En el marco del Día Internacional de la Francofonía, la Universidad Autónoma de Chiapas, a través de la Sección de Francés del Departamento de Lenguas Tuxtla, celebró una jornada que trascendió las aulas para convertirse en un espacio vivo de encuentro con las culturas francófonas. La actividad, que año con año suma voluntades e intereses diversos, volvió a consolidarse como una plataforma educativa, artística y lingüística que fortalece la formación integral de la comunidad universitaria.
Estudiantes de la Licenciatura en Enseñanza del Inglés, junto con docentes y miembros del colectivo FRANCHIS UNACH, ofrecieron una muestra dinámica y profundamente creativa de la pluralidad francófona. La jornada incluyó expresiones artísticas, juegos pedagógicos, degustaciones culinarias y presentaciones musicales que acercaron al público a los valores de diversidad, cooperación y diálogo que caracterizan a la francofonía global.
En esta edición, se contó con la participación especial de estudiantes del Colegio Rufino Tamayo, quienes, con una interpretación musical que conjugó emoción y técnica, añadieron una nota festiva y de colaboración interinstitucional al programa.
Promover el aprendizaje del idioma francés, difundir la riqueza cultural de los países francófonos y fortalecer los vínculos académicos e interculturales son, desde hace varios años, los ejes que guían esta conmemoración, la cual forma parte de las acciones que la UNACH impulsa para proyectar una universidad de vocación internacional.
Durante la clausura, la coordinación del evento subrayó el carácter estratégico de estas actividades:
“Este espacio no es solo una celebración; es un compromiso con la formación global, con el respeto a la diversidad cultural y con el ejercicio vivo del multilingüismo en nuestras aulas”.
La celebración de la Francofonía UNACH 2024 es testimonio del impulso sostenido que la universidad otorga a las lenguas extranjeras como herramientas para la construcción de ciudadanía global, sensibilidad intercultural y diálogo académico.
Así, la UNACH continúa escribiendo su historia internacionalista desde lo local, abriendo puertas a nuevos saberes, acentos y posibilidades.
Texto: Yadira Fontes García
Fotografía: Departamento de Lenguas Tuxtla
Cada semana, los pasillos de dos primarias y dos jardines de niños en Tuxtla Gutiérrez se llenan de emoción con la llegada de estudiantes universitarios cargados de entusiasmo, materiales didácticos y ganas de compartir su conocimiento. Ellos forman parte del programa “Fortalecimiento integral y del aprendizaje del inglés en escuelas de educación básica”, una Unidad de Vinculación impulsada por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), a través de la Facultad de Lenguas Tuxtla.
El objetivo del programa es claro: fortalecer la educación pública desde un enfoque humano e inclusivo, acercando el aprendizaje del idioma inglés a contextos donde el acceso a este conocimiento es limitado. Más de 60 estudiantes de la Licenciatura en Enseñanza del Inglés participan en esta iniciativa que les permite llevar a la práctica lo aprendido en las aulas, al tiempo que enriquecen la formación de niñas y niños de educación básica.
“Además de compartir lo que sabes, aprendes de los niños y su entorno. El inglés es algo que van a necesitar en su vida”, compartió Sofía Guzmán, estudiante universitaria, feliz de contribuir con su vocación a través de esta experiencia formativa.
Una vez por semana, los universitarios imparten clases dinámicas adaptadas a la edad y capacidades de los grupos. Además, organizan actividades culturales donde los pequeños aprenden sobre la cultura angloparlante mediante juegos, canciones y materiales visuales. Esta interacción ha sido bien recibida por las escuelas. “Es un plus tener inglés. Los niños lo esperan con alegría”, comentó una directora escolar, agradecida por la colaboración con la UNACH.
El componente de inclusión también es fundamental. Desde la planeación didáctica hasta la convivencia en el aula, se consideran las necesidades específicas de cada institución, garantizando que todos los estudiantes tengan acceso a este aprendizaje.
La Unidad de Vinculación cuenta con la coordinación de cuatro docentes universitarios, quienes acompañan a los estudiantes en el diseño pedagógico y evalúan los avances del proyecto, que además funciona como práctica profesional previa al egreso.
La UNACH reafirma así su compromiso con la formación integral de sus estudiantes y el desarrollo social del estado. Proyectos como este no solo acercan el inglés a más niñas y niños, sino que también siembran vocación, empatía y experiencia en quienes se preparan para ser docentes del mañana.
Texto: María del Carmen Nucamendi Estrada
Imágenes: dcs
Este texto propone un análisis crítico de las visiones optimistas sobre la Inteligencia Artificial expuestas por figuras como las del futurólogo Ray Kurzweil, el CEO de Open IA, Sam Altman y otros personajes centrales en el desarrollo actual de la IA, así como de las reflexiones del experto español Pedro Uría Recio, una de las figuras más importantes en el desarrollo de esta tecnología en China y otros países de Asía, la región con mejor desempeño en ámbito. A partir de sus planteamientos, se cuestionan los impactos económicos, sociales y éticos de una tecnología que, más que una herramienta, se erige como un nuevo fundamento civilizatorio.
La humanidad se encuentra frente a una encrucijada histórica. El advenimiento de la inteligencia artificial (IA) marca no sólo una revolución tecnológica, sino una inflexión civilizatoria. Al igual que ocurrió con la invención de la imprenta o la máquina de vapor, el surgimiento de sistemas capaces de aprender, decidir y actuar por cuenta propia redefine los fundamentos económicos, sociales y culturales sobre los que hemos edificado el mundo moderno. Sin embargo, a diferencia de esas revoluciones anteriores, el ritmo vertiginoso con el que la IA se expande, así como su alcance transversal, hace que las apuestas sean más altas que nunca. En esta tensión entre lo prometido y lo temido, entre la utopía y la distopía, se ubican las voces de sus protagonistas.
Ray Kurzweil, tecnólogo y autor del célebre libro La singularidad está cerca, anticipa un horizonte donde la IA nos llevará a superar la escasez, curar enfermedades, expandir la inteligencia humana e incluso, en palabras suyas, “derrotar a la muerte”.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, comparte esta visión optimista. Su impulso por desarrollar modelos cada vez más potentes parte de la convicción de que la IA puede “democratizar el conocimiento” y resolver problemas históricos de la humanidad, desde la energía limpia hasta la educación universal.
El empresario Elon Musk, cabeza principal de una generación de protagonistas en la innovación y la aplicación de la ciencia en usos prácticos, aunque más ambivalente, ha invertido en IA tanto desde una lógica empresarial (Tesla, Neuralink) como desde un ethos preventivo (creación de OpenAI como contrapeso a la concentración de poder).
Estas figuras, por demás influyentes, dibujan un porvenir marcado por la eficiencia, la expansión del conocimiento y el bienestar global. Pero en su visión hay una narrativa que roza peligrosamente la romantización tecnológica, esa que Pedro Uría Recio, experto en inteligencia artificial y economista, ha criticado con claridad:
“Estamos entregando demasiado poder a quienes prometen acabar con la escasez y alcanzar la inmortalidad. Esa visión utópica no sólo es ingenua; es políticamente peligrosa.”
Pedro Uría parte de una premisa ineludible:
“La economía del futuro dependerá completamente de la IA.”
Este diagnóstico no es una provocación sino una constatación, sustentada en el ritmo acelerado de adopción de modelos inteligentes en sectores como la atención al cliente, la contabilidad, la medicina y la educación.
A corto plazo, sí, se crearán empleos: se necesitarán ingenieros, desarrolladores, especialistas en datos. Pero Uría advierte que este auge será momentáneo. A mediano y largo plazo, los empleos destruidos —particularmente aquellos de baja cualificación— superarán con creces a los creados. El timing del cambio será crucial.
“La gente no tendrá tiempo de reinventarse”, subraya.
Y los más golpeados serán los jóvenes, quienes se enfrentarán a un mercado laboral cada vez más elitizado, técnico y excluyente.
En América Latina, y específicamente en México, este escenario se vuelve alarmante. Con un 55% de la población en condiciones laborales informales (según el INEGI, 2023), y con brechas digitales profundas, la transición hacia una economía dominada por la IA no sólo será difícil; podría resultar violenta.
Frente a este desmoronamiento del trabajo como eje organizador de la vida, algunos han propuesto la Renta Básica Universal (RBU) como una alternativa viable.
La idea es sencilla: si el trabajo desaparece, que al menos haya un ingreso garantizado para todos.
En la teoría, la propuesta busca sostener el consumo, reducir la pobreza estructural y mantener la estabilidad social.
En la práctica, Uría se muestra escéptico.
Tomando el caso español como ejemplo, explica que la implementación de una RBU requeriría una inyección presupuestaria que duplicaría o triplicaría el gasto público actual.
En un país como México, donde el presupuesto federal anual ronda los 9 billones de pesos (2024), y donde los ingresos por impuestos directos aún representan una fracción modesta del PIB, el costo de una RBU sería simplemente inviable.
Supongamos, como ejercicio ilustrativo, que cada ciudadano mexicano recibiera 3,000 pesos mensuales (una suma modesta): el costo anual superaría los 4 billones de pesos, es decir, cerca del 45% del PIB nacional.
Además, Uría plantea un riesgo ético: una sociedad donde el ingreso no provenga del esfuerzo ni del mérito, sino de una dependencia estructural, podría degenerar en una ciudadanía subordinada a los intereses del Estado o de las grandes corporaciones.
La RBU, bajo este enfoque, no sería emancipadora, sino una forma de servidumbre moderna.
Lejos de cerrar la puerta a la innovación social, Uría propone una vía distinta: fomentar la inversión individual en capital productivo desde ahora.
Se trata de un modelo híbrido, inspirado en sistemas asiáticos, donde los trabajadores no dependen exclusivamente del salario, sino que poseen participación en las empresas que producen riqueza.
Para que esto sea posible en contextos latinoamericanos, sería necesario un rediseño del sistema financiero, educativo y fiscal:
James A. Robinson, Nobel de Economía, ha sido una de las voces más críticas respecto al rumbo que podría tomar la IA si se deja en manos de intereses concentrados. Para él, el problema no es la tecnología en sí, sino su gobernanza.
Robinson argumenta que los países con instituciones extractivas utilizarán la IA para consolidar el poder, no para distribuirlo.
Su preocupación empata con la de Uría:
La IA no es neutral. Y si no hay un marco ético y democrático que la regule desde lo humano —no desde lo técnico—, los beneficios quedarán en pocas manos y los costos se socializarán.
La IA no es el enemigo. Pero tampoco es una promesa sin condiciones. No se trata de negarla ni de detenerla, sino de colocarla en el centro de una discusión madura sobre el futuro de nuestra especie.
¿Queremos una sociedad donde el valor humano sea reemplazado por la eficiencia algorítmica? ¿O podemos imaginar una en la que la IA amplifique lo mejor de nosotros sin despojarnos de nuestra dignidad, libertad y creatividad?
Lo que está en juego no es el desarrollo tecnológico, sino el contrato social que queremos sostener.
Y en esa construcción, América Latina no puede seguir reaccionando desde la periferia.
Es momento de diseñar, desde nuestras realidades, una IA para la justicia, no sólo para el progreso.
Referencias:
Kurzweil, R. (2025). La singularidad está más cerca. Deusto.
La Vanguardia. (2025, marzo). Entrevista exclusiva a Ray Kurzweil [Entrevista].
MIT. (2025, marzo). AI Inequality Index. Massachusetts Institute of Technology. https://www.mit.edu
Robinson, J. A. (2025, febrero). Entrevista a James A. Robinson [Entrevista]. Bloomberg Línea.
Uría Recio, P. (2025, marzo). Entrevista a Pedro Uría Recio [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1YdnwFG4FQg
Uría-Recio, P., & O’Connor, D. S. W. H. (2004). China telecommunications panorama. Telephony World, (marzo).
Texto: Raúl Ríos Trujillo
Imágen: IA
La emoción se podía respirar. En un ambiente cargado de nervios, de sueños, de energía contenida. Un momento en el que el sudor aún no corría, pero el espíritu ya estaba en pie de lucha. Frente a las y los atletas que defenderán con garra los colores de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), el rector Oswaldo Chacón Rojas tomó el micrófono y habló desde el corazón.
"Preséntense con la cara en alto", les dijo, con ese tono de quien no solo dirige una universidad, sino que también acompaña con el corazón cada paso de su gente. Y es que no se trata solo de una competencia en Mérida, ni de subirse a un camión o ganar medallas. Se trata del fuego que se lleva dentro, ese que nace en el pecho y convierte el cansancio en impulso, que hace que duelan los músculos, pero no se pierdan las ganas.
Durante el abanderamiento al selectivo UNACH que viajó a la ciudad de Mérida, para participar en la Universiada Regional 2025. El rector habló del esfuerzo, del compromiso, de la lucha que no siempre se gana en los marcadores, pero sí en la entrega. "Suden hasta la última gota", pidió, conmovido, como si conociera de cerca el sacrificio que implica levantarse temprano, entrenar después de clases, estudiar hasta la madrugada, y aun así darlo todo por la camiseta universitaria. En la UNACH recalcó, el verdadero triunfo no está en las medallas, sino en la batalla misma
"Sean guerreras y guerreros", les insistió. Pero no por ego o por aplausos, sino por la comunidad que los mira, por los jóvenes que los ven como ejemplo, por aquellos que en algún rincón del estado sueñan con tener una oportunidad, con saberse capaces, con creer en ellos mismos gracias al reflejo que proyecta el uniforme de un Ocelote.
Y vaya que estos Ocelotes tienen con qué, la delegación que clasificó a la etapa regional está compuesta por 114 atletas (75 hombres y 39 mujeres) que competirán en 12 disciplinas: ajedrez, atletismo, basquetbol (5x5 y 3x3), karate do, taekwondo, voleibol de playa, tocho bandera, boxeo, lucha universitaria, halterofilia y tenis de mesa. Jóvenes que representan no solo a la universidad, sino también a su familia, a su comunidad y a su historia personal, muchas veces tejida entre esfuerzos, trabajos de medio tiempo y desvelos.
La secretaria de Identidad y Responsabilidad Social Universitaria, Mónica Guillén Sánchez, destacó que estos atletas son también futuros profesionistas: médicos, arquitectos, ingenieros. Prueba de que la UNACH apuesta por una formación integral, que también abraza al deporte.
Durante la etapa estatal, organizada por la ENLEF, participaron 235 estudiantes en 16 disciplinas. De ahí nació esta delegación que ahora viaja con una maleta llena de ilusión y compromiso.
El director de deportes, Ernesto Treviño Martínez, agradeció a entrenadores y equipos de apoyo, quienes acompañan cada paso, incluso los que se dan en silencio, con una constancia admirable.
La misión es clara, demostrar que ser Ocelote no es una etiqueta, es un estilo de vida. Es competir con dignidad, resistir con fuerza y volver a intentarlo con el alma.
Nuestros atletas no van solos. Llevan consigo el aliento de toda una comunidad universitaria que cree en ellos. Porque aquí, el camino vale tanto como el podio. ¡Vamos Ocelotes! Que se escuche su rugido en cada cancha, en cada pista, en cada tatami. La UNACH late con ustedes.
Texto y Fotos: María del Carmen Nucamendi Estrada
El deporte es más que actividad física; es un vehículo para fortalecer la identidad universitaria y promover valores esenciales como la unidad, la convivencia y la sostenibilidad. La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) ha convertido el ciclismo en una herramienta clave para reforzar estos principios, y sus recientes rodadas ciclistas han demostrado cómo el ejercicio puede ser un puente hacia una comunidad más conectada y comprometida.
En la 4ta Rodada Ciclista Universitaria, el Campus IV de la UNACH vibró con la energía de cerca de 100 participantes, entre estudiantes, docentes, personal administrativo y ciclistas de la región, quienes recorrieron las calles con entusiasmo y determinación. Este evento, más que un simple recorrido en bicicleta, representó una celebración del espíritu universitario, del compromiso con un estilo de vida activo y del trabajo en equipo que define a la comunidad UNACH.
Desde la Escuela de Humanidades, el director Gabriel Aguilar García destacó la importancia de estas iniciativas para fomentar hábitos saludables y fortalecer los lazos comunitarios. A su lado, el coordinador de SIRESU Istmo-Costa y Soconusco, Víctor Manuel Egremí de los Santos, enfatizó cómo estas actividades reflejan el compromiso de la UNACH con el bienestar y la sustentabilidad. No se trató solo de pedalear, sino de impulsar un mensaje claro: el deporte une, fortalece y transforma.
El evento contó con el respaldo de figuras clave del ciclismo en la región, como Jorge Luis Ramírez Mazariegos, delegado del Instituto del Deporte Zona Tapachula Soconusco, y Luis Adán Vélez Contreras, representante del grupo ciclista ChulaBike Urbano y MTB Tapachula Deportivo. Su presencia reafirmó que el ciclismo no conoce límites de edad ni disciplina; es una actividad que trasciende y crea comunidad.
Bajo esta misma visión, la UNACH también organizó una rodada ciclista el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. En esta ocasión, estudiantes, docentes y administrativos recorrieron las principales avenidas de Tuxtla Gutiérrez en un acto simbólico que reafirmó la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento femenino. La UNACH sigue demostrando que el deporte no solo fortalece el cuerpo, sino también la conciencia social.
Cada rodada es un testimonio del compromiso de la universidad con la integración, la identidad y el bienestar. Con cada pedaleada, la comunidad UNACH reafirma que el deporte es más que una actividad; es un estilo de vida, una declaración de principios y una vía para construir un entorno más equitativo, saludable y unido. La identidad universitaria se construye con esfuerzo, con solidaridad y, en este caso, con la energía de cientos de ciclistas que, juntos, avanzan hacia un futuro mejor.
TEXTO: María del Carmen Nucamendi Estrada
FOTOS: SIRESU Y SISIDYC
En un acto que reafirma el compromiso institucional con la inclusión, la equidad y la atención a las personas en movilidad, el rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), Dr. Oswaldo Chacón Rojas, entregó el documento de acreditación del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) al Programa Universitario de Estudios Transfronterizos para el Desarrollo (PUET).
Con esta distinción, el PUET se consolida como Centro Evaluador de Competencias Laborales, con enfoque en la atención a personas migrantes, permitiendo la certificación de sus habilidades laborales durante su tránsito por territorio mexicano. Esta acción fortalece la misión universitaria de promover procesos formativos que abonen a la dignificación y el reconocimiento de saberes en contextos de movilidad.
La entrega oficial del documento tuvo lugar en el marco de la inauguración de las nuevas oficinas del PUET, un espacio concebido para fortalecer los vínculos entre la academia y las realidades sociales que atraviesan las regiones fronterizas.
Este reconocimiento no sólo valida el trabajo que el Programa Universitario de Estudios Transfronterizos para el Desarrollo ha venido realizando en materia de formación, investigación y vinculación, sino que posiciona a la UNACH como referente nacional en el diseño de políticas universitarias sensibles al fenómeno migratorio.
La acreditación por parte de CONOCER representa un paso significativo para facilitar la integración laboral de personas migrantes a través de la certificación formal de sus competencias, promoviendo así una movilidad más digna y con mayores oportunidades.
Desde su creación, el PUET ha impulsado iniciativas que visibilizan la movilidad humana como una expresión legítima de la búsqueda de bienestar. Hoy, con esta nueva encomienda, se proyecta como una herramienta estratégica para la inclusión y el desarrollo con justicia social.
Texto: Yadira Fontes
Imagen: UNACH
En un esfuerzo por fortalecer la vinculación entre la academia y las políticas públicas ambientales, el rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), Oswaldo Chacón Rojas, tomó protesta como integrante del Consejo Estatal Forestal de Chiapas, un organismo que busca consolidar estrategias para la conservación y el desarrollo sustentable de los recursos forestales en la entidad.
El Consejo, presidido por el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar e impulsado por la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN), está conformado por 24 representantes de distintos sectores, incluyendo instituciones académicas, autoridades gubernamentales y especialistas en medio ambiente. Su objetivo es diseñar e implementar políticas que garanticen el manejo responsable de los ecosistemas forestales y contribuyan a la mitigación del cambio climático en la región.
La integración del rector de la UNACH a este Consejo refuerza el papel de la universidad como un actor clave en la generación de conocimiento y en la implementación de estrategias de conservación. La investigación científica, el trabajo comunitario y la formación de profesionistas en áreas ambientales serán fundamentales para diseñar soluciones innovadoras y sustentables ante los desafíos ecológicos que enfrenta Chiapas.
A través de sus diversas facultades y centros de investigación, la UNACH ha desarrollado proyectos de restauración ecológica, monitoreo de biodiversidad y manejo de recursos naturales, consolidando su presencia en el ámbito de la sustentabilidad. Con esta nueva participación en el Consejo Estatal Forestal, la institución reafirma su compromiso con la educación ambiental y la formación de ciudadanos responsables con el entorno.
El rector Oswaldo Chacón Rojas subrayó la importancia de que las universidades no solo formen profesionales con una visión crítica sobre la problemática ambiental, sino que también se involucren activamente en la construcción de políticas públicas sostenibles. En este sentido, la UNACH trabajará en la creación de estrategias interdisciplinarias, fortaleciendo el diálogo entre el sector académico, la sociedad civil y las instancias gubernamentales.
El Consejo Estatal Forestal buscará integrar una visión humanista y transformadora, donde la conservación de los recursos naturales se aborde desde una perspectiva que incluya el bienestar de las comunidades que dependen de los ecosistemas forestales. En este marco, la participación de la UNACH permitirá generar soluciones basadas en evidencia científica, promoviendo el equilibrio entre desarrollo económico y sustentabilidad ambiental.
Con su integración a este organismo, la UNACH reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente y la promoción de políticas públicas orientadas al desarrollo sustentable en Chiapas. La universidad continuará fortaleciendo su liderazgo en la materia, impulsando la investigación y la educación ambiental como pilares para la construcción de un futuro más sostenible.
Texto: Yadira Fontes García
Imágen: DCS-UNACH
El Dr. Oswaldo Chacón Rojas, Rector de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), tomó protesta y entregó los nombramientos a los integrantes del Comité Científico y Académico del Programa Universitario de Inteligencia Artificial (PUIA), durante un acto celebrado en el marco de la Cátedra Universitaria de Inteligencia Artificial Plus (CUIA+). Este nombramiento representa un paso fundamental para consolidar el desarrollo estratégico de esta área prioritaria para la institución.
El nuevo comité está integrado por especialistas internacionales de reconocido prestigio, investigadores nacionales líderes en el campo y académicos locales con amplia experiencia en aplicaciones tecnológicas. Entre sus funciones destacan asesorar en el diseño de programas académicos, promover proyectos de investigación interdisciplinarios, fortalecer vínculos con el sector productivo y garantizar la calidad científica de las iniciativas en inteligencia artificial.
Durante su intervención, el Dr. Chacón Rojas destacó que "este comité será el pilar para desarrollar una visión integral de la inteligencia artificial, combinando formación, investigación y aplicación social del conocimiento". El rector enfatizó el compromiso de la UNACH con la innovación tecnológica y la formación de profesionales capaces de enfrentar los retos de la cuarta revolución industrial.
Como parte de las próximas acciones del PUIA, se anunció un ciclo de conferencias magistrales sobre IA, talleres prácticos para estudiantes y foros de vinculación con empresas tecnológicas. Estas actividades buscan posicionar a la UNACH como referente regional en el desarrollo y aplicación responsable de tecnologías emergentes.
La creación de este comité refuerza el liderazgo académico de la UNACH en el sureste mexicano y su compromiso con la transformación digital de la sociedad chiapaneca, alineando sus esfuerzos con las necesidades actuales del sector productivo y los desafíos globales en materia tecnológica.
Texto: Yadira Fontes García
Imagen: DCS UNACH
La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) fortalece su apuesta por la vanguardia educativa con la segunda conferencia de su Cátedra Universitaria de Inteligencia Artificial Plus (CUIA+), titulada "Potencia tu futuro: Claves para brillar en la era de la IA", impartida por el Dr. José Gustavo Fuentes Cabrera, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El evento, realizado en el Auditorio "Los Constituyentes", reunió a estudiantes de diversas disciplinas con el objetivo de impulsar el desarrollo de competencias digitales y fomentar la investigación en inteligencia artificial. Durante su intervención, el especialista de la UNAM destacó la transformación global que implica esta tecnología y su impacto en los perfiles profesionales del futuro.
El Secretario Académico, Florentino Pérez, resaltó que estas iniciativas reflejan el compromiso institucional con la innovación educativa: "La UNACH se posiciona como pionera en la formación de profesionales capaces de enfrentar los retos de la Cuarta Revolución Industrial".
Esta actividad forma parte del Programa Universitario de Inteligencia Artificial de la UNACH, que busca democratizar el conocimiento tecnológico y preparar a la comunidad universitaria para los nuevos escenarios laborales y científicos. La universidad reafirma así su liderazgo académico en el sureste mexicano.
La CUIA+ continuará su ciclo de conferencias con especialistas nacionales e internacionales, abordando temas como ética en IA, aplicaciones en salud y desarrollo sustentable.
Texto: Yadira Fontes García
Imagen: Coordinación de Comunicación UNACH
La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) celebró con orgullo la graduación de 108 nuevos profesionistas de las licenciaturas en Contaduría (64 egresados) y Administración (44 egresados) de su Facultad de Ciencias Administrativas, Campus VIII-Comitán, correspondientes a la Generación 2020-2024, en una emotiva ceremonia realizada en el Auditorio Belisario Domínguez.
En representación del rector Oswaldo Chacón Rojas, el director de Desarrollo Bibliotecario, Javier Zenteno Saldaña, felicitó a los graduados y sus familias, destacando: "Este logro académico es solo el primer paso; los exhortamos a continuar su preparación para contribuir activamente al desarrollo económico y social de Chiapas".
La directora del Campus VIII-Comitán, Fanny del Rosario Abarca Argüello, resaltó el carácter excepcional de esta promoción: "Son una generación que demostró resiliencia al iniciar sus estudios durante la pandemia, adaptándose a los cambios y culminando con éxito su formación. Los reconocemos como profesionales con alta conciencia social".
Las representantes estudiantiles Viviana Areli Roblero Roblero (Contaduría) y Ana Isabel Sánchez González (Administración) expresaron su gratitud a familias, docentes y autoridades universitarias, comprometiéndose a honrar su formación y trabajar por una sociedad más justa y equitativa.
Esta ceremonia marcó el cierre de un ciclo académico desafiante, donde los egresados superaron los obstáculos de la pandemia global, demostrando adaptabilidad y compromiso con su desarrollo profesional. La UNACH reafirma así su misión de formar profesionales competentes, éticos y socialmente responsables, capaces de transformar positivamente su entorno.
Texto: Dahomey Pérez
Imagen: Facultad de Ciencias Administrativas UNACH