acogida por más de 100 mujeres de 17 países y se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en varias naciones europeas (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, 2018). Más adelante, en 1917, las protestas de mujeres rusas bajo el lema “Pan y Paz” desencadenaron una huelga masiva que marcó el inicio de la Revolución Rusa; ese día fue el 8 de marzo según el calendario gregoriano, consolidando la fecha como símbolo de lucha y resistencia (Fernandez Astobiza, 2022). La Organización de las Naciones Unidas adoptó oficialmente el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer en 1977, reconociendo su importancia como jornada de reflexión y acción por los derechos de las mujeres (ONU Mujeres, 2025; UNESCO, 2025). Por lo que esta fecha no debe ser vista como una celebración, sino como una conmemoración de la memoria histórica de miles de mujeres que han luchado y en muchas ocasiones han dado su vida por un mundo más justo e igualitario.

 

El 8M y la memoria histórica ausente

 

Cada año, el 8 de marzo satura las redes sociales digitales con mensajes e imágenes coloridas, flores, felicitaciones y frases como “Feliz Día de la Mujer”, pero ¿cuántas personas saben realmente por qué se conmemora esta fecha? 

 

Como profesores universitarios de las licenciaturas en Ingeniería en Desarrollo y Tecnologías de Software y Sistemas Computacionales de la Universidad Autónoma de Chiapas decidimos realizar una encuesta rápida entre estudiantes y colegas con el propósito de conocer cuántas personas comprenden realmente el significado del 8 de marzo. La motivación surgió ante la saturación de redes sociales con mensajes de felicitación por el “Día de la Mujer” y la réplica de quienes enfatizan que no es una fecha para felicitar, sino para conmemorar la lucha histórica por los derechos de las mujeres. La encuesta, inicialmente dirigida a la comunidad universitaria, se compartió ampliamente entre conocidos y en redes sociales, alcanzando un total de 794 respondientes.

 

Sus resultados revelaron datos significativos sobre el nivel de conocimiento de la conmemoración. Aunque el 99.5% de los participantes identificó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, un 32.8% aún cree que la fecha puede celebrarse con fiestas y felicitaciones, lo que indica una comprensión parcial de su significado. Además, el 48.1% de los encuestados no pudo mencionar algún acontecimiento histórico que diera origen a esta conmemoración, lo que sugiere la necesidad de reforzar la educación y difusión sobre la historia y el contexto de la lucha por los derechos de las mujeres.

 

Estos datos evidencian un fenómeno común: recordamos la superficie, pero no el fondo. El incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, las huelgas obreras y las movilizaciones feministas del siglo XX han quedado fuera del conocimiento colectivo, posiblemente porque rara vez se abordan en las aulas o medios de comunicación.

 

¿Conmemoración o celebración?

 

Uno de los hallazgos más reveladores es la confusión entre conmemorar y celebrar: 92% de los encuestados consideró que el 8M es una conmemoración, no un festejo. No obstante, al preguntar sobre la forma de celebrarlo, muchos todavía optan por regalar flores o felicitar “por ser mujer”, prácticas que diluyen el propósito fundamental de este día.

 

Esta dualidad en las respuestas pone en evidencia cómo la desinformación que se disemina a través de las redes sociales digitales han convertido esta fecha en un evento social. Como sociedad, es necesario reflexionar si la frase “Feliz Día” es la más adecuada, o si se debiese optar por mensajes como “Sigamos luchando por la equidad de género”.

 

 

¿Cómo debería conmemorarse el 8M?

 

A pesar de los desaciertos, hay señales positivas ya que más del 85% considera que lo más importante del 8 de marzo es reflexionar sobre los derechos y la igualdad de género, y la mayoría señaló que asistir a conferencias o participar en actividades educativas es una forma significativa de conmemorar la fecha.

 

Este dato abre una oportunidad: la educación y la participación activa siguen siendo caminos posibles para resignificar el 8M, especialmente entre las juventudes. Sin embargo, para lograr un cambio profundo, es necesario que estas iniciativas trasciendan las aulas y se conviertan en políticas públicas y campañas constantes, no solo eventos anuales alusivos a esta fecha.

 

 

¿Quiénes entienden mejor el 8M?

 

El análisis cruzado por sexo biológico y edad muestra que las mujeres jóvenes entre 15 a 25 años, tienen mayor claridad sobre el significado del 8 de marzo, mientras que algunos hombres y personas de mayor edad tienden a verlo más como una fecha para celebrar con regalos.

 

Este patrón sugiere que las nuevas generaciones están más expuestas a discursos feministas y educación con perspectiva de género, aunque todavía existen resistencias culturales que dificultan su plena comprensión y apropiación crítica.

 

 

Conclusión

 

El 8 de marzo no es una fecha para regalar flores, sino para visibilizar desigualdades, denunciar violencias y exigir derechos. Si bien los datos reflejan avances en la conciencia colectiva, también evidencian vacíos informativos que se deben de atender con urgencia. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de rescatar el sentido original del 8M: una lucha histórica que aún no termina. Cambiar la narrativa, dejar de felicitar y empezar a actuar, podría ser el primer paso para honrar verdaderamente a las mujeres que han luchado por los derechos de las mujeres.

 

Referencias:

Amilpas, M. (2023). 8M, día internacional de las mujeres y las niñas. Gaceta Políticas, 294, 4–6. https://www.politicas.unam.mx/gacetas/gaceta294.pdf

Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres. (2018, marzo 6). Día Internacional de la Mujer: ¿por qué es importante conmemorarlo? gob.mx. http://www.gob.mx/conavim/articulos/dia-internacional-de-la-mujer-por-que-es-importante-conmemorarlo?idiom=es

Fernandez Astobiza, I. (2022). Las movilizaciones, herramientas para la cohesión feminista. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo (RICD), 4(15), 53–65. https://doi.org/10.15304/ricd.4.15.8013

National Fire Protection Association. (2024, marzo 1). El incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de 1911. NFPA. https://www.nfpa.org/es/news-blogs-and-articles/blogs/2024/03/01/the-triangle-shirtwaist-factory-fire-of-1911

ONU Mujeres. (2025, marzo 6). Uno de cada cuatro países notifica un retroceso en los derechos de las mujeres en 2024. ONU Mujeres. https://www.unwomen.org/es/noticias/comunicado-de-prensa/2025/03/uno-de-cada-cuatro-paises-notifica-un-retroceso-en-los-derechos-de-las-mujeres-en-2024

UNESCO. (2025, marzo 8). Día Internacional de la Mujer. https://www.unesco.org/es/days/women



Texto: Gutiérrez Espinosa Enrique; Garzón Clemente Rebeca; Trujillo Santos Luis Alejandro; González Scarpulli Daniel 

Imágen: IA

La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) destaca el papel fundamental de las mujeres en la educación superior, donde actualmente representan la mitad de la comunidad estudiantil. Según datos de la Dirección General de Planeación, en los últimos años se ha registrado un incremento significativo en la matrícula femenina, consolidando su presencia en la academia y su impacto como agentes de cambio. Este crecimiento refleja no solo el avance hacia la igualdad de oportunidades, sino también el talento, la dedicación y la determinación de las estudiantes unachenses.

 

El impacto de este crecimiento se refleja en el egreso y la titulación, donde las mujeres han demostrado una presencia destacada. En el nivel de pregrado, el 50.8% de las personas egresadas son mujeres, lo que equivale a 2,112 de un total de 4,157 estudiantes. En cuanto a la titulación, el 44.78% de los graduados son mujeres, sobresaliendo en modalidades como seminario y tesis. Estos datos reflejan no solo el esfuerzo académico de las estudiantes, sino también la importancia de seguir impulsando políticas que fortalezcan su permanencia y desarrollo profesional.

 

En términos de representación por áreas del conocimiento, las mujeres han logrado consolidarse en disciplinas como educación y humanidades, donde constituyen el 67.07% del total de egresados, así como en ciencias sociales y administrativas, con un 55.28%, y en ciencias de la salud, con un 56.04%. Sin embargo, persisten brechas de género en otras áreas como ciencias agropecuarias, donde solo el 36.88% de los egresados son mujeres, ciencias naturales y exactas, con un 27.50%, e ingeniería y tecnología, donde la presencia femenina alcanza apenas el 30%.

 

En términos de titulación, las cifras reflejan tendencias similares, con un predominio femenino en educación y humanidades, mientras que en ciencias agropecuarias y en ciencias naturales y exactas, la proporción sigue siendo menor en comparación con sus compañeros varones.

 

Conscientes de la importancia de reducir estas brechas y fortalecer la equidad en la educación superior, la UNACH ha implementado diversas iniciativas para fomentar la participación de las mujeres en todas las áreas del conocimiento. Una de estas acciones es el curso "Participación de las Mujeres en las Distintas Disciplinas: Causas y Consecuencias de su Ausencia", dirigido a personal docente y administrativo, con el propósito de visibilizar el papel fundamental de las mujeres en la academia y generar estrategias que promuevan su inclusión en todos los ámbitos del quehacer universitario.

 

La UNACH continúa trabajando en la transversalización de la perspectiva de género en sus planes de estudio, en la creación de espacios más equitativos y en el reconocimiento del talento femenino en todas sus disciplinas. 

 

TEXTO: María del Carmen Nucamendi estrada.

CARTEL: Planeación

El Día Internacional de la Mujer no es una celebración, es una conmemoración. Así lo dejaron en claro los estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNACH al responder la pregunta inicial de la historiadora feminista Olga Tatiana Jiménez Domínguez, durante su conferencia sobre la historia del 8M. Sin embargo, un breve ejercicio de memoria histórica demostró la enorme brecha que aún persiste en el reconocimiento de las mujeres que han luchado por nuestros derechos.

 

Cuando la ponente mencionó nombres como Miguel Hidalgo, Emiliano Zapata o Andrés Manuel López Obrador, la audiencia los identificó de inmediato. Pero al mencionar a Gertrudis Bocanegra, María Ignacia Rodríguez o Estela Jiménez Esponda, la respuesta fue el silencio. Esta simple dinámica evidenció la invisibilización de las mujeres en la historia, a pesar de su papel fundamental en la lucha por los derechos laborales, la ciencia, las artes y la política.

 

Tatiana Jiménez explicó que el 8M ha cambiado de significado con el tiempo. Lo que comenzó como una jornada de lucha se ha ido transformando, en algunos casos, en una fecha más de celebración que de reflexión. Recordó que el origen del Día Internacional de la Mujer está marcado por eventos trágicos como el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, donde murieron 146 trabajadoras, muchas de ellas jóvenes inmigrantes, y la huelga de "Pan y Rosas" en Lawrence, Massachusetts, protagonizada por obreras textiles que exigían mejores condiciones laborales.

 

Estos acontecimientos dieron pie a una lucha global que, décadas después, llevó a la ONU a institucionalizar el 8 de marzo de 1975. Pero, más allá del reconocimiento oficial, el reto sigue siendo el mismo: recordar por qué es necesario seguir luchando.

 

La historiadora destacó la importancia de la educación en casa para desmontar los roles y estereotipos de género que perpetúan desigualdades. Señaló que es fundamental enseñar a los niños a involucrarse en las labores del hogar y permitir a las niñas explorar cualquier actividad que les interese, desde los deportes hasta la ciencia o el arte.

 

Asimismo, subrayó el papel de la UNACH en abrir espacios de diálogo sobre el significado del 8M y la lucha por la equidad de género. La exigencia social ha logrado que el Estado reconozca muchos derechos, pero aún quedan muchos pendientes.

 

"La historia es el puente entre el pasado, el presente y el futuro", afirmó Tatiana Jiménez. En este 8 de marzo, las mujeres le recordamos al Estado que aquí estamos, que aún falta mucho por hacer y que la agenda sigue abierta. La conmemoración no es solo para recordar el pasado, sino para exigir el futuro que nos corresponde.

 

Texto y fotos: María del Carmen Nucamendi Estrada.



La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) fortalece su compromiso social con el inicio de los círculos de estudio del programa Chiapas Puede, donde estudiantes y docentes participan activamente en procesos de alfabetización para personas adultas.

 

Durante una visita a las instalaciones de la Facultad de Humanidades, Campus VI, el rector Oswaldo Chacón Rojas reconoció el esfuerzo de los jóvenes universitarios que colaboran como alfabetizadores. "Estas acciones reflejan el verdadero espíritu de servicio que caracteriza a nuestra comunidad universitaria", destacó el rector, acompañado por la directora Dánae Estrada Soto.

 

El programa utiliza el modelo "Matías de Córdova", una propuesta pedagógica basada en etnopedagogías y enfoques descoloniales, diseñada especialmente para la población adulta que no ha tenido acceso a la educación formal. Como parte de este esfuerzo, la UNACH produjo en sus propios talleres los materiales didácticos que emplean los estudiantes durante el proceso de enseñanza.

 

"Chiapas Puede representa una oportunidad para transformar vidas a través de la educación", señalaron los participantes. La universidad reafirma así su vocación social y su contribución al desarrollo educativo de la entidad, alineándose con los objetivos de justicia social e inclusión que caracterizan su modelo educativo.

 

 

 


Texto y fotografías: DCS UNACH